Falsedad e hipocresía
en el mundillo cultural…
“Cualquiera
de esos lobos disfrazados de corderitos te la podía jugar, a pesar de lo noble
que presentaban. Como es el caso del ‘poeta chusquero’ represor”
José Salguero Duarte
Domingo, 25
de octubre
Tras
mi regreso a Algeciras, después de 25 años residiendo lejos de mi querida
comarca del Campo de Gibraltar, necesitaba empaparme nuevamente de la
idiosincrasia y peculiaridades de este especial pueblo. Porque en ese periodo
de tiempo, el cambio fue enorme en España, al haberse pasado de una dictadura a
una ansiada democracia. Por ello, en las
dos últimas décadas, mis actividades periodísticas me facilitaron conocer, sin
que me lo contaran otros, todo lo que se cocía en esos mundos, que son los míos
(cultural y artístico…). Hasta el punto que, después de introducirme en las
interioridades y hacerles exhaustivas radiografías a personajes con entrevistas
publicadas semanalmente, tribunas de opinión, reportajes… el ‘algodón’ nunca me
fallaba. Porque el proceder de muchos de ellos, y de otros comediantes de
altos, medios y de bajos vuelos, de la política de las diferentes siglas y de la sociedad en general, dejaban mucho
que desear.
Provocándome
un hartazgo y empacho de tal magnitud que, me fue imposible seguir
desarrollando dicho estudio. Importándome poquísimo lo que me decían en las
entrevistas… Al interesarme solamente una o dos preguntas claves que les hacía.
Porque estaba hasta el gorro de tantos saltimbanquis, palanganeros, falsos e
hipócritas, etc. Que sólo les interesaba trepar y engordar sus egos saliendo en
la foto con el político de turno... Pero, sin embargo, las personas con
empaque, cultura, don y personalidad, que tuve el honor de tratar y conocer a
través de mis facetas periodísticas... jamás me defraudaron. Porque cuanto más
importante son por sus principios, conocimientos, estatus y rol. Más
significantes siguen siéndolo por su tacto y saber estar en todo momento y
lugar, dándole a cada cual el sitio adecuado…
Por
el contrario, los tipos gaseosos de media rosca, a los que me refiero,
pertenecientes al inmundo ‘rebaño’ ovejuno y perruno,... Nada positivo me
aportaron ni me aportan cultural, político, social, artístico, cívico, moral…
sino todo lo contrario. Por lo que, al haber cumplido mis objetivos
calándolos, lo mismo que se hacen con
los melones. Dejó de interesarme lo más mínimo el sentir y pensar de ese
poblacho, que nada contribuye al bienestar general de la comunidad, al ser todo
barbecho por seguir las lindes que le marca el poder político de turno…
Habiendo dejado de realizar esa labor periodística, porque el disco duro de mi
mente no admitía que me relacionara más con esa oscuridad. Y por negarles, les
he negado a la mayoría de ellos el saludo, sobre todo, a los que fueron y quieren
seguir siendo, cueste lo que les cueste, “el niño en el bautizo, el novio en la
boda y el muerto en el entierro”.
Recuerdo
que, en ciertas publicaciones de antaño, se ponía una coletilla que decía:
“cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”. Pero lo que cuento
en esta tribuna de opinión, es tan real como la vida y el discurrir de esos
fulanos. Hasta el punto que, mi admirado amigo el gran poeta, Domingo F. Faílde
(q.e.p.d.). Al ser conocedor de haberle cogido, servidor, el pulso a esos donnadie
de los podridos consorcios analizados. Me animó a que publicara un libro, con
una selección de las entrevistas realizadas, que detallan claramente el sentir
de lo que estoy expresando.
Consecuentemente,
ejemplos de titiriteros y bufones muchísimos tengo grabados en cintas
magnetofónicas... Hasta el punto que, durante esa gran enseñanza aprendida, no
me fiaba ni de mi sombra, porque cualquiera de esos lobos disfrazados de
corderitos te la podría jugar, a pesar de lo noble que presentaban. Como es el
caso del represor ‘poeta chusquero’, que
me azuzaba para que arremetiera en mis tribunas contra un determinado
político. No haciéndole el menor caso, contestándole que lo hiciera él si tenía
motivos y agallas. Porque supe de sus malignas intenciones, desde que me
percaté, años atrás, que ya seguía mis pasos en la Sociedad Cultural La
Perseverancia sita en la calle Munición… Siendo, dicho ‘poeta’, más falso que
Judas. Encontrándomelo, aún, de esquina en esquinas circundándome…
En
fin, otro ejemplo de falsos y traidores, es el del fulano que tuvo la
desvergüenza de pararme un día en la calle Convento de Algeciras, diciéndome:
“¡Fuiste muy duro en tu tribuna contra las recientes subidas de impuestos!”.
Contestándole –Tú me vas a decir eso, que eres uno de los organizadores de manifestaciones contra esas subidas--.
Cambiándome el tercio inmediatamente, diciéndome “es que el político… me
ha dado 80.000 pesetas, para financiar mi primer libro”. Allá tú, le replique,
--porque ese es tu precio por venderte al poder--. Libro, que fue publicado gracias
al proceder de ese indigno personaje, al que ignoro por su total desprecio a la
ética, honradez y dignidad humana…