viernes, 11 de noviembre de 2011
Acorralado
“Acorralados estamos más de uno, no por trincar
o por realizar hechos delictivos, sino por luchar por la libertad”
José Salguero Duarte
Viernes, 11 de noviembre de 2011
El título de esta tribuna de opinión, es el nombre del exitoso programa emitido cada jueves por la cadena privada Telecinco. El que como suele ocurrir en esta España decadente, amoral, corrupta y libertina, está alcanzando cuotas de pantalla muy importantes. Por lo que, recientemente, desde la productora y dirección del mismo decidieron ampliar su duración varias semanas más.
Como bien sabe, estimado lector, esta clase de programas llamados de la prensa rosa o del corazón, es lo que más abunda actualmente en las diferentes cadenas. Quedando claro y evidente para mí, que la millonada de acorralados por los mismos existentes en España, no se pierden una emisión ni de este, ni de cualquier otro similar como: Sálvame, Enemigos íntimos, Vuélveme loca, etc.; por presuntamente imponerlos sigilosamente el desvergonzado sistema político imperante.
La proliferación de estos reality no es por casualidad, porque están minuciosamente teledirigidos para mantener a las masas entretenidas. Consecuentemente, mientras piensan si fulano se ha tirado a mengana o viceversa. No se percatan de la subterránea triste realidad política, económica y social que les rodea a nivel local, autonómico, estatal y mundial.
No obstante, cuando hago zapping, si coincide que alguien está interviniendo en el programa ‘La Noria’. Suelo verlo si lo que dice el personaje es relevante para los intereses generales de España. Como está ocurriendo en esta edición de Acorralados, con ciertos comentarios que realiza Blanca de Borbón, hija de Alejandro de Borbón (hijo bastardo del Rey Alfonso XIII).
España, bajo mi saber y entender a través de mis particulares investigaciones históricas realizadas en archivos y bibliotecas, etc., es compleja y abstracta desde la misma cuna de su creación y hasta nuestros días, como consecuencia de las muchas extralimitaciones llevadas a cabo a lo largo de los siglos, desde las más altas hasta la más bajas instituciones.
Causas que han provocado, que le tiemblen los pilares que la sustentaron a lo largo de su grisácea historia. Porque si actualmente según el apartado primero del Título Preliminar de la Constitución de 1978 que dice: "España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político".
¿Cómo es que esos principios brillen casi por su ausencia? Porque los primeros que tienen que dar ejemplo, son los que dirigen a este país desde todos niveles de las diferentes instituciones.
Por lo tanto, me pregunto a raíz del hambre, de la miseria y de las muchas calamidades que están sufriendo millones de personas. ¡Cómo es posible!, que altos directivos de bancos, cajas de ahorros, políticos y otras especies similares… amasen enormes fortunas tan presuntamente depredadora y ratera.
Porque hasta el miembro de la familia real española Iñaki Urdangarín, Duque de Palma y esposo de la infanta Cristina; yerno del Rey de España Juan Carlos de Borbón. Según ha salido publicado en distintos medios de comunicación, está siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción.
Consecuentemente, esta noticia daña la imagen no sólo del Duque de Palma, sino también de la dinastía borbónica española, instaurada en España por el dictador Francisco Franco.
En fin... espero que no me ‘pasen facturas’, porque acorralados estamos más de uno también, no por trincar o por realizar otros hechos delictivos, sino por luchar por la libertad. Pero cuando alguien camina sin perder el rumbo hacia ella, siempre hay un mal parido que intenta torcérselo como sea.
Por consiguiente, desde que comenzara a colaborar periodísticamente en distintos medios, siempre me expresé sin rodeos. Motivando esa actitud mía, que con bastante frecuencia, me aconsejaran algunos de mis lectores, que tenga cuidado porque me puede ocurrir algo.
Al principio, no le hacía caso a esos consejos, al tenerle fe ciega en la libertad de expresión reconocida en la Constitución Española. Pero en el transcurrir del tiempo, me fui percatando, que no todo era democracia lo que me cercaba.
Consecuentemente, como lo prometido es deuda, finalizaré esta tribuna con parte de la letra de la canción: Canto a la libertad, del recordado José Antonio Labordeta, la que dedico a los aparatos represores y torturadores del planeta, porque...
“Habrá un día en que todos al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad.
Sonarán las campanas desde los campanarios, y los campos desiertos volverán a granar, unas espigas altas dispuestas para el pan.
Para un pan que en los siglos nunca fue repartido, entre todos aquellos que hicieron lo posible, por empujar la historia hacia la libertad.
Que sea como un viento que arranque los matojos, surgiendo la verdad y limpie los caminos, de siglos de destrozos contra la libertad.
Habrá un día en que todos al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad..."