jueves, 28 de mayo de 2009

ACTOS CULTURALES EN EL KURSAAL



Actos culturales en el Kursaal



José Salguero Duarte
Tribuna jueves 28 mayo 2009
El Faro (Grupo Andalucía Información)
http://salgueroduarte.artelista.com/


Desde hace un par de años y hasta la fecha. Todas aquellas personas amantes de la cultura y de las artes, así como la ciudadanía en general, tenemos una cita importante en el edificio Kursaal, debido a que el ex alcalde de Algeciras, Patricio González, está realizando una excelente labor, desde la emblemática joya arquitectónica diseñada por el tarifeño Pérez Villalta. Programando diferentes ciclos culturales y artísticos durante el año, llegando a las raíces más profundas del pueblo.


El lunes pasado tuvo lugar el encuentro de corales. Para hoy jueves está previsto que actúe la orquesta Muñoz Molleda de La Línea. Y para mañana viernes a partir de las 20,00 horas, ofrecerá un concierto el coro algecireño Brisas de la Bahía, del que es su directora Maruja Mora. Esperándose una gran asistencia de público, como ocurrió con el gran lleno que hubo la semana pasada, en el interesante y significativo concierto, que ofreció la joven orquesta de Algeciras Amigos de la Música. En el que hubo numerosos hechos significativos que no pasaron desapercibidos para mí. Retrotrayéndome a la infancia, sustituyendo imaginariamente a algunos de esos niños de la joven orquesta por mis compañeros músicos Pepe Rubio, Luis Martínez Torres “Guachi”, Coronil, Arjona, Antonio y Pepe Perles, Castro, Pipo, Cerro… Y, al joven clarinete que se encontraba junto al órgano por mí. Por tener una gran similitud conmigo, de cuando a principio de los sesenta tenía yo unos diez años de edad.


Porque su repeinado con flequillo y las gafas medio caídas marcando el compás con el clarinete. Era una imagen muy semejante a la que yo tenía, cuando formaba parte como clarinete principal de la banda de música juvenil, creada por Rafael Ginés, capitán músico de la banda del Regimiento Infantería de Algeciras.


Siendo significativo también, que el veterano Roberto que estaba tocando la caja con esta joven orquesta. En aquellos tiempos, tocábamos juntos en las novilladas nocturnas que se celebraban en la desaparecida Plaza de Toros La Perseverancia.


Aunque, no crean que fue todo de color de rosas a esa edad por los años sesenta, porque en las tardes-noche con frío, lluvia, truenos, calor o heladas y con el estómago tiritando, ensayábamos de lunes a viernes en el actual edificio de la Juventud. Teniendo además que estudiar diariamente solfeo, para examinarnos por libre cada trimestre, en el conservatorio Manuel de Falla de Cádiz. Finalizando mis cuatro cursos de solfeo obligatorios en el año sesenta y ocho. Habiendo teniendo que compatibilizarlos con el bachiller. Y con algún trabajo que realizaba por las tardes para ganarme unas pelas.


Pero, como todo esfuerzo tiene su recompensa, aquellas enseñanzas musicales me proporcionaron las pautas, para que me desenvolviera en la sociedad por los cauces morales y éticos de todo niño sensible, perfilado bajo los sones musicales. Siendo esos años sin duda alguna, los mejores de toda mi existencia, porque me sirvieron como pilar fundamental, para adquirir y desarrollar a lo largo de mi más de medio siglo de existencia, un modo de ser con un talante basado en el respeto, la tolerancia, la comprensión y la dignidad. Pero jamás fui conformista, al ser muy reivindicativo y combativo contra las injusticias ejecutadas contra las clases sociales menos favorecidas.


Y, como siempre entendí que la cultura es lo que mueve y debe mover a los pueblos; debiendo en todo momento y lugar estar muy por encima de cualquier interés político. No se me caerá el sombrero en esta ocasión al felicitar a Patricio González, por estos momentos culturales mágicos que nos regala. Y más en estos tiempos amorales y huecos, en los que me aferro a la cultura como los cristianos a sus imágenes, procesiones, romerías y chiringuitos. Porque cuanto más sé, mejor me siento.


Pero, cuando me adentro en las profundidades de los libros, me percato de lo mucho que hay por aprender. Aunque me siento felicísimo e inmensamente rico cultural y artísticamente por los logros conseguidos. Porque lo alcanzado en estos siete últimos años lo hice desde mi absoluta independencia, sin solicitar ayuda de tipo alguno ni oficial y ni privada. Porque entiendo que ese es el canon que se debe pagar para mantener la libertad.