viernes, 9 de marzo de 2012

A la memoria del genial guitarrista Joaquín Román Jiménez 'Quino Román'

Foto: Diario Área y Peña Cultural Flamenca Linense







José Salguero Duarte
Jueves , 8 marzo 2012


Desde mi profundo respeto y admiración, quiero dedicar esta tribuna de opinión, a la memoria de un paisano muy especial de nombre Joaquín y de apellidos Román Jiménez, conocido artísticamente como ‘Quino Román', nacido el 21 de noviembre de 1949 en La Línea de la Concepción.

‘Quino', fue concebido fruto del amor entre sus padres Dolores Jiménez Montoya y Manuel Román Fernández. Habiendo adquirido desde su primer latir una marca y seña de identidad propia y genuina, debido a que manojitos de romero y de hierbabuena aflamencados lo aromatizaron con un don especial. Tanto es así, que los ecos de sus primeras pulsaciones sonaban similarmente como el sonido de una guitarra flamenca.

El aura de su madre, la brisa de su padre y su entorno familiar, fueron para ‘Quino' los raíles fundamentales, para que en sus primeros pasos en esta vida, se deslizara por un mundo mágico, en el que sólo los elegidos son llamados para ello, porque el almíbar y las exquisiteces de las sensibilidades, no están al alcance de cualquiera, sino de unos pocos.

La influencia de su cuna motivó que ‘Quino' bebiera del flamenco hasta en la luz de la luna o alrededor de una candela de leña. Habiendo sido Andrés Muñoz su primer profesor de guitarra flamenca cuando tenía unos dieciséis años. Y tras aprender en un corto periodo de tiempo lo fundamental, ‘Quino' remontó en solitario el vuelo por diferentes tablaos de la costa malagueña en busca de la gloria.

El son de su definido gran aire de tocaor fue adquiriéndolo, similarmente como las gotas de rocío cuando calan a los almendros en primavera. Propiciando su depurada técnica conseguida, que en su carrera profesional le tocara a grandes figuras entre ellos: Turronero, Pansequito, José Mercé, El Lebrijano, El Cabrero, Juanito Villar, Rancapino, Canela de San Roque, Manuel Mairena, etc., así como al rey de reyes el genial José Monje ‘Camarón de la Isla'.

‘Quino', recorrió con su buen saber y hacer muchos escenarios, tablaos y teatros. Pero aún joven regresara a La Línea donde prosiguió abriendo el tarro de sus esencias, tocando en muchos eventos e impartiendo magistrales clases a los noveles y profesionales de todas las edades que estaban imbuidos por el flamenco, por la copla y por el baile...

Cuando escuchaba a ‘Quino' en directo acariciar las cuerdas de su guitarra, una sinfonía de colores preñaba a las mariposas de mi bohemia. Pero cuando reivindicaba con toda su integridad, moral y decencia pan y justicia para los hambrientos, hacía temblar hasta los pilares de la tierra. Porque con su guitarra fue paloma blanca de Rafael Alberti, soledades de Antonio Machado, la mar de la Atunara, las nanas de la cebolla de Hernández, poemas del alma de Federico García Lorca, romancero gitano del capote de Rafael de Paula y el polen de los pétalos de mis versos y prosa.

Consecuentemente, a pesar de su fallecimiento el 16 de agosto de 2008 a los 58 años de edad, ‘Quino' perdura perennemente vivo no sólo en todos sus seres queridos, en el de todos los linenes y en el del mundo del flamenco, sino también en las distintas capas sociales que tuvieron el honor de conocer su talento y soplos. Al haber sido tan genuino con unas actitudes propias como las de los más grandiosos del cante flamenco y de la guitarra.

El pasado martes 28 de febrero ‘Día de Andalucía', pude comprobar que su duende estaba entre nosotros, porque la miel de su néctar profesional y humana marcaba el compás con dominio, temple y mando. Embriagando las cuerdas de su guitarra los manantiales de nuestros lagrimales, en el tan sentido y religioso homenaje que le fue rendido, en la Santa Misa que tuvo lugar a partir de las 13,00 horas en el Santuario de la Inmaculada Concepción, siendo organizado por la Peña Cultural Flamenca Linense.

Llegué, estimado lector, procedente de Algeciras con suficiente tiempo de antelación, ya que durante el trayecto hice relinchar a los caballos de mi utilitario. Porque quería situarme en un buen lugar del templo, para impregnarme de todo cuanto se le iba a rendir al ilustre hijo predilecto.

No siendo sorprendente para mí ni para nadie y menos aún en los allí presentes, que casi media hora antes de iniciarse el acto flamenco religioso, ya se encontrara la iglesia totalmente abarrotada de familiares, amigos, conocidos, así como de linenses y foráneos llegados hasta de más allá de nuestros mares y lindes.

Miembros de la corporación municipal, entre ellos, la alcaldesa Gemma Araujo, estuvieron presentes en tan magno acontecimiento, en un día tan especial para las señas de identidad del pueblo andaluz en general. Asistiendo también diferentes representantes de colectivos culturales, artísticos, etc.

Y si a la Virgen le fue brindada una ofrenda floral muy linensa y flamenca. Con ‘Quino' los diferentes cantaores y guitarristas que intervinieron, se vaciaron en su memoria desde los primeros sones de sus gargantas y toques. Siendo cumbre no sólo las palabras del oficiante del acto religioso. Sino el broche final de David Morales con su baile, cruzando las manos en algunos momentos de su actuación, similarmente como las lleva Jesucristo en su calvario, siendo David muy aplaudido.

Y si grande lo fue y es ‘Quino', grande es el bailaor linense David Morales y grande, hermosa e inmaculada lo es nuestra ciudad natal La Línea de la Concepción, al ser una gran madre especial y exquisita para sus hijos. Y más en esta ocasión, que se trataba de homenajear al ilustre linense Joaquín Román Jiménez 'Quino'