El lince ibérico, político y religioso
José Salguero Duarte
Escritor y poeta
El Faro jueves 02-04-2009
http://salgueroduarte.artelista.com/
Que el lince ibérico se encuentra en periodo de extinción ya lo saben todos ustedes, debido a que el Ministerio de Medio Ambiente promovió un programa para su reproducción en cautividad. Y es por lo que cada vez que nace un cachorro, airean la noticia debido al éxito alcanzado en esta pionera iniciativa. Y así justifican también la millonada de euros empleados. Ya que hay que preservar la flora y la fauna de nuestro entorno natural, porque unos más que otros hemos arrasado a España y al Planeta, teniéndolo crudo las generaciones venideras.
Pero, el pasado lunes, al alba con más oscuridades naturales que nunca debido al cambio horario, cuando me dispuse a leer la edición digital de El Faro, perteneciente al grupo Andalucía Información. Me quedé un poco pillado, ya que en portada venían varias noticias impactantes de linces con sus ilustraciones correspondientes.
Y una de ellas trataba que una hembra “en edad reproductora no había entrado en celo”. Pero la maquinaria científica y diplomática andaluza y española se puso en marcha con celeridad y en breve “se desplazarán hasta Jerez expertos de Berlín, para examinar a Artemisa y a la otra hembra de nombre Biznaga”, ya que tampoco sus aparatos hormonales han entrado en funcionamientos a pesar de tener edad para ello.
Esta noticia fue llamativa y preocupante para servidor de ustedes, porque al no habérseles reactivados los reactores sexuales a estas hembras, provocan que los machos ibéricos se queden a dos velas, poniendo esta anomalía animal en peligro la deseada reproducción en cautividad.
Pero, con más dinero público para este buen fin, nuestros linces políticos pueden hacer fertilizar a las hembras con otras técnicas, entre ellas poniéndoles en las jaulas películas pornos de Nacho Vidal o de Lucia Lapiedra (pareja de Pipi). Pero si el macho ibérico pega gatillazos, los expertos pueden seguir toqueteándolas hasta que entren en erupción, para después artesanalmente embarazarlas a mano, lo mismo que hizo un mamporrero con la burra Tomasa de mi tío Pericón el de la Cañá de los Tomates.
No se rían porque Hacienda es de todos. Por consiguiente, lo que se haga por y para el bien de la ciencia me parece interesantísimo. Pero, me viene a la mente los millones de españolitos y residentes legales e ilegales que hay pasando hambruna, teniendo que acudir a los bancos de alimentos y a los comedores sociales. Aunque, es peor que ciertos linces políticos se lleven nuestra manteca a paraísos fiscales.
Estimadas-os lectores, en estos días estoy viendo más que nunca la fotografía de un lince en paneles informativos junto a la de un bebé gateando, en la campaña llevada a cabo contra el aborto, por los linces de la inquisidora Iglesia Católica y sus monaguillos los del PP. Aunque, el enfrentamiento antiabortista entre estas camadas de linces contra los otros linces del PSOE y demás formaciones llamadas progresistas, es una batalla que viene desde que en la ambigua Constitución española plasmaron en el artículo 15: Todos tienen derecho a la vida.
Y, cuando a los linces religiosos o a los de la clase política les interesa tapar sus miserias, realizan campañas orquestadas similares a esta, para que olvidemos sus presuntas fechorías cometidas, estando actualmente en candelero las tramas de corrupción y espionaje del PP en Madrid y Valencia... Y las declaraciones efectuadas días pasados en el Forúm Europa celebrado en Bilbao por el obispo de San Sebastián, José María Uriarte, ofreciendo su “consuelo” a los familiares de los presos etarras.
También, se está celebrando el juicio por el caso del Yak-42, donde fallecieron 62 militares, estando de ministro de Defensa el manda huevos
político del PP Federico Trillo, siendo por entonces el Gobierno conservador del impresentable José María Aznar, poco sensible con la dignidad humana y militar.
Por consiguiente, está claro para mí, que cada formación de linces políticos hace la guerra democrática por su cuenta. Teniendo a la sufrida población crispada, al atentar reiteradamente contra la estabilidad, paz y bienestar social. Debido a que la justicia, igualdad, orden, moral, ética y dignidad política brilla casi totalmente por su ausencia, en esta libertina democracia española.
