domingo, 24 de octubre de 2010

Pedro García Vázquez, Delegado en el Campo de Gibraltar de Canal Sur (Radio y Televisión de Andalucía), entrevistado por José Salguero Duarte





Pedro García Vázquez
Delegado en el Campo de Gibraltar de Canal Sur
(Radio Televisión de Andalucía)



“El 5 de noviembre de dos mil siete recalo en la Radio Televisión de Andalucía, con la responsabilidad de ser el delegado para todo el Campo de Gibraltar”


“El periodismo es un ejercicio muy sacrificado, en el que la constancia es un elemento clave, pero está rodeado de dificultades”


“Una de las mejores cosas que me ha pasado en Canal Sur, es que puedo tener una buena relación con todos los medios”



José Salguero Duarte
Domingo 24-10-2010
Diario Área

http://salgueroduarte.artelista.com/



Pienso, que en este mundo se pude ser mejor o peor profesional pero nunca una mala persona. Y para mí fue un verdadero honor entrevistar a Pedro García, delegado en el Campo de Gibraltar de la Radio Televisión Andaluza, porque si es un excelente profesional del periodismo, es aún mejor persona al rebosarle por sus poros humanidad y bien.

-Resuma brevemente el transcurrir de su infancia y juventud
-Pertenezco a una familia formada por mis padres y tres hermanos. Nací en Madrid el 7 de noviembre de 1966. Fue una infancia feliz típica de aquellos años en los que disfrutábamos jugando en la calle con los amigos, por mi barrio de la Ciudad Lineal muy cerca de la plaza de toros de Las Ventas.

-¿A qué se dedicaba su padre?
-Era y es jefe de iluminación y ha trabajado con los principales directores del cine español entre ellos Vicente Aranda, Fernando Trueba, Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar... Y por curiosidad ahora que se habla tanto de Los tres etcéteras del coronel, que quiere recuperar Jimena de la Frontera, mi padre trabajó en aquella película.

-¿Estudios que ha realizado?
-Estudié en el Colegio Obispo Perelló de mi barrio de Madrid. Era un colegio privado con una educación tradicional de curas. Con una disciplina estricta rezándose al principio y al final de las clases. Lo que mejor saqué del colegio sin suda fueron los amigos que son más que amigos, mis hermanos.

-¡Qué bonito!, ¿fue a la universidad?
-Después de hacer la EGB y el BUP en ese colegio, pasé a un instituto público e hice COU. Posteriormente estudié Ciencia de la Información en la rama de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Entré con diecisiete años y acabé con veintidós. Y en esos años aproveché para hacer el Servicio Militar por las milicias universitarias.

-¿Qué experiencia sacó del Servicio Militar?
-Si te digo la verdad entré con mentalidad antimilitarista. Porque no entendía por qué tenía que perder un año de mi vida en ese tema. Pero supe sacarle algunos valores a aquella experiencia en las tres fases distintas en las que la hice. La primera en un campamento de Alicante, la segunda en la Academia de Caballería de Valladolid y una tercera fase en Aranjuez.

-¿Cuáles eran esos valores positivos?
-La cierta disciplina que tiene el militar aprovechando lo máximo posible las horas del día. El compañerismo que vi allí y de lo que en principio iba a ser una experiencia ingrata, llegó a ser una experiencia enriquecedora. Porque al tener el cargo de alférez fueron dotes de mandos y me hice una idea bastante exacta de lo que había entonces en la sociedad española.

-¿Recuerda alguna anécdota?
-Recuerdo una anécdota digamos graciosa ahora, pero un poco dura entonces. Y fue que el capitán de caballería del que yo dependía, cuando me presenté a él la primera vez me preguntó, “¿qué es lo que estaba estudiando?”, y le contesté que periodismo. Contestándome: “Para mí el mejor periodista, era el periodista muerto”.

-¡Vaya tela!
-Aquello fue una entrada un poco fuerte, pero demostró que fue mera apariencia, porque luego hubo una relación personal muy buena.

-¿Qué hizo una vez terminado el Servicio Militar y la carrera de periodismo?
-Empecé haciendo colaboraciones (entrevistas de cine y reportajes), en la revista Trailer, la que combinaba temas de juventud y cine. Fruto de esas colaboraciones llevaba algunas entrevistas al periódico El Independiente por si me las publicaban. Contacté con un redactor jefe de El Independiente y me abrió las puertas porque comencé un periodo de prácticas, las que en principio eran de tres meses pero se prolongaron mucho más tiempo.

-¿Qué misión desempeñaba en El Independiente?
-Estaba en la sección de documentación pero intentaba estar siempre en la redacción. Tuve la mala suerte de que cerraron tanto El Independiente como la revista Trailer. Por lo que posteriormente comencé a trabajar en un periódico sensacionalista llamado Claro, donde se primaban los sucesos y el tema relacionado con el sexo. Pero aquella idea tan solo duró ocho meses al no haber sido bien acogida en la sociedad española.

-¿A partir de ahí qué hizo?
-Fue una experiencia dura porque había mucha crisis y por esa época cayeron muchas cabeceras de periódicos entre ellas también la de El Sol. Seguí trabajando en Madrid en una revista de periodicidad mensual, la que actualmente sigue funcionando que se llama Arte Fotográfico. También hacia una revista bimensual técnica de electricidad llamada El mundo del mayorista eléctrico. Pero me aburría porque estaba acostumbrado a la dinámica de los diarios de El Independiente y Claro.

-¿Qué camino emprendió después?
-Un día estando trabajando en Arte Fotográfico, me llamó Santiago Orduña, que había sido redactor jefe mío en el periódico El Independiente. El que cuando cerró montó una agencia de comunicación. Y contactaba con todos los directores de periódicos de España, para ofrecerles los servicios de su agencia. Y me dice que ha contactado con un periódico de Cádiz en el que le indicaron que necesitaban a un redactor jefe y que él había pensado en mí.

-¿Cómo recibió esa noticia?
-En principios le dije que igual no estaba preparado para afrontar ese reto porque era muy joven. Pero me animó porque si no estaba a gusto con mi actual trabajo que aprovechara esa oportunidad.

-¿La aprovechó?
-Un día de febrero de mil novecientos noventa y dos, me llama a mi casa un señor y me dijo: “Soy Antonio Gómez Rubio, y le llamo por si le ha comentado mi oferta Santiago Orduña”. Le pregunté de dónde era el periódico y me dijo que era de La Línea al lado de Gibraltar. Fueron para mí unos días de bastantes reflexiones, porque al ser una oferta interesante había que pensarlo, pero me vine en principio por seis meses al Diario Área.



-¿Qué es lo que se encontró en La Línea?
-Llegué en tren a Algeciras y posteriormente fui en autobús a La Línea. Me alojé en un hostal que se llamaba La Esteponera que estaba en el mercado. El cambio fue drástico y total pero al pesar de que fueron meses muy duros para mí, se juntaron muchos factores para que siguiera aquí.

-¿Cuáles son algunos de esos factores?
-Una de las claves fundamentales para que me quedara en La Línea en el Diario Área, fue el excelente trato que recibí de la familia al completo de Gómez Rubio. Así como el total apoyo de los compañeros de Área. Porque tuvieron un ejercicio de comprensión conmigo grandísimo (José Luis Moreno, Germán, Pepe Correa, Eladio, Julián, Eugenio, Peña, Luna...). También tengo que destacar lo bien que me trataron la gente de la pensión.



-Esa experiencia en el Diario Área, ¿se puede decir que fue su gran universidad del periodismo?
-Sin ninguna duda que si, porque estuve cinco años, en el que veía y vivía todo hasta como se imprimía y se repartía el periódico. Conocí todos los procesos de un periódico en el Diario Área. Hoy es muy difícil que alguien los adquiera. En esos años el tema de la radio fue compatible con la jefatura de informativos de Antena3 Radio y luego Cope, que eran la concesión que entonces tenía la empresa de Gómez Rubio.

-¿Muchas horas diarias en la redacción?
-Muchos días llegaba a la redacción a las diez de la mañana y me iba a la pensión a las tres de la madrugada. Fue una experiencia única y lo recuerdo con total agrado. Les estaré agradecido a ellos permanentemente. Viví el proceso del cambio de la antigua a la nueva maquetación del periódico. Cada vez que puedo aprovecho y digo que soy un hombre del Diario Área, porque fue el periódico que me trajo aquí.

-He viajado bastante por España y observé que en determinadas capitales, sus residentes leen primero el periódico local y después el que sea. Y, curiosamente en La Línea ocurre eso con el Diario Área, ¿es así?
-Eso ocurre bajo mi punto de vista, porque el linense considera a Área como parte de la ciudad al ser el periódico de La Línea. El linense defiende sus tradiciones y todo lo que compete a su ciudad a muerte. Es una gente muy acogedora y me llamó la atención la defensa que hace por lo suyo como ocurre con La Balona. Es algo que deberían copiar otras ciudades no sólo de la comarca, porque eso lo llevan a gala los linenses el defender con orgullo a su ciudad. He observado y me parece estupendo, la campaña en la que los taxis llevan una pegatina que dice: “La Línea es un orgullo”.

-Finaliza su etapa en Área, ¿dónde se fue?
-Finaliza mi etapa aproximadamente en mayo de mil novecientos noventa y siete. Recibo una oferta para montar un periódico en Algeciras que se llamó El Faro de Algeciras, el que nació en plena feria en junio de ese mismo año, fruto de un acuerdo de una editorial de Ceuta y del Grupo Publicaciones del Sur.

-¿Cuánto tiempo estuvo?
-Estuve un año llamándose así el periódico, siendo muy bonita la experiencia pero muy dura, porque tuvimos que echar muchas horas. Posteriormente pasó a llamarse El Faro Información en el que estuve acompañado por una buena plantilla, siendo clave para que funcionara gracias a la gran profesionalidad de Manolo Gutiérrez y Jesús Cabaleiro, así como la tuya.


Manuel Gutierrez, Pedro García, José Salguero Duarte y Jesús Cabaleiro

-¿Cómo fue su posterior experiencia en La Tribuna de la Costa del Sol?
-De ahí me fui a La Tribuna de la Costa del Sol donde estoy aproximadamente ocho meses. Fue una experiencia durísima y complicada. Porque fue un periódico con un planteamiento turístico y generó por circunstancias políticas en casi un aparato de propaganda de un partido. Busqué una salida inmediata y me fui a Cádiz Información perteneciente al Grupo Información donde estuve cuatro años.

-Cádiz es una maravilla con ese embrujo que posee, ¿es así?
-Allí estuve encantado porque lo de la capitalidad debe ser un rango y en Cádiz había mucha calidad de vida. Después me pide la empresa que vuelva de nuevo a El Faro Información donde estoy cuatro años realizando un trabajo francamente bueno. Alcanzando el periódico sus mejores cotas y tú eso lo conoces muy bien. Tuvimos dificultades muy grandes en momentos concretos de la competencia que era más feroz en aquella época que ahora, pero salimos para adelante e hicimos un gran periodismo a pesar de los escasos medios que disponíamos.

-Fruto de su bagaje profesional, ¿es lo que motivó su llegada a Canal Sur?
-Hablé con José Antonio Mallou, consejero delegado de Publicaciones del Sur, y llegamos a un acuerdo para incorporarme como director de publicaciones del grupo. Pero cuando estaba buscando casa en Jerez me llaman de la Radio Televisión Pública de Andalucía, porque estaban buscando un sustituto para el subdirector del Campo de Gibraltar Fernando Silva. Tras una negociación y como me gusta tanto esta comarca con sus siete municipios además de Gibraltar… Al ver que era una gran oportunidad para tocar más profundamente el tema de la radio desde una empresa pública me vine.

-¿Cuándo tomó posesión del cargo?
-El 5 de noviembre de dos mil siete recalo en la Radio Televisión de Andalucía, con la responsabilidad de ser el delegado para todo el Campo de Gibraltar. Coordino tanto el tema informativo en la radio y en la televisión siendo una experiencia fenomenal. Me encontré con un equipo ya rodado que había hecho Fernando Silva. Y lo que he intentado es ajustarme al engranaje existente y aportar donde yo pudiera hacerlo. Estoy buscado intentar dar más contenido a nuestros informativos. Poner las noticias propias que otros medios no dan, que es lo que he estado haciendo toda mi vida profesional dirigiendo los periódicos anteriormente citados.



-¿Cómo es su relación interna en la radio televisión andaluza?
-Mi relación interna es magnifica tanto en la propia delegación del Campo de Gibraltar, como con los compañeros de Cádiz, Sevilla... Siempre te piden las cosas con un agrado impresionante y saben valorar mucho nuestro trabajo, al entender que esta es una zona singular e importante de Andalucía.

-¿Y con los demás medios de comunicación de la comarca?
-Una de las mejores cosas que me ha pasado en Canal Sur, es que puedo tener una buena relación con todos los medios. Y evidentemente mi relación personal con la gente del Diario Área es magnifica, porque los lazos se mantuvieron y se mantienen.

-¿Qué es el periodismo para usted?
-El periodismo es un ejercicio muy sacrificado, en el que la constancia es un elemento clave, pero está rodeado de dificultades. Ahora son momentos difíciles porque la calidad del periodismo ha bajado enteros. No porque hayan peores periodistas sino porque la precariedad de las empresas, han hecho que se busque más la cantidad que la calidad. Y si un periodista no tiene tiempo para investigar un buen tema. Es muy difícil que los buenos temas de denuncias surjan. El resto de riesgos al que nos enfrentamos los periodistas han existidos siempre.

-¿Recientemente ha recibido un premio en Gibraltar?
-Me lo concedió la Asociación Cultural linense Mar del Sur. Es un reconocimiento que me hace Ana León y la gente de su directiva, un poco a mi colaboración que he tenido con ellos. Son gentes que hacen una labor muy interesante y tienen entre sus valores el diálogo y la tolerancia. Pero sobre todo defienden las buenas relaciones entre el pueblo de Gibraltar y el resto de los pueblos de la comarca. Y cada vez que me han llamado para dar una conferencia en un instituto o para una entrevista en televisión, siempre he colaborado con ellos.

-Muchas gracias amigo
-Gracias a ti, porque es la primera vez que me entrevistan para un periódico y me alegro que hayas sido tú y para el Diario Área.