lunes, 31 de marzo de 2014

Pueblo en manos de verdugos torturadores




 
Pueblo en manos de verdugos torturadores
 

“Los bancos de alimentos no dan acopio para alimentar a los millones de pobres existentes, en esta España política de rateros sin escrúpulos”

 

 
José Salguero Duarte
 

A la hora del ángelus de hace unos días, cuando regresé a la choza donde habito. Como es costumbre en mí, me lavé las manos en la palangana de porcelana desconchada, con la pastilla de jabón del lagarto que suelo gastar. No si antes, haberme cambiado el calzado que utilizo para callejear. Colocándome las pantuflas caseras de piel de borrega adquiridas en el mercadillo. Las que dejo detrás de la gantera del zaguán, para evitar contagiar mi morada, con gérmenes contaminantes y parasitarios que las infecten.

Posteriormente, una vez atados los machos del batín de torear las faenas caseras. Prendí los troncos de ‘maera’ que ‘trinqué’ de un cobertizo, propiedad de un nuevo rico andaluz de este periodo antidemocrático. Y cuando ‘la caló’ del hogar estaba  al rojo vivo como la sociedad trabajadora española. Coloqué encima del fuego, la chapa de acero que tengo, para calentar el sobre de sopa, de la manducatoria que poseía en la despensa para almorzar.  

Con la cuchara de palo que me fabricó, mi compadre el ‘Tío Pericón’ de la Cañada de los Tomates de Algeciras. Hice buena cuenta de su contenido con picatostes de pan incluidos. Debiendo indicar que, al ser un día especial de bachatas, sevillanas, sardanas y fandangos. Sin balar para que no se evaporara el caldo, los chorreones de ‘suores’ me resbalaban por el rostro pálido, famélico y cangallado. Escociéndome las sobaduras de las boqueras, en cada movimiento que hacía rítmicamente con el singular artilugio, produciéndome agujetas por la falta de costumbre. Aunque, aclaro que, me supo el cuchareo a gloria bendita, hasta cuando finiquité la sopa de letras con todo su abecedario, haciendo ‘barquitos’ con un mendrugo de pan enmohecido. Dejando interiormente el tiesto ennegrecido con hollín, más limpio que la patena de los oratorios.

¡Madre del amor hermoso!, me siguen gruñendo las tripas. Por lo que, no debo pensar en más comida. Pero sí en otros entresijos, como el de la regeneración política que urge hacer en España en estos momentos. Debiendo no hacer ganas de comer ni con el pensamiento, porque el asunto está muy tieso y los bancos de alimentos no dan acopio para alimentar a los millones de pobres existentes, en esta España política de rateros sin escrúpulos.

Aunque, al estar a punto mi maquinaria intestina de comenzar el proceso digestivo. Si sigo acordándome de ciertos marrajos sin dignidad ni ética. Se me puede avinagrar la leche condensada de burra desayunada. Porque mientras ellos gozan de delicatessen sin sufrir penalidad alguna. Al pueblo lo tienen desesperado y hastiado con tanta hambruna y medidas represoras impuestas.

Por ello, para cambiar el chip, me puse a  pegarle una pasada al hule de plástico con el paño de cocina. Y con una regadera, humedecí el suelo para que no se levantara tanto polvo como el del camino del Rocío. Barriendo después el suelo de zahorra con la escoba de esparto. Para, posteriormente, ya venteada la barraca, con vientos de Levante procedentes del Estrecho de Gibraltar. Colocar la cafetera encima del fuego para hacer café o sucedáneos de pucherete, para aliviar tanto apetito. Al que acompaño, cuando puedo, con unas galletas caseras bañadas en chocolate negro, elaboradas por mi comadre la ‘Tía María’ de la barriada de La Juliana. Combatiendo con ellas, el mal sabor a sebo añejo que me deja en las gandulas gustativas, el caldo del hueso que le pongo a la sopa, con el calcio que poseen los nísperos de las canaletas de sus tuétanos.

Cuando el agua del grifo, con sus dosis de cloro hirvió. Cogí de la alcayata que tengo en la pared, junto al cuadro del Papa Clemente del Palmar de Troya, un calcetín negro de punto fino, que conservo para este menester a forma de colador. Estando un poco desgastado por su continuado uso, pero sin avugueros. Al que le pongo, dependiendo circunstancias, un puñado de café puro, mezcla molida o achicoria… Permaneciendo los posos en el mismo. Traspasando al jarillo de lata, solamente el cafeteado mejunje.

Inmediatamente después, me senté en la silla balancín de anea. Echándome encima de las piernas la manta mora de ensillar a mi burra ‘Tomasa’. Enchufando con el mando a distancia, el televisor en blanco y negro con UHF de la marca Philips que aún poseo, con el papel transparente de colores, que se le ponía por los años sesenta delante de la pantalla, para hacer más agradable las imágenes. Y entre  sorbo y sorbo, me achicharré el cielo de la boca. Rabiando dolorosamente como el pueblo en manos de verdugos torturadores, cuando quieren hacerlo pasar por el aro, cayéndoseme lagrimones saeteros. Y hasta aquí, estimado lector, puedo proseguir escribiendo más sobre lo que le relato. Porque se me ha nublado la vista, como consecuencia de la real hambruna,  que sufren millones de hogares en esta España Borbónica.

 

lunes, 24 de marzo de 2014

Ya es primavera, no para todos



Juan Martínez Andújar "Caballero de la libertad",
José Salguero Duarte (escritor y poeta)
y Florencio Ruiz Lara "Flores El Gaditano" (polifacético artista)
 
Ya es primavera, pero no para todos

“Me acuerdo de los campos de concentraciones, como el de Mauthausen, en el que estuvo preso mi apreciado amigo (q .e. p. d.) Juan Martínez Andújar”
 
Por: José Salguero Duarte
Lunes, 24 marzo 2014
 
 El pasado jueves, 20 de marzo, a las 18,00 horas aproximadamente, comenzó el equinoccio de primavera. Estación que nos altera la sangre más que en otras épocas del año. Pero, al no haber sido recibida en igualdad de condiciones por todos los españoles, como por ejemplo, por los seis millones de desempleados y por los otros tantos millones de pobres y estafados por las preferentes o desahuciados de sus viviendas... Se les altera la sangre no estacionalmente sino distintamente que a la gente afín al poder. A raíz de la alergia crónica que les produce las arbitrariedades ejecutadas por ciertos gobernantes españoles y sus esbirros a escala nacional, autonómico, provincial y local. 
          No siendo para menos, dicha tirria existente contra los políticos. La que aumenta por segundos, si es que  se tiene algo de sensibilidad con lo que está acaeciendo en esta España de violeteras, mantillas, peinetas y flauteros. Como consecuencia de lo que se ve y se oye diariamente en los distintos medios, sobre los procederes corruptos e injusticias cometidas contra los más débiles e indefensos de nuestra sociedad civil, pagana y trabajadora.
          Provocando dichos procederes, que se hayan organizados durante los dos últimos años manifestaciones y concentraciones de toda índole, entre ellas, las de estos días de las “Marchas por la Dignidad”, apoyadas por un centenar de colectivos sociales. Marchas que partieron caminando desde distintos puntos de España dirección a Madrid. Con el objetivo de ser oídos y realizar una acampada en la capital de los reinos de Taifas actuales. Por la retrógrada política económica, social, cultural, sanitaria y jurídica… con tantos recortes ejecutados por el Gobierno del PP.
          Siendo significativo que, cuando el pueblo actúa pacíficamente de acuerdo al derecho de reunión y manifestación reconocido en la Constitución. O cuando algún colectivo o alguien se expresa de acuerdo a los principios democráticos contra la corrupción política o, reclamando libertad, trabajo y viviendas dignas…Son reprimidos verbalmente por los inquisidores tanto femeninos como masculinos existentes en la rancia derecha del PP. Y si no consiguen sus objetivos opresores con tácticas confundiendo y amedrentando a los faltos de principios históricos y políticos, utilizan las fuerzas estatales a su disposición.
          Habiendo salido a la palestra, en esta ocasión, contra los integrantes de las columnas de las “Marchas por la Dignidad”, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Equiparando dichas marchas con el grupo neonazi griego, Amanecer Dorado. Diciendo que el objetivo de las mismas: “Es un llamamiento a la revolución, a la subversión del orden constitucional, al incumplimiento de la ley. Siendo lo mismo de lo que figura en el programa del grupo griego, Amanecer Dorado, que ha sido condenado por sus políticas…”.
          Los salvadores patrios de esta nacionalista España del PP de Mariano Rajoy. Como ha quedado demostrado, una vez más, realizan acusaciones como las de Ignacio González, y otras de personajes de su misma calaña y catadura moral y política, como fueron las descalificaciones parecidas contra los escraches.
           Menos mal, que la nueva Ley de Seguridad ciudadana, aprobada en el primaveral 20 de marzo, tardará unos días en entrar en vigor. De lo contrario, el nefasto ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hasta podría haber movilizado a los vigilantes jurados, para que actuaran de acuerdo con las competencias otorgadas, contra los miles de ciudadanos de las “Marchas por la Dignidad”. Al haber iniciado su partido, la privatización de la seguridad estatal, de igual o parecidamente como lo querían hacer con la Sanidad
          Ministro que está en el punto de mira, por haberse atentado presuntamente contra los principios más elementales de los derechos humanos. Por el grave asunto de los emigrantes ahogados al intentar pasar  de Marruecos a Ceuta nadando. Y por el execrable proceder de las afiladísimas concertinas colocadas en las vallas fronterizas entre Marruecos y Ceuta o Melilla…
          Por ello, cuando veo esas alambradas y las terribles imágenes de los emigrantes sin haber sido presuntamente socorridos debidamente. Me acuerdo de los campos de concentraciones, como el de Mauthausen, en el que estuvo preso mi apreciado amigo (q .e. p. d.) Juan Martínez Andújar “Caballero de la libertad”. Al que un 19 de marzo, de hace una década aproximadamente, acompañé en la Diputación de Cádiz. Donde fue reconocida su gesta defendiendo pacífica y democráticamente sus ideales antes y durante la incivil Guerra Española de 1936. Teniendo que exiliarse como consecuencias de los vientos, mareas y tempestades franquistas...

A ti, mujer, en tus ochenta y cinco cumpleaños


A ti, mujer, en tus ochenta y cinco cumpleaños

 
José Salguero Duarte

 
A ti, mujer, esencia de azahares y de jazmines inmaculados, por ofrecer desde los jugos de los mimbres de tus entrañas, la miel y la sal necesaria para el equilibrio vital. Al poseer en la columna vertebral de tu ser, ese don innato para alumbrar y dar amor a través de tu sabia y prodigiosa naturaleza. Fruto de los dones que concebiste gracias a lo divino y a lo humano, del elixir de la casta de la madera, con la que se componen las líneas y los espacios, del pentagrama de tu obra maestra. 

A ti, mujer, batuta directriz de la gran partitura musical del Universo. Por marcar los tiempos y contratiempos, a través de los puntos y contrapuntos de la sintonía apropiada, en el devenir de tus halos. Para que velemos la inmensidad de los sones de tus ritmos, con dosis aromatizadas de romero y de rosas sin espinas, en el jardín de los edenes de tus paraísos. 

A ti, mujer, bemol de danzas y de valses de la gran enciclopedia de los afluentes de tus ríos. Caudal sonoro, transparente, puro y silvestre en las profundidades de lo dulce y de lo salado de las olas del mar, de la tierra y del cielo. Con sus nubes y con sus claros, con los que iluminas las sonrisas y los llantos del sol, de la luna y de las estrellas.

A ti, mujer, hija, esposa, madre y abuela... Por la fragancia de tus notas blancas, negras, corcheas o semicorcheas de tus principios. Con las que compones los sonidos y las letras melodiosas del afinado canto dorado. Para hacer frente a esos estruendos sonoros, con los que te topas en cualquier tiempo y lugar en el caminar diario. Al no respetarse el derecho universal de la igualdad entre el hombre y la mujer, en todos los sentidos y aspectos de nuestras mareas humanas, sociales, profesionales y políticas del caos donde coexistimos los unos con los otros. 

A ti, mujer, obrera o campesina, ama de casa o asalariada, soprano o poeta, ejecutiva o limpiadora, taxista o profesora… Por el principio de la coherencia de los instrumentos de percusión, sonido o cuerda. Con los que tienes que afinar y templar los acordes fuera de ritmos, al ser discriminada por los discordantes del penoso concierto de ciertas notas de la oficialidad imperante.

A ti, mujer, porque los latidos burbujeantes que brotan de los manantiales de los encajes de tu vitalidad. Me hacen percibir tu lucha constante por un mundo mejor, a través del sacrificio y de la abnegación por una justa distribución de la riqueza, renta y salarios. Para sacar a flote del hábitat en el que se encuentra sumergido tu núcleo familiar, en esta globalización materialista y bélica que nos imponen las pautas graves y agudas de los despropósitos. Que tanto dañan a la composición ideal de los diferentes tonos de la sinfonía, a la que todos debemos pertenecer sin distinciones. 

A ti, mujer, dama de noche y dama de día. Por ser el puntal imprescindible en los vaivenes del atril de los solsticios de mi música. Composición necesaria para mis partituras, desde que me amamantara en el vientre de mi madre. Porque, en el acontecer pasando páginas en el álbum de los años, he crecido como un junco con raíces sanas y frondosas, en la otra orilla frente a la de los poderes establecidos.

 A ti, mujer, acorde perfecto para sincronizar el timbre ideal, de las escalas de los compases mágicos del bienestar, de cualquier sociedad inscritas o no en los registros oficiales. Porque el agua del fluvial que emana de tu fuente, empapa las sequedades de las mentes opacas, obtusas y grises. 

A ti, mujer, porque el principal objetivo de los que perturban el normal desarrollo de tus áureas. Es intentar obviar, eliminar y anular los pilares y ejes fundamentales de la Tierra,  con los que debemos convivir en igualdad de condiciones. Y cuando llegue el momento en que los equinoccios entre el hombre y de la mujer sean reales, en todos los segundos de los trescientos sesenta y cinco días del calendario. Sonaran campanas de gloria, al haberse eliminado las barreras, trincheras y muros…

 A ti, querida madre, al haber cumplido recientemente ochenta y cinco años. Habiendo afrontado los ciclos que te tocó vivir con la integridad, vergüenza, decencia, trabajo y sacrificio de las personas de bien. Sintiéndome más que orgulloso de ti, porque eres la canela que me aromatiza cada segundo de mis días. No cansándome de decirte diariamente cuando voy a visitarte, que eres la mejor  y más buena madre del mundo, teniéndote en el altar que te mereces. Porque santas las hay, pero a ti pocas te ganan. Porque, entre otras virtudes y humanidades que te glorifican, es que si fue necesario te quedaste sedienta y hambrienta, con tal de alimentarnos a mis hermanos y a mí. Por ello, y más aún, te adoro mamá. Gracias.

lunes, 10 de marzo de 2014

Caida del imperio de los necios


Caída del imperio de los necios


“Celebraré cuando caigan ciertos imperios, como
le ocurriera al romano. Y más, si cuando naufragan los mismos, sus emperadores y ratas imperialistas son las primeras en intentar huir”

 





José Salguero Duarte

            

Al alba del jueves 6 de febrero pasado, con la vecindad totalmente inmersa en el más allá del dormitar en sus catres, sofás o esterillas de sus perros o gatos. Desperté de mí adormecer sin aspavientos, a pesar de que durante la noche, mi mente rememoró en forma de ensueños, acciones malignas que me impactaron recientemente, quedándoseme grabadas en el disco duro de mi cerebro. No siendo obstáculo, dichos acontecimientos nacionales e internacionales, para que le esbozara una sonrisa a los pétalos de mi rosa, que dormía junto a mí plácidamente a piernas sueltas. Renaciendo, segundos después, ella como el Ave Fénix. Emitiendo un rugido como el león de la Metro, al haberla despertado cuando al abandonar el lecho de amor camino del aseo, perdí el equilibrio pegándome un descomunal guarrazo contra el suelo, rompiéndome varios dientes. Sangrando más que un toro degollado o, cuando le hacen la circuncisión a uno en el miembro reproductor.

          Al ser yo un alma libre, levantándome cuando me despierto y acostándome cuando tengo sueño, a mi edad aún no he acatado ciertas recomendaciones, ni los buenos consejos de la flor de mi canela. Teniéndome más que dicho, por activa y por pasiva, que cuando me levante de la cama, no lo haga de forma brusca, sino con suavidad y temple, para que el riego sanguíneo diluya suavemente por todas partes de mi moldeado y atlético cuerpo. De lo contrario, puedo sufrir más vahídos, como el del jueves.  

          Es evidente, que de las caídas se aprende. Por ello,  tomo nota y ya lo sé para el futuro. Consecuentemente, como correr es de cobardes, intentaré no hacerlo ni cuando salga de la piltra... Pero errar y caerse le pasa a cualquiera, no estando exento de ello ni SM el Rey de España. Al que he visto a través de imágenes de televisión o, en instantáneas impresas o digitales de medios periodísticos y foros, rodar por los suelos  al flaquearle las fuerzas. Pero creo que, lo que se le ha dado bien a Juan Carlos, al ser un buen deportista, es hacer el salto del tigre…

          Aunque, él no ha tenido casi nunca problemas para levantarse. Porque si no puede hacerlo por sí mismo, lleva a su alrededor una legión de asistentes que correrán a socorrerlo. No creyendo, que alguien se mofe inmediatamente después, de cuando eso le ocurra al Monarca. Ni tampoco se atrevan a decirle –Levántate y anda, Juan Carlos, que no andas ya ná. Yo no lo haría, porque cuando me he caído en la calle, lo he pasado mal, sin dejar de mirar para todas partes, por si me había visto alguien. 

           Pero sí celebraré cuando caigan ciertos imperios, como le ocurriera al romano. Y más, si cuando naufragan los mismos, sus emperadores y ratas imperialistas son las primeras en intentar huir. Como le pasó recientemente al necio, fascista, dictador y torturador ucraniano, Viktor Yanukovich, cuando el pueblo se levantó pacíficamente contra él y contra su Gobierno. Siendo depuesto y congeladas todas sus cuentas bancarias internas y en paraísos fiscales. Despojándolo de sus mansiones, por sus muchas tiranías y arbitrariedades cometidas. Refugiándose ese ogro de la política, en las ubres de su protector ruso, Vladimir Putin. El que hace unos días se tomó la revancha zorra y bélicamente a lo Rommel. Pero no tengo la menor duda que, tarde o temprano, Putin, encontrará la horma de su zapato. Y le ocurrirá lo mismo o peor que al “Zorro del Desierto”, cuando Montgomery lo derrotó e hizo que se retiraran sus tropas del Norte de África, liberando Túnez en 1943...

          Carrera de cien metros lisos con salto de obstáculos incluidos, siendo grabada por una cámara de televisión y difundida. Fue la que se pegó el expresidente del Sevilla C. F., José María Del Nido. Cuando en la mañana de miércoles 5, vestido de sport, portando mochila y gorra deportiva, se personó en la cárcel Sevilla-I para ingresar y cumplir su condena de siete años, por haber trincado irregularmente una millonada de euros en el caso ‘Minutas’. No habiéndolo salvado de tener que ingresar, ni los indultos solicitados, ni las cientos de firmas de sus palanganeros presentadas... Así que, Del Nido está ya anidando en el hotel rejas a la sombra. Y como letrado que es, aprovechará, bien encunado, el tiempo que esté enrejado, para aprenderse las leyes internas de los presos. Por lo tanto, vaselina perfumada.

          Otra carrera fulgurante a la española olímpica, es la realizada por el balonmanista yerno del Rey, Iñaki Urdangarín, asesorado por grandes maestros de esta pelotera y corrupta España. Por ello, a pesar de lo mucho que presuntamente ha mangado junto o separadamente de su esposa la infanta Cristina, aún prosigue sin que haya dado con sus huesos en la cárcel, ni haya devuelto toda o parte de la millonada de euros trincados rateramente...