Los cipreses creen en
Dios y en el PP
"A algunos del aparato propagandístico oficialista, les faltó haber llevado puesta la cofia con su caramba y el delantal"
José Salguero Duarte
Lunes,
2 de septiembre de 2013
Hace unos días, las cadenas de televisiones estatales
y autonómicas, emitieron imágenes de un grupo de políticos del PP, arropando en el follaje de una arboleda de
Galicia, al jefe de esa formación y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que
se encontraba por allí disfrutando de sus vacaciones estivales.
Dicha estampa gallarda del presidente
escoltado por un numeroso séquito fue patética. Porque el PP al querer
exteriorizar fortaleza y unidad en su formación. Consiguió en mí todo lo
contrario, con esa pantomima de caminata siendo llevado en volandas y casi bajo
palio por sus afines y serviles. Faltándoles presuntamente a algunos del
aparato propagandístico oficialista, haber llevado puesta la cofia con su
caramba y el delantal.
Dichas vacaciones estivales del
presidente, creo que no habrán sido del todo placenteras para él. Porque al no
tenerlas todas consigo, tras ser obligado por el PSOE a primeros de agosto a
que diera explicaciones en el Senado sobre el caso Bárcenas, y sobre la
presunta financiación ilegal del PP... Las habrá empleado en preparar
diferentes estrategias para hacer frente a lo que se le viene encima. Porque la
presunta jauría política del PSOE y de los otros partidos, no le van a dar
tregua alguna, e irán a por él hasta conseguir morderle en la yugular de su
política, desde el minuto cero del nuevo curso político 2013/2014 que acaba de
iniciarse.
Comienzo del curso que amenicé en mi gramola
con marchas fúnebres, porque es un calvario lo que está sufriendo el pueblo. No
teniendo esperanza alguna de que ni el PP ni el PSOE con sus trouppes y
palmeros, tengan capacidad alguna para
solventar ni a medio plazo, la ruina a la que nos han llevado los unos y los
otros. Con el agravante, además, de estar inmersos tanto el PSOE y la UGT de Andalucía, así como el
PP a nivel nacional, en solventar las presuntas miserias internas que les
enfangan hasta las cejas.
Consecuentemente, creo y entiendo, que
las distancias y las directrices a seguir en el libro de rutas, las debe marcar
siempre el pueblo y nunca los políticos. Por ello, a Mariano Rajoy, tenían que
hacerle el mismo caso que él le está haciendo al pueblo llano, contribuyente y
trabajador español, desde que se alzara con la presidencia del Gobierno, a raíz
de la mayoría absoluta alcanzada en las elecciones generales de hace un par de
años.
El golpe ‘democrático’ que asestó
Rajoy a la población española fue durísimo, tras alcanzar la poltrona después
de esas elecciones generales. Pillando a centenares de miles de sus votantes en
fuera de juego, al no intuirse ni mínimamente las intencionalidades políticas
de Rajoy, presuntamente preparadas en connivencia con el capitalismo y con la Iglesia.
Aunque, lo peor en España creo que aún
no ha llegado. Por ello, desconozco, después de los más de seis millones de
desempleados existentes actualmente, muchos de ellos viviendo en extrema
pobreza, ¿cuántos españoles más seguirán engrosando las listas del paro? Porque
los del PP de Mariano Rajoy y los otros van a proseguir desplumándonos e
hipotecándonos de forma vitalicia sin ningún pudor. Mientras ellos y los suyos
han disfrutado y seguirán disfrutando de toda clase de delicatessen. Brillando
por su total ausencia en España la justa distribución de la riqueza.
Así que, de proseguirse por esta
calamitosa senda, de presuntos arbitrarios rateros y mangantes de guante blanco
que hostigan, reprimen, carcomen, sangran y exprimen a las clases menos
favorecidas. En España, cabe la posibilidad, de que ocurra una hecatombe
parecida o similar, a lo acontecido en el mil novecientos treinta y seis. Pero
si eso llegara a suceder, fatalidad que jamás deseo. No seré el que enarbole
bandera alguna, porque todas están manchadas, hasta de sangre inocente. Y como
la reconciliación nacional es imposible de conseguir por la inquina existente,
aún proseguimos de duelo.
Siendo un claro ejemplo de lo
anterior, lo acontecido en el programa
de Las Mañanas de Cuatro de hace unos días, cuando al ser preguntado el
portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, si “los miembros de las Nuevas
Generaciones del PP, que exhiben símbolos y banderas fascistas, ¿serán
expulsados del partido?”. Contestó entre otras cosas: “En otros partidos
tampoco deberían exhibirse banderas anticonstitucionales como la republicana. La República provocó un
millón de muertos”.
Como don Hernando y hasta los cipreses
creen en Dios y en el PP. Yo, no, porque Dios es inexistente y el PP al que él
pertenece es retrógrado. Y quien provocó tantos y más muertos, fue el golpe de
Estado de 1936 del tirano Franco, derrocando a la II República Española,
emanada democráticamente de las urnas.