Despertar
del adormilado pueblo
“En las últimas vueltas de tuerta se pasaron de rosca.
Motivando que, afortunadamente, comenzara un nuevo
renacer político en
España con el 15-M”
José
Salguero Duarte
Domingo,
10 de enero 2016
Creo
presuntamente que es de tal necedad y sordidez, en los actuales tiempos y
pasados de hambruna y miserias, las tretas empleadas por los despreciables
serviles del capitalismo dominante. Alfombreros carentes de vergüenza, honradez y ética, que se agrupan como las
hienas ante la putrefacta carroña, o reptando como las víboras más dañinas,
para codearse en opulentas mesas, con sus señores que ostentan pomposos
tratamientos, por los servicios prestados al régimen.
He
escuchado vociferar al trompetero actor oficial de turno “¡Majestad! ¡Alteza!
¡Excelencia!”, en escenificaciones
teatreras o cinematográficas, producidas por el séptimo u otras artes de
los pasados y actuales reinos de taifas. No teniendo duda que, la ruina
universal existente, es como consecuencia de las justicieras arbitrariedades,
extralimitaciones y presuntos saqueos llevados a cabo por malhechores de guante
blanco.
Consecuentemente,
cuando los sistemas de esas sabandijas perciben el menor lamento contra sus
métodos y dictámenes, oprimen a los
pueblos para que nadie se escarie del redil marcado. Siendo ya muchas las
vueltas de tuerca que ha soportado la humanidad sin poder alzar la voz. Pero en
muchas de las últimas se pasaron de rosca, motivando que, afortunadamente,
comenzara un nuevo renacer político. Por ejemplo, como el que brotó cuando la
indignada savia de las jóvenes generaciones, acampó en la Puerta del Sol y en
muchas otras plazas. Provocando, la histórica hazaña del ciudadano Movimiento
del 15-M, el despertar del adormilado y anestesiado pueblo español, ante tantas
desigualdades, atropellos, falsedades y mentiras...
Me acuerdo en estos momentos, de la
significativa letra de la canción
titulada En la plaza de mí pueblo, que dice:
“En la plaza de mi pueblo,
dijo el jornalero al amo,
-nuestros hijos nacerán,
con el puño levantado-.
Esta tierra que no es mía,
esta tierra que es del amo,
la riego con mi sudor,
la trabajo con mis manos.
Pero dime, compañero,
si estas tierras son del amo,
¿por qué nunca lo hemos visto,
trabajando en el arado?
Con mi arado abro los surcos,
con mi arado escribo yo,
páginas sobre la tierra,
de miseria y de sudor”--.
dijo el jornalero al amo,
-nuestros hijos nacerán,
con el puño levantado-.
Esta tierra que no es mía,
esta tierra que es del amo,
la riego con mi sudor,
la trabajo con mis manos.
Pero dime, compañero,
si estas tierras son del amo,
¿por qué nunca lo hemos visto,
trabajando en el arado?
Con mi arado abro los surcos,
con mi arado escribo yo,
páginas sobre la tierra,
de miseria y de sudor”--.