viernes, 28 de febrero de 2014

Un martes y trece con Paco de Lucía


José Salguero Duarte y Paco de Lucía
(Camerinos del Campo de fútbol de Jimena de la Frontera -Cádiz-  el 13-7-2004)


“Minutos antes de estar con él en su camerino, le comunicaron que le habían concedido el premio Príncipe de Asturias"
 
 
 
José Salguero Duarte
 

         El martes, 13 de julio  de 2004, a las 22,00 horas, estaba programado que el maestro de la guitarra flamenca, Francisco Sánchez Gómez, conocido universalmente como Paco de Lucía,  ofreciera un concierto en el IV Festival Internacional de Música de Jimena de la Frontera. Dos horas antes de que diera comienzo, me encontraba en las puertas de su camerino. Encontrándose por las inmediaciones sus cantaores, músicos y Ramón  de Algeciras hermano del monstruo de La Bajadilla, al que me dirigí por si quería facilitarme el acceso hasta el genio algecireño. Indicándole que era para saludarlo y para dedicarle mi último libro titulado Arte y lamentos taurinos. Contestándome que se encontraba un poco nervioso y estaba preparándose para el concierto.

          Ramón entró, y no habiendo transcurrido escasos minutos, abrió las puertas indicándome que pasara. Me situé en el centro de las mismas, reinando en su interior un inmaculado silencio, donde no se percibía la respiración de los ángeles. A escasos cinco metros se encontraba Paco de Lucía sentado en una silla de anea tocando la guitarra, vistiendo pantalón y camisa vaquera. Su mirada se clavo en la mía y le pedí permiso para llegar hasta él. Y con voz andaluza de pura cepa me contestó: “Adelante, por favor".  

          En esos segundos mi cuerpo sentía unas sensaciones difíciles de narrar, porque había deseado encontrarme en esa situación desde mediados de los años sesenta, que fue la última vez que bebí de sus fuentes directamente, cuando de jóvenes jugábamos unas pachanguitas al fútbol por las inmediaciones del Hotel Bahía de la playa del Rinconcillo de Algeciras, playa enclavada en el corazón de este pueblo especial, donde muchos parece que fuimos amamantados con vinagre. Porque aquí nadie es profeta en su tierra, porque las envidias y zancadillas están sembradas por sus calles y plazas mucho antes de que Almanzor perdiera el tambor del rumbo de al-Andalus. Pero debido al embrujo de este rincón especial, Algeciras y su Bahía, fueron y son cuna y fuente de inspiración para el maestro Paco de Lucía, Ramón de Algeciras, Pepe de Lucía, Camarón de la Isla, Alejandro Sanz, Miguel Mateo Miguelín y otros tantos escritores, poetas, músicos, cantaores, toreros… nacidos en la universidad de la vida. 

          Cuando llegué hasta él, comencé a explicarle algo sobre el libro. Y el Dios de los maestros del cante y del baile me miraba fijamente, no dejando en ningún momento de acariciar su guitarra, haciendo reír y llorar a las cuerdas de la misma. Costándome un mundo terminar de escribir la dedicatoria, porque estaba más pendiente de lo que me estaba regalando sus dedos que de lo que le escribía. Pero lo finalicé y se lo entregué, dándome las gracias y un apretón de mano, siendo el único momento que dejó de tocar. 

          En el exterior me senté con algunos componentes de la organización y artistas que le acompañaban en la gira, comunicándome uno de ellos en la charla que manteníamos lo siguiente: “Poco antes de que entraras, le han comunicado que le habían concedido el premio Príncipe de Asturias y los teléfonos no dejan de sonar". 

          Inmediatamente después comencé a analizar ese momento cumbre para cualquier ser humano, cuando le comunican la concesión de tan digno y prestigioso galardón. Creyendo que a otros me los hubiera encontrado saltando de alegría y el camerino abarrotado de gente; pero al maestro Paco de Lucía me lo encontré como si estuviera en un retiro espiritual y en su rostro no exteriorizaba lo que le acabada de acontecer con tan digno reconocimiento.  

          La guitarra flamenca ha sido su compañera de viaje desde su más humilde infancia. Y desde los ochos años extrae de sus entrañas ocultas e invisibles, los sonidos jamás imaginados por cultos con títulos universitarios o con certificados expedidos por el anterior régimen y los actuales democráticos. Gracias, maestro Paco de Lucía. 

          Esta tribuna, fue publicada en diferentes medios de comunicación donde colaboraba por entonces, entre ellos, en El Faro Información, el 22 de julio de 2004... Y meses después, el 18 de septiembre de ese mismo año, me desplacé hasta Logroño, donde el maestro daba un concierto con motivo de la inauguración del nuevo auditorium. Estando con él antes y después de su magistral lección, firmándome varias fotografías. También  asistí a su concierto celebrado en la plaza de toros de Jerez en agosto de 2010 y otros, de los que realicé diferentes reportajes periodísticos, siendo publicados en diferentes medios…        Lamentablemente, el maestro falleció el miércoles pasado, 26 de febrero de 2014.

          Descanse en paz, y me descubro ante usted.