lunes, 4 de marzo de 2013

Secretos, verdades y mentiras

 
 
Secretos, verdades y mentiras
 
José Salguero Duarte
Lunes, 4 de marzo 2013
 
 
 
 
          Según el filósofo Benjamin Franhlin “tres personas pueden guardar un secreto si dos de ellas están muertas”. Eso creo que es tan real y significativo, como que La Línea de la Concepción es mi ciudad de nacimiento y que el río Guadalquivir pasa por Sevilla.
          Por ello, cuando se haga algo de lo que haya que guardarse riguroso secreto, la mano derecha nunca debe saber lo que haga la izquierda. Porque de lo contrario, el secreto dura menos que un silbido, ya que el boca a boca corre más que un galgo en el canódromo de Barcelona.
           En esa capital espero estar esta semana de viaje cultural promocionando mi último libro, acompañado por la reina de mis mares, tierras y universos. A la que pido encarecidamente que siga protegiéndome con sus sabias actitudes y procederes. Porque sin ella soy un barco a la deriva, sintiéndome más perdido que Iñaki Urdangarín circulando con el viejo utilitario de su esposa la Infanta Cristina, para exteriorizar ambos austeridad en estos momentos tan delicados que atraviesa la Casa Real de España por lo de Corinna… y por estar él imputado de haberse presuntamente enriquecido innoblemente. 
          De Barcelona, guardo inolvidables recuerdos, porque cuando tenía unos dieciséis años llegué allí con lo puesto a principios de los setenta, huyendo de la hambruna existente en Algeciras y comarca. Y durante los años que permanecí ganándome el sustento de sol a sol en una fábrica llamada Cetrisa sita en Hospitalet de Llobregat. Y por las noches estudiando o ensayando con la banda de música la Principal de Hospitalet, se me abrieron los ojos hacia el mundo.
          No obstante, en este viaje a pesar de mis dulces y agrios recuerdos de aquella época. No tengo intención de probar el pan con tumaca, porque tengo que prevenir el colesterol y el ácido úrico. Debiéndole hacer caso a las recomendaciones de mi médico, porque de lo contrario, las arterias se me obstruyen y la ‘papa’ me puede pegar un susto, como el que me pegó el ataque de gota que padecí, no por consumir magra en grandes cantidades como Felipe II ‘El gotoso’, sino hojas verdes de acelgas o espinacas…
          Pero para susto, los que tendrán por el cuerpo los que hayan ido al Restaurante La Camarga de Barcelona, por aquello de la trama de espionaje que saltó a la opinión pública hace unos días, realizada por la agencia de detectives Método 3.
           ¡Menos mal!, que no se me ocurrió años atrás ir a papear a ese lugar, aunque en este viaje sería el mejor momento para hacerlo, porque habrán hecho un gran barrido por todos los rincones. Y por no quedar no quedará ni el florero donde colocaron el micrófono para escuchar cuanto se dijeron la presidente del PP de Cataluña Alicia Sánchez  Camacho  y la expareja del presunto hijo corrupto de Jordi Puyol.
           Los submarinos, chivatos, espías y correveidiles...tanto de los géneros femeninos, masculinos y neutros se mueven por cualquier lugar. Y en el Gran Debate de Tele5 de la noche del sábado 23F, emitieron la cámara oculta del seguimiento que le hicieron al duque, Iñaqui Urdangarí, en el avión en el que se desplazaba a Palma de Mallorca, al tener que hacer en la mañana de ese día, el paseíllo de la vergüenza  hacia los juzgados, para prestar declaración y ser interrogado por el juez, por su imputación en el caso Nóos.
          Al hilo de los secretos, el expresidente de la comunidad cántabra, Miguel Ángel Revilla, personaje que me caía bien ejerciendo la política y ahora también, de momento. En el programa ‘Pido la palabra’ de Canal Sur del viernes 22. Dijo que le quedaban aproximadamente una media de 15 años de vida y que durante ese tiempo que le resta hasta la llegada de su último viaje, “va a decir lo que piensa desde su libertad, al no estar sujeto a siglas políticas”.
          Nunca es tarde, Miguel Ángel, pero esa actitud la debería haber tomando siendo político. Porque si de mi hambre mando yo, de mi libertad también, es lo que hice desde que nací a pesar de las muchas adversidades sufridas, Aunque se está al filo de la guillotina, porque intentan quitante la libertad al menor descuido. Y supongo que usted ejerciendo la política, algo se habrá tenido que tragar doblado y mantenerlo en secreto. Porque de lo contrario, si lo divulga, se le caería hasta el bigote, porque en esos casos es posible que no respeten libertad de expresión alguna.
 
          Manuel Azaña (1880-1940), escritor y presidente de la Segunda República española, con respecto a guardar un secreto, al decir que: “En España la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro”. Este ‘Caballero cubierto’ José Salguero Duarte, no ha escrito uno sino dieciséis libros, siendo el último de ellos el titulado: Vómitos de un volcán. En el que a igual que en los anteriores, lleva escrito para que se sepa muchos secretos, verdades y mentiras que me impactaron en el pasado año 2012.
 
Rincón poético
 
SUS MANOS
 
Sus manos.
Sus manos entre todas,
entre todas las manos manchadas,
con el devorador ritmo de sus danzas
y los vellos rellenos de estrías,
teñidas con racimos de polen,
ocultos de mustios harapos.
 
Sus manos.
Sus manos que fueron las que maltrataron,
a parejas de esquirlas florecidas,
en los viajes recorridos por la oquedad,
de sus escombros añejos.
Sus manos.
 
Sus dos manos con cinco dedos cada una,
y sus espigas rugosas y enfermas,
zumbando el tacto de sus corazones,
hacia la hojarasca de los difuntos.
 
Sus manos.
Sus manos ardiéndoles,
en sus lluvias de otoño,
de inéditos lloros, abominables,
cuando emerge la maldad de sus fuegos.
 
Sus manos.
Sus dos manos manchadas,
sin que los blancos guantes,
puedan hacer desaparecer sus delitos.
 
Sus manos.
Sus dos manos.
 
Nota: Del libro de poemas: Setenta y cinco lunas,
de José Salguero Duarte.