lunes, 26 de agosto de 2013

Rajoy no sabe jugar al dominó pero sí al mus



Rajoy no sabe jugar al dominó pero sí al mus

 
"Mariano Rajoy, lo considero un jugador de mus con una política de juego inadecuada. Por lo que, cualquiera no puede echar la partida con él, porque han de ser de su misma condición y camarilla cara al sol con sus camisas añejas"











José Salguero Duarte
Lunes 26 de agosto 2013
         

           Confieso, que nunca me atrajeron los juegos de azar. Pero disfruto, cuando mi compadre ‘El Tío Pericón’ de la Cañada de ‘Los Tomates’ de Algeciras. En la última jugada para cerrar la partida de dominó. Dice con maestría antes de que los otros jugadores pongan fichas: éste pasa, mi compañero pone el cinco cuatro, el otro el tres uno, y yo el pito blanca y domino.

          Esa última mano terminó como dijo y las de las otras partidas posteriores también. Pero no por casualidad, sino que es debido a lo mucho aprendido en tantas partidas echadas. Aunque, sus rivales también tienen sus rodajes, y  por llevar llevan todas las fichas jugadas y por jugar memorizadas. Sabiendo, en todo momento, además, el que le va hacer pasar o el que le abrirá la vereda. 

          El dominó es un juego de mesa que se juega con fichas blancas por la cara y negras por detrás.  Y, ante tales circunstancias las medias tintas, los sucedáneos y desteñidos no valen. Porque si te pegan un cerrojazo, te apuntas todos los tantos que te hayan cogido ‘con las manos en la masa’. 

          Consecuentemente, hay personajes de la política, que no saben o no quieren jugar al dominó. Pudiendo ser presuntamente uno de esos, el actual presidente del Gobierno español Mariano Rajoy. Porque la transparencia y la claridad en el juego político no es lo suyo. Aunque, por el contrario, jugando al mus debe ser un artista de mucho cuidado. Como lo fui en una época, en las partidas que echaba en las paradas y fonda que hacía en mis peregrinajes culturales, por localidades del centro y norte de España.

          Pero como jugaba para pasar el rato y con el único objetivo de empaparme de las enciclopedias vivientes a mí alrededor. Siempre me quedaba a la grande, al ser con las que hay que fajarse, echándoles órdagos por derecho a los contrincantes poderosos.  

          Y de eso se trata en esta tribuna, de echarle un órdago a  Rajoy.  Pero nunca a la pequeña, como hace él sistemáticamente contra el pueblo honrado, contribuyente y trabajador. Por ello, Rajoy va siempre a por la chica (pueblo). Y para salir airoso, emplea toda clase de artimañas y argucias para distraer y enredar al más corto. Demostrando ser un lobo feroz de mus disfrazado de corderito.

          Porque transcurra como transcurra sus partidas, siempre tiene las de ganar, al jugar presuntamente con las cartas marcadas. Poseyendo, además, otras muchas más ventajas. Siendo una de ellas, el imponer jugar siempre con la misma baraja, heredada de sus antepasados políticos. Imaginándome, el estado mugroso en el que se encontrarán el yugo y las flechas de esas cartas, después de tantos años pasando de mano en mano sin ser desinfectadas. 

          También vengo observando, desde que Rajoy es presidente del Gobierno español, que no es jugador de mus de cuatro reyes, sino del doble alterando el orden natural del juego, al convertir en reyes a otras cuatro cartas de la baraja. Y a pesar de que “el algodón nunca falla”, no se le ocurre pasárselo a los reyes de su baraja… Porque le afeitarían la barba si lo intenta, dejándolo sin el botafumeiro de la ceniza de los puros habanos, que se mete entre pecho y espalda, por las comisuras de sus carnosos labios políticos. 

          Por ello, a Mariano Rajoy, lo considero un jugador de mus con una política de juego inadecuada. Por lo que, cualquiera no puede echar la partida con él, porque han de ser de su misma condición y camarilla cara al sol con sus camisas añejas. Porque perder no quiere nunca a tenor del absolutismo que posee, a pesar de que muchos de sus contrincantes son mejores jugadores que él. Recurriendo, Rajoy, para salir airoso, hasta el intercambiarse las cartas con algunos de su caterva de juego. Permitiéndoselo todos porque nadie de su escuela política de mus, hasta hoy, se atrevió abiertamente a bajarle los humos a pesar de sus humaredas.

          Por ello, le aconsejo a Rajoy, que no prosiga echándole órdagos al pueblo. Porque al no pasar por sus mejores momentos, por las presuntas partidas de mus jugada con Bárcenas y con otros muchos barones del PP... Y como “a perro flaco todo son pulgas”, en las partidas que le quedan por jugar en la segunda parte de esta legislatura que acaba de comenzar, una vez finalizadas sus vacaciones estivales. Es probable, que se le crucen en el camino más de un jugador de parecida o distinta catadura moral o política y le arrebaten de igual forma que hizo él, para conseguir la supremacía a través de sus presuntas timbas políticas.
 
            Y cuando eso suceda, no tendrán compasión con él. Y quedará marcado como uno de los jugadores de mus más mentiroso y  falso de la política española de este ciclo democrático y anteriores fascistas. Porque con sus señas, aspavientos, guiños y hasta con presuntos pisotones por debajo de la mesa. En dos años, él y su partido el PP, han acabado jugando políticamente al mus, con el poco bienestar social que disfrutaba el pueblo (la chica).

domingo, 25 de agosto de 2013

Cátedra de toreo de Enrique Ponce en la plaza de Málaga y Galván dejó su buena impronta torera



 

 “Ponce cortó dos orejas y salió a hombros,
Galván una  y Finito se fue de vacío”

  
 
 
 
 
 
 
José Salguero Duarte
Málaga, sábado de 24 agosto

 

            Con alrededor de media entrada de público en los tendidos. Se celebró la séptima del abono, lidiándose toros bien presentados, justos de fuerza y con una nobleza y dulzura que empalagaban. No transmitiendo emoción ni la chispa suficiente para que el aficionado a la Fiesta a través del toro bravo, sintiera la sensación adecuada para no permitirle bostezar en momento alguno durante el desarrollo del festejo.

            Porque, según mi opinión, algunos de los toros fueron tan descafeinados de casta, raza y bravura. Como lo fue, sobre todo, el sexto que no sirvió para salir a un coso, pero probablemente sí, para que pareara en la dehesa a las vacas lecheras.

            Así que, como a ciertos toros de esta tarde había que sacarle los muletazos con sacacorchos. Según está la Fiesta de crisis de identidad interna  y económica casi total externa. Seguid por ese camino… porque vais a suprimir definitivamente muchos tercios de la lidia. Porque con el capote se ve ya poco. En el caballo se les enseña la puya. Los quites apenas se realizan. Y a la faena de muleta llegan toros sin que se les pueda sacar ni media docena de tandas por derecho.

            A Enrique Ponce le tocó el mejor lote (ovación y dos orejas). Finito uno regular y otro casi bueno (bronca y ovación con saludos). Y a David Galván, en el peor lote del encierro (oreja de peso y ovación con saludo).



 

            ¡Qué bien suena la música en La Malagueta! No es de extrañar, porque media hora antes de iniciarse el festejo, estaban los maestros de los pentagramas afinando sus instrumentos y haciendo boquilla con escalas musicales. Por tal motivo, gallos y desafines ninguno cuando interpretaban majestuosamente bien piezas taurinas.

            Álvaro Núñez se desmonteró en banderillas.




            Enrique Ponce, demostró una vez más, el por qué es un maestro de maestros del toreo. Porque a su primero lo toreó con empaque, quietud, temple y mucha solera. Perdiendo la oreja al írsele la mano en un feo bajonazo atravesado por un costado.

            A su segundo, lidiado en cuarto lugar, realizó una obra maestra a media altura, componiendo la figura y su compás sinfónico taurino de sentimientos y profundidad con calado de temple sublime. Estuvo cumbre y cuidó al toro entre algodones con sus diestras muñecas y sabiduría torera. Dos orejas de mucho peso. Escuchándose desde los tendidos antes, durante y después de la clamorosa y sentida vuelta al ruedo gritos de ¡Torero! ¡Torero!

              Grande Ponce. Muy grande como torero y como persona, por su vergüenza profesional y humana. ¿Quién duda, que es un catedrático y sabio del toreo? ¿Quién?

 




            Finito de Córdoba, (que sustituía a Jiménez Fortes). A su primero lidiado en segundo lugar. En el capote no le quitó ni las moscas al no colaborar el toro. En la muleta estuvo desconfiado sin pelearse con el astado. Por lo que, ante su lógica apatía, al no servirle. Se fue por la calle de nadie que tanto molesta al que pasa por taquilla. Y más, si al finiquitarlo hace la suerte de aquella manera encendiendo aún más a los tendidos. Y para colmo de males, cuando el puntillero falló estrepitosamente con cerca de una veintena de puntillazos. Recibieron una bronca monumental.

            En quinto lugar a Hurtador número 36, el ‘Fino’ le hurtó con el capote al astado media docena de verónicas y remate, rugiendo de nuevo los tendidos, pero en esta ocasión con olés profundos. En el caballo el toro no se empleó como el resto de sus hermanos del festejo, siéndole enseñada la puya. Galván le hizo un quite con dos verónicas y media muy buenas. ‘Finito’, con la muleta, estuvo son solera al sacar de su barrica torera de robles, derechazos y naturales muy buenos calando en los tendidos. “¡Qué bonito, Finito!, se escuchó por mis inmediaciones en los tendidos. Falló con los aceros. Gran ovación con saludo negándose a dar la vuelta al ruedo.
 
            David Galván, (que sustituía a José María Manzanares). Recogió a su primero de nombre ‘Garrafa’,  con los mimbres toreros de la pampa de su capote, siendo jaleado. En el caballo lo cuidaron. Álvaro Núñez se desmonteró en banderillas. Y en la faena de muleta tras brindársela al público, la comenzó con mucha firmeza dándole aire al toro, siendo muy aplaudido escuchándose ese rum rum tan peculiar de algo bueno a acontecer en el ruedo. En la siguiente tanda le acortó distancia y ahí el toro decía que nones. Prosiguió acoplándose a la embestida del animal  con mucha firmeza y torería sacándole muletazos y naturales de mucho empaque. Terminó con manoletinas muy ajustadas y desplantes calando en los tendidos su buena predisposición y saber estar en el ruedo y ante la cara del astado. Tras estocada  y descabello le concedieron una oreja importante.

            Con el que cerró plaza, número 80 de nombre ‘Enfadado’. Con el capote nada le pudo hacer, porque pasaba de embestir. En el caballo no  se empleó manseando más que una burra en celo. Y con la muleta el animal  se comportó con más de lo mismo. Lamentable espectáculo por la falta de codicia, bravura, casta, raza y tronío. Pero Galván lo intentó por activa y por pasiva jugándose la voltereta. Al final cuando pasaporteó al toro, recibió una gran ovación desde el tercio.

jueves, 22 de agosto de 2013

El Cordobés, El Fandi y Manuel Escribano salen a hombros de la plaza de Tarifa






Paseíllo de las cuadrillas
 

“Se lidiaron reses de Carlos Núñez mal presentadas,
descastadas y mansas”

 



 
 
 
 
 
 
 
José Salguero Duarte
Tarifa, miércoles 21 de agosto

 

            Con alrededor de casi tres cuarto de público en los tendidos, en tarde-noche agradable con viento que molestaba a las cuadrillas de a pie. Con un cuarto de hora de retraso, sobre el horario previsto: 20,30 horas. Se celebró el festejo programado por el empresario Curro Escarcena,  con los siguientes matadores: Manuel Díaz ‘El Cordobés’, dos orejas y oreja; David Fandila ‘El Fandi’, oreja en ambos perdiendo algún trofeo más en su primero al fallar con los aceros y; Manuel Escribano, dos orejas y ovación. Los tres salieron a hombros del coso.




'El Cordobés'
 

            Se lidiaron reses de la ganadería de Carlos Núñez, mal presentadas, descastadas y mansas. A Manuel Escribano le tocó el más malo de los tres lotes. La banda de música de Algeciras amenizó el espectáculo. La Peña de Escribano de Tarifa llevó mucho público a la plaza.




'El Fandi'
 

            La vergüenza torera de los matadores, hizo que los asistentes disfrutaran de su profesionalidad y esfuerzo por agradar. Estando muy por encima de las reses que le tocó en suerte a cada uno de ellos. Sacándole de las tripas la escasísima bravura que llevaban dentro, a base de insistir por aquí y por allá para que entraran a la muleta. En el capote mansearon sin dejarse dar ni un mantazo la mayoría de los seis de Carlos Núñez.




Manuel Escribano
 

            En fin… esto es lo que hay, porque no me apetece dedicarle ni un minuto más de mí preciado tiempo a comentar el festejo. Porque, además, hay poco por decir, salvo reiterar la buena predisposición de los espadas por agradar a la concurrencia. Luciéndose con los garapullos tanto ‘El Fandi’ como Escribano. Demostrando el gran oficio tauromaco que atesoran los tres, superando con nota alta el examen al que fueron sometidos.

  


                               Manuel Escribano triunfante
 

lunes, 19 de agosto de 2013

Despertar de José Salguero Duarte bajo los sones del Bolero de Ravel


 
Despertar de José Salguero Duarte
bajo los sones del Bolero de Ravel

 

“Un golpe seco ejecutorio, del instrumento de percusión más represivo existente en la gran orquesta sinfónica del poder político, del capitalismo e inquisición, puso punto y final a mis deleites musicales. Exclamando, ¡qué me deparará este nuevo día!”

 

 
 
 
 
 
 
 




 
José Salguero Duarte
Lunes, 19 de agosto 2013

            

            El sol salió en un nuevo día afortunadamente para mí. Pudiendo apreciar, a través de las rendijas del ventanal de mi choza, a sus rayos deslumbrarme, después de que el despertador comenzara a sonar con  sones del Bolero de Ravel. Calándome, de inmediato, el repiqueteo de la caja y de la trompeta con la sordina acoplada. Cuando tronaban notas punteadas y majestuosos solos junto a los demás instrumentos de metal y caña...

          Después del rescoldo que prendió el despertar de esos sueños, con ciertas sorpresas incluidas en el transcurrir de la noche pasada. El sonido crecía al avanzar la pieza, avisándome para que brotara de la somnolencia, para poderme enfrentar, de frente y por derecho, a los músicos sin compás de la urbe donde habito. 

          El cuerpo se me estremeció con el estruendo final de la primera parte del bolero. Sintiéndome alterado con los ruidos de sables, del trotar de los jinetes del Apocalipsis por las calles adoquinadas. Teniéndome que recubrir con las sábanas, para protegerme de los compases bélicos finales.  

          En esos momentos, se me despertaron súbitamente los sentidos. Y me dispuse a abandonar el lecho de ángeles donde yacía placenteramente. Pero al proseguir la música, respiré profundamente, al aparecer unos acordes en forma de revueltos de algas aterciopeladas de las profundidades del Estrecho.

          El piano, era el engranaje principal de la segunda parte de ese fragmento último. Los otros instrumentos aparecían delicadamente en un ir y venir por olas en calma de la bahía natal de La Línea, Algeciras y comarca. Emergiendo miel de nuevo en mis labios, gracias al mágico ambiente imaginario que se creó.  

          La habitación desprendía perfumen con sal de rosas marinas, procedente de las playas y salinas de ‘La Pepa’ de San Fernando. Pero debido a que el volumen del aparato emisor era muy sigiloso. Puse a funcionar la acústica para distinguir los sonidos que emitía. Llegando a sentir, por fin, unas delicadas manos acariciar las teclas blancas y negras del piano de cola. 

          Imaginariamente, me encontraba en un selecto ambiente  en la gran pista del baile universal. Me acompañaba una bella dama, vestida y adornada con la elegancia de una mujer madura. Y cuando uno de los camareros, que permanecía en los puntos estratégicos de la sala, se percató de nuestra presencia, nos sirvió un coctel de jugo de carolas y nácar. Comenzamos a saborearlo hasta embriagarnos sorbo a sorbo. Brotándonos radiantes complicidades cuando nos deslizábamos por la evocación corporal, sin que tropezaran nuestros calzados en cada paso.  

          Ella, majestuosa y delicada, cubría sus manos con guantes de fina seda de la India. Las besé haciendo una respetuosa inclinación en señal de agradecimiento, por lo bien que me estaba guiando con las riendas de su métrica y rítmica. No sintiéndome perdido en momento alguno, en la travesía que me hizo recorrer, por las curvas de los cuencos de sus discretos suspiros.

          Inmediatamente después, al iniciarse el acto tercero del bolero. La suave armonía de la savia que me cortejaba, hizo que soñara que nos encontráramos paseando por la orillas de la playa de Los Lances de Tarifa. Revoloteando a nuestro alrededor una banda de pajarillos, cuando caminábamos cerca de las dunas.

          Energías muy positivas percibía en esos momentos, acurrucado dentro de la mar de mis blancas sábanas. Cuando mansas y cálidas olas acariciaban mis estímulos, al escuchar palpitar el alma de esos imaginarios sueños. Resistiéndome a abandonar el remanso de paz interior donde me encontraba. Porque tenía los instintos básicos pendientes, para poder captar el significado, que el maestro Maurice Ravel quiso plasmar en su obra.

          En ese discurrir, debido al embeleso que disfrutaba, a punto estuve de quedarme de nuevo dormido. Pero, de forma bulliciosa, apareció el cuarto acto, indicándole a mis pensares, que llegó el momento, de incorporarme e intentar ser una de las herramientas para luchar por la sociedad arrasada donde resido, de esta Andalucía y España de monarquía parlamentaria con sus  titiriteros.  

           Siendo esos últimos segundos musicales cruciales, al navegar bajo el sonido de fondo de una patera a la deriva. Teniendo que achicar agua sin descanso alguno con la tinta roja de mi estilográfica. Desapareciendo bruscamente, toda la magia que había gozado, antes de poner los pies en las heladas baldosas de la alcoba. Porque un golpe seco ejecutorio, del instrumento de percusión más represivo existente en la gran orquesta sinfónica del poder político, del capitalismo e inquisición, puso punto y final a mis deleites musicales. Exclamando, ¡qué me deparará este nuevo día!

 

 

Leonardo Hernández y ‘El Cordobés’ a hombros de la plaza de toros de Marbella


 

"Leonardo Hernández, oreja y dos orejas; Manuel Díaz ‘El Cordobés’, dos orejas y palmas con saludo, y Pedro Gutiérrez ‘El Capea’ que sustituía a Jiménez Fortes, oreja con fuerte petición de la segunda y silencio" 

 




 
 
 
 
 
 
José Salguero Duarte
Marbella, 18 agosto 2013

 

En la Plaza de Toros de Marbella, con menos de media entrada de público en los tendidos. Se celebró el festejo mixto anunciado, haciendo el paseíllo el rejoneador Leonardo Hernández, oreja y dos orejas; Manuel Díaz ‘El Cordobés’, dos orejas y palmas con saludo, y Pedro Gutiérrez ‘El Capea’ que sustituía a Jiménez Fortes, oreja con fuerte petición de la segunda y silencio.




Se lidiaron reses de Buenavista con presencia pero faltita de leña en la cornamenta. El quinto fue un manso y el sexto era de la misma línea. Sin embargo, los dos de rejones fueron extraordinarios y otros dos fueron aplaudidos en el arrastre.




Realizó las funciones de sobresaliente Enrique Martínez 'Chapurra'. Tanto Leonardo Hernández como ‘El Cordobés’ tras finalizar el festejo, fueron sacados a hombros de la plaza por los capitalistas.




Leonardo Hernández.-Ante dos excelentes y bravos ejemplares con peso en la romana, pero excesivamente desmochados, estuvo en su línea de doma en los diferentes tercios. Rematando a cada una de sus reses con certeros rejones de muerte...




Manuel Díaz ‘El Cordobés’.- A su primero lo lanceó escuchando palmas. En el caballo le enseñaron la puya y en la faena de muleta que se la brindó al público, la comenzó a media altura, estando posteriormente dando muletazos por aquí y por allá. Lo mejor la gran estocada que valía por sí misma una oreja, siéndole concedida la segunda al ser potestad exclusiva del presidente...

Con su segundo, quinto de la tarde, con el capote nada le hizo al ser un manso descarado. En el caballo fue mal cogido y a punto estuvo de descabalgar al varilarguero. La faena de muleta la comenzó con firmeza pero después se derrumbó todo porque no tenía materia prima ni para hacer su salto de la rana. Y como ya tenía asegurada el salir por la Puerta Grande. ¡Vámonos que nos vamos!, a vender el pescado a otra plaza.



Pedro GutiérrezEl Capeta’.-Recibió a su primero con una larga cambiada, estirándose a continuación con el capote rematando a una mano. Estuvo con mucha voluntad y ganas haciendo lo mejor de la tarde tanto con el capote como con la muleta. A su primero lo remató con media provocando vómitos rodando el toro. Le fue concedida una oreja siéndole solicitada con mucha fuerza la segunda que no concedió el usía. Pero si se la hubiera concedido, "to er mundo e güeno", porque hubiera salido a hombros como lo hizo ‘El Cordobés’…

Con el que cerró plaza lo intentó con el capote y con la muleta pero por una u otra causa no se pudo lucir. Falló, además, con los aceros siendo silenciada su labor.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Paco Prieto recibe la Medalla de la Palma de Algeciras


 

Pepe Luis Ocaña, Paco Esteban, José Salguero Duarte, José Ignacio Landaluce,

Paco Prieto, López Canales y Miguelete

 

Algeciras reconoce a Paco Prieto


 
Las medallas de la Palma consagran toda una vida dedicada al deporte y a la comunicación de un algecireño de pro y el gran trabajo de divulgación de las jornadas de ciencia en la calle

 
EUROPA SUR

D. C. algeciras | Actualizado 14.08.2013
 
            El Ayuntamiento de Algeciras entregó ayer a Francisco Prieto Poza y a la Asociación Amigos de la Ciencia Diverciencia las medallas de la Palma de 2013. En un salón de plenos abarrotado, los tradicionales galardones ensalzaron toda una vida dedicada a la enseñanza, a la comunicación y a Algeciras, por una parte, y, de otro lado, un encomiable trabajo de divulgación de la ciencia, situando a la ciudad en un notable mapa, el de la promoción científica.

"Soy más de Algeciras que la Plaza Alta y el barrio de San Isidro juntos", proclamó con su característica simpatía Paco Prieto. No fue sólo un comentario distendido, sino que encerró un contenido de gran calado. La intervención de Prieto vino a verbalizar un bonito mensaje: al margen de cunas, raíces y avatares, uno es de donde se siente.

Prieto nació en Arjona (Jaén), pero es algecireño desde hace 52 años. El profesor de Educación Física llegó a la ciudad en el otoño de 1961 con idea de sólo quedarse un año. Pero a sus veíntipocos y en la Feria sacó a una muchacha a bailar y siguen bailando, como narró, un baile que ha dado hijos, nietos y cientos de amigos.

Prieto dejó huella en todos sus alumnos y en los muchos medios de comunicación en los que trabajó. En Europa Sur escribió El túnel del tiempo y las entrevistas de 60 preguntas, a minuto la pregunta, que ayer elevó como sus mejores aportaciones al mundo de la prensa.

En realidad en la culata de Pakopi, como casi todos le conocen, hay múltiples muescas. Tantas que es imposible reproducirlas al completo. Sirva añadir otro de sus hitos, la creación del club de baloncesto del Picadero, que amplió con secciones de otros deportes. En resumen, una vida alternando la actividad deportiva y la comunicación y regalando su compañía.

"Empezaré con un tópico, aunque de tal no tiene nada: hoy es uno de los días más felices de mi vida", arrancó su discurso Prieto tras recibir de manos del alcalde, José Ignacio Landaluce (uno de sus exalumnos), la medalla de la Palma, la patrona, de la que se reconoció fiel y devoto.

El galardonado entendió que se le había considerado acreedor del premio por su entrega a las dos profesiones de su vida. E hizo ver la plenitud que siente alguien que contraía tales méritos mientras se divertía, haciendo lo que le gusta. "Y encima me pagaban", bromeó.

"Nunca agradeceré bastante lo mucho que me ha dado este pueblo", expuso Prieto. "Los que llegan aquí nunca se sienten forasteros".

En el capítulo de agradecimientos, Pakopi, por un lado, se acordó de los amigos que formaron la comisión que propuso que fuera galardonado, esto es, el "repóker de ases" formado José Salguero, Paco Esteban, López Canales, Pepe Luis Ocaña y Miguel Ramos 'Miguelete'. Y por supuesto tampoco se olvidó de Inmaculada, la muchacha del baile, ni de sus hijos ni de sus nietos.

Prieto redondeó su intervención como la inició, confesando que era uno de los días más felices de su vida. Entonces, en ese momento, se le quebró la voz por la emoción. Fue el alcalde quien contó lo que el sentimiento y los aplausos hicieron que no se oyera entre el público. Pakopi había acabado proclamando que "viva Aesira mare". Hay que ser más algecireño que la Plaza Alta y el barrio de San Isidro juntos para acabar así.



Paco Prieto saluda a José Salguero Duarte antes de iniciarse el acto oficial de entrega de medallas


Pac o Prieto saluda a Paco Esteban antes de iniciarse el acto oficial de entrega de medallas
 


EmilioHerrera felicita a Paco Prieto tras recibir la medalla
 


Emilio Herrera, José Salguero Duarte, Paco Prieto y Patricio González
 
 
Emilio Herrera, Pepe Salguero Duarte, Paco Prieto, Patricio González,
José Ignacio Landaluce y Paco Esteban

Juan Moya (fotógrafo), Paco Prieto (profesor y periodista galardonado)
José Salguero Duarte (escritor), Patricio González (exalcalde de Algeciras por el PA)
José Ignacio Landaluce (actual alcalde de Algeciras por el PP)
Paco Esteban (exalcalde de Algeciras por el PC)
Juan Antonio Palacios y Tomás Herrera (exalcaldes de Algeciras por el PSOE)
 
 

lunes, 12 de agosto de 2013

Jiménez Fortes se jugó la vida con un manso en Marbella (Crónica y Fotos)


 
“Salió por la Puerta Grande a hombros al cortar tres orejas”

“Tanto Padilla como ‘El Cid’ cortaron una oreja”

“Las reses de Hermanos Garzón descastadas y faltas de fuerza”

 







José Salguero Duarte (Marbella, 11 de agosto 2013)

 




Con menos de media entrada de público en los tendidos, se celebró en la plaza de toros de Marbella, la corrida de toros anunciada con reses descastadas y faltas de fuerza pertenecientes a los Hermanos Garzón Mergelina. Siendo lidiadas y estoqueadas por los espadas: Juan José Padilla, silencio y oreja con fuerte petición de la segunda dando dos vueltas al ruedo; Manuel Jesús ‘El Cid’, ovación con saludos desde el tercio y oreja; Jiménez Fortes, oreja con mucha fuerza y dos orejas conseguidas con sangre, pundonor, vergüenza profesional y torería saliendo a hombros de la plaza.

Espadas



Juan José Padilla.- A su primero lo lanceó bien bajándoles las manos, sin que el astado acometiera con bravura. En banderillas fue aplaudido, sobre todo, en el segundo y tercer par al quiebro en tablas y al violín respectivamente. La faena de muleta la brindó al público, y la comenzó doblándose con mucha torería. En la primera tanda con la derecha el toro manseó siendo protestado por el respetable. Padilla tras intentarlo y no encontrar respuesta desistió y tras estocada fue silenciada su labor.



A su segundo lidiado en cuarto lugar, lo recibió con tres largas cambiadas. Toreándolo a continuación de rodillas caldeando el ambiente. Lo puso al caballo con chicuelinas al paso. Tras ser picado colocó las banderillas, siendo superior el par al violín. La faena de muleta la comenzó llevándose al toro al centro del anillo. Con la derecha le sacó algunos muletazos de calidad a pesar de los tornillazos que pegaba. Con la izquierda, que era el pitón más factible para realizar el toreo, le pudo dar buenos naturales. Tras el arrimón y los desplantes diversos, hasta de espalda y besando la testuz del toro, provocó levantar al público de los asientos. Estocada, aviso y descabello. Oreja, siéndole pedida la segunda con mucha fuerza, que no concedió el usía, dando dos vueltas al ruedo.

 


Manuel Jesús ‘El Cid’.- Al número 57 lo lanceó a la verónica escuchándose olés desde los tendidos. El toro al observar al picador en el ruedo se fue al peto como un ave a toda velocidad, siendo bien cogido con la puya. La faena de muleta la brindó al público y la comenzó a dos manos a media altura colándose en el segundo muletazo y, al tercero se derrumbó por el albero. Le enjaretó muletazos y lo cuidó entre algodones, perdiendo las manos cuando lo obligaba un poco. Se fue al otro pitón e instrumentó excelentes tandas por naturales. Realizando un faetón con mucha técnica y oficio. Falló con los aceros y recibió un aviso, perdiendo algún trofeo.



A su segundo lidiado en quinto lugar, lo lanceó con mucha torería ganándole terrenos, rematando con media de cartel. En el caballo lo cuidaron y en la faena de muleta compuso una buena obra con quietud, temple y gran oficio por el izquierdo. Tras estocada algo caída le fue concedida una oreja.
 




 

Jiménez Fortes, que debutaba como matador de toros en este coso. Tuvo que correr el turno, porque el toro se resistió a salir de los chiqueros, impacientándose el público por la tardanza. Por lo que, tras aparecer el número cinco por el albero, lo recibió en el tercio con una larga cambiada, lanceándolo a continuación siendo muy buena la media. El toro en el caballo se desplomó siendo protestado. Le hizo un quite con el capote a la espalda pasándoselo muy cerca. La faena de muleta se la brindó al público. Comenzó a media altura y posteriormente lo intentó pero el toro entraba al paso sin transmisión alguna. Se pegó un arrimón pero desde los tendidos le insistían que lo matara, pero el joven espadas prosiguió hasta que le sacó lo poquísimo que llevaba de bravura en las tripas el de los hermanos Garzón. Tras una gran estocada rodando el toro, le fue concedida una oreja con mucha fuerza y peso. 



Cerró plaza con el que le correspondía lidiar en tercer lugar. Y nada más salir al ruedo manseó más que una vaca lechera, no permitiendo ni un capotazo. En el caballo le enseñaron erróneamente la puya cambiándose el tercio. En banderillas al notar el castigo pegó los correspondientes arreones doliéndose, poniendo en peligro a la cuadrilla y a todo el que se encontraba en el ruedo. En la faena de muleta, Fortes, le plantó cara y le sacó por ambos pitones excelentes tandas. Pero como el que mansea tarde o temprano le vuelve a relucir. Al pegarse un arrimón impresionante fue volteado en tres ocasiones continuando en la cara del toro después de cada uno de los percances. Llegando el público a sentir miedo, porque se jugó literalmente la tripa, los muslos e incluso la vida. Tras una estocada pegó el toro el último arreón de manso. El diestro consiguió dos orejas ganadas con sangre, pundonor y vergüenza profesional y torera, saliendo a hombros por la Puerta Grande. Posteriormente antes de llegar al coche de cuadrillas estuvo firmando autógrafos y fotografiándose con el público que lo aclamaba en la calle. Aguantó el tirón a pesar del gran palizón que llevaba encima. No descartando que llevara alguna cornada.