Hay
que atar bien los cabos con los golfos
“Es muy difícil conocer a todos los presuntos golfos que
hay en la política. Debiéndose atar muy
bien los cabos con ellos, para no dejarse ni uno sin contabilizar”
José
Salguero Duarte
Lunes,
8 de junio 2015
No crea, estimado lector, que a las 07:00
horas de la mañana del viernes, 5 de junio,
tras servidor de usted, tomar la infusión de ‘yerbabuena o té moruno al
mojo picón’, que me suelo beber para aligerar mis intestinos, sufría un vahído
o desliz diarreico, cuando me encontraba
plasmando negro sobre blanco, los primeros compases de esta tribuna libre de
opinión. Aunque, lo más cierto es que, la picadura que me pegó una medusa del
tamaño de las tapaderas de las perolas cuarteleras de los ejércitos franquistas…, a media mañana del pasado miércoles, cuando
buceaba en las aguas de la playa del Rinconcillo de Algeciras. Traspasó, según
comentarios de los bañistas que se aglomeraron a mí alrededor, el traje de
neopreno que llevaba puesto. Quedándome helado, hueco y vacio sin orín para combatir el gran escozor que
padecía.
Viéndome obligado, a pesar de ser agnóstico, tener que rezar un
padre nuestro rociero, mientras me acercaba a un chiringuito cercano, para que
me impregnaran la zona inflamada con vinagre de tintorro de tetrabrik.
Provocándome el dolor, casi 72 horas después, que se me suba la ‘bilirrubina’
por las letras del teclado del ordenador. Saliéndome este batiburrillo, no “sin
ton ni son”, sino todo lo contrario, porque todos los “caminos llegan a Roma”.
Pero no desde la tierra del papa Francisco y
de la pasta, sino desde el embrujo de mi atalaya, tras haber dejado correr las
legañas por el desagüe del lavabo. Me encuentro enfurruñado tras roer la piedra pomez de mi parienta. No
habiéndome atrevido, en mis angelicales sueños de la noche pasada, ni de arrojar un puñado de monedas en la Fontana de
Trevi, pidiendo un deseo para erradicar
a la presunta gran cantidad de cabos y golfos existentes en esta España
hemorrágica de sangre azul, roja o de horchata con longanizas. Porque hasta
allí pueden llegar algunos de ellos con sus jaurías, ‘vacunadas o no’, para
evitar que se cumplan mis planes. Al estar acostumbrados a ponerles impunemente
al pueblo el pie en el cuello, dejándolo
directa o indirectamente desplumado y sin derecho a réplica alguna.
No extrañándome, por tanto, que el actual
Gobierno español, como lo hacen los gobiernos totalitaristas, prosiga con sus
férreos propósitos de castigar y reprimir ciertos derechos y libertades
fundamentales consagradas en la vigente Constitución de 1978. Por ello, el PP con el apoyo de CiU, están haciendo lo
posible para que no se difundan imágenes de presuntos golfos políticos cuando
son detenidos, como las del presunto sinvergüenza y repugnante ratero, Rodríguez
Rato, (exministro del PP, expresidente de Bankia, expresidente del Fondo
Monetario Internacional etc., etc.).
Como las corruptelas en España no cesan, el
jueves pasado Lucia Figar y Salvador Victoria, consejera de Educación, y de la
Presidencia y de Justicia de la Comunidad de Madrid respectivamente, cesaron de
sus cargos, al ser imputados en la ‘Operación Púnica’ del encarcelado Francisco
Granados, y de una docena más de presuntos golfos del PP o afines a esas
siglas.
Pero no sólo el PP tiene presuntos corruptos
en sus filas, sino presuntamente también los tienen otros partidos, como es el
caso de IU, con su excandidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid,
Tania Sánchez, que ha sido imputada junto a su padre (cuando era concejal) y el
alcalde de Rivas-Vaciamadrid. Acusados los tres y otros más, de haber cometidos
presuntamente prevaricación, malversación y tráfico de influencias en el ‘caso
Aúpua’. Otorgándoles, entre los años 2002 y 2008, al hermano de Tania y a sus dos socias
contratos por 1,4 millones de euros.
Por
ello y mucho más, que se esmere la
prensa libre… en cumplir diariamente con su cometido, antes de que entre en
vigor la nueva ley mordaza del PP y CiU. Para que el pueblo contemple, a través
de fotografías o de las pantallas de televisión, a los presuntos corruptos
caminos de la Justicia. Siendo evidente, excelentísimo señor Mariano Rajoy, que
las televisiones no son culpables del pésimo resultado obtenido por su PP en las pasadas elecciones,
sino la presunta mucha mierda impregnada en sus siglas (PP). Aunque es muy
difícil conocer a todos los presuntos golfos que hay en la política. Debiéndose atar muy bien los cabos con ellos,
para no dejarse ni uno sin contabilizar. Pero por mucho celo que se ponga,
siempre se dejará a más de uno sin reseñar, por no encontrarse el golfo al
alcance del ojo visor del registrador. Pero mucho menos, de los ‘notarios’
oficiales que son los que tienen que dar puntualmente fe, sin excusas ni
pretextos, de los cabos furrieles y de los golfos existentes, pasándoles el
‘algodón’ con su cromatismo apropiado, para no errar en el intento a pesar de
mirar, presuntamente a veces, hacia
otros flancos.