José Salguero Duarte
Jueves 11-03-2010
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Hace unos días transitaba por la concurrida Acera de la Marina algecireña, llamándome la atención una gran plataforma metálica, que están construyendo encima del parking de embarque cercano a la entrada principal del puerto.
Para informarme, traspasé el paso fronterizo existente entre Algeciras y la Ciudad Portuaria. Y en el cartel anunciador de lo que allí se está construyendo se lee: “Ministerio de Fomento. Obra de construcción Helipuerto de Algeciras. Puerto Bahía de Algeciras 5.415.186,60 euros. Trabajamos para usted”.
Antes de proseguir debo ser coherente al usar ciertas terminologías, por lo que intentaré ser cuidadoso para denominar a las cosas por el nombre que le corresponde. Por lo tanto tengo claro, que la Ciudad Portuaria nació a la sombra de Algeciras, y se adueñó de nuestras costas y zonas limítrofes, aportando económicamente a Algeciras lo mínimo por decir algo, debido a la ineptitud servil política de nuestras autoridades.
Y, si el Puerto de Algeciras no pertenece a la ciudad que lleva su nombre sino a la Ciudad Portuaria, ¿por qué se le llama Puerto de Algeciras?, porque es una contradicción llamar así al puerto. Y lo más lógico es que se le llamara Puerto Manuel Morón, Juan Carlos I, Princesa Letizia o Bahía del Estrecho. Por lo tanto ocurrirá lo mismo también si le ponen al helipuerto de nombre Helipuerto de Algeciras, porque es obvio que tampoco está construido en el término municipal algecireño.
Llegado hasta aquí, está claro que me siento más que molesto, porque flaco favor se le está haciendo a la ciudad de Algeciras. Y la última guinda que van a colocar con el beneplácito del ilustrísimo señor alcalde don Tomás Herrera y demás autoridades, es colocar esa plataforma para el aterrizaje y despegues de helicópteros.
Desconozco, si ciertas asociaciones y demás comparsas y chirigotas del poder local municipal, seguirán guardando silencio ante tal posible atropello. O, por el contrario, ladrarán cuando ya no haya remedio, debido al posible atentado medioambiental que llevará consigo el tremendo ruido que provocarán los helicópteros.
Creo además que los vecinos colindantes, hoteles y otros comercios de la zona aún no se han percatado, que es posible que tengan que hasta colocar contraventanas para insonorizar sus habitáculos y domicilios. Porque cuando el helipuerto comience a funcionar, esa zona se parecerá probablemente al Cabo Cañaveral.
No siendo extraño, al ser nuestras autoridades tan previsoras, que habiliten un tenderete para vender protectores de oídos. Porque el ruido y la ventolera que provoquen los aparatos será considerable. Yo, por si acaso, anotaré el horario de salidas y llegadas de los helicópteros, para que la turbulencia no haga saltar por los aires a mi sombrero. Pero para más seguridad compraré cinta elástica para ponérsela como la llevan los picadores en sus castoreños.
Desconociendo, qué harán los que usen pelucas, entre ellos los Reyes Magos de Oriente, porque la que se puede liar es chica con la guasa que hay en aseiras mares. No siendo raro que en plena operación Paso del Estrecho en verano o en la fiesta del cordero, veamos volar a más de un niño.
Pero menos mal, que debido a los temporales que azotan en El Estrecho, más de un día no podrán volar los helicópteros, por temor a que les pase como al que trasladaba a Esperanza Aguirre y a Mariano Rajoy. Aunque sería mucho peor de ocurrir eso, que fuera cuando esa zona portuaria estuviera abarrotada de viajeros.
En fin, que el Helipuerto de la Ciudad Portuaria sea para bien de España cañí. Creyendo que a los que les va a venir de maravillas es a las distintas autoridades, porque cruzarán El Estrecho sin necesidad de hacer la travesía en barcos como el resto de los mortales. Pero pregunto, ¿no había otro lugar para construir el helipuerto? Porque se hubiera evitado ese millonario coste y posibles riesgos para la población...
