viernes, 15 de mayo de 2009

FERIA DEL LIBRO DE ALGECIRAS 2009






Feria del Libro de Algeciras 2009


06/Mayo · 21:38 · José Salguero Duarte

Días pasados visité la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Algeciras. Y aunque la concejala de Cultura de IU en el Ayuntamiento de Algeciras, Inmaculada Nieto, haya cambiado la envoltura o continente, el contenido de ese mercadillo es similar que en años anteriores y, salvo raras excepciones las ofertas que exponen están más leídas que las novelas del Coyote. Aunque, aconsejo que la visiten porque siempre es más recomendable leer ciertos ejemplares de ese rastro antes que la prensa rosa.

Pero, es evidente, que doña Inma ha hecho bueno a su antecesor en el cargo. Y menos mal que en esta edición no se venden libros al peso como sucedió el año pasado, recibiendo razonadas críticas entre ellas la de Juan Emilio Ríos; la viñeta de Maro, que en paz descanse, y las mías en El Faro debido a que un libro no es un boniato, ni una lechuga, ni una patata, ni una coliflor. Y, ni tampoco es el panfleto o programa electoral de IU de las pasadas elecciones municipales, el que doña Inmaculada Nieto vendió al peso al PSOE a muy buen precio político.

Porque, entre otras promesas electorales de IU si alcanzaba el poder, era realizar una auditoría en las cuentas municipales algecireñas. Y, una vez que IU saboreó las mieles del triunfo nada más tomar posesión de sus concejalías, doña Inma traicionó a los que confiaron en ella a través de las urnas, dando una larga cambiada haciendo mutis por sus rizos políticos debido a su sumisa y alfombrera política hacia el PSOE.

Por consiguiente, si lo de Rosa Aguilar dando la espantada de IU, echándose en los brazos del tránsfuga Gobierno socialista de la Junta de Andalucía de José Antonio Griñán, es una muestra más de lo que está pronto a suceder debido a la división interna existente en IU. No me extrañaría lo más mínimo que a doña Inmaculada Nieto según su proceder político, se le raye el disco de Triana Pura y sea contagiada por una gripe o peste política similar a la que padece Rosa Aguilar. Así que, señora concejala, siga usted desautorizando a miembros de su formación, cuando aireen públicamente la catastrófica situación política, urbanística, cultural o económica que atraviesa el Ayuntamiento de Algeciras. Porque de lo contrario el PSOE no la amamantará en sus ubres políticas y ni le dejará salir en la foto.

En otro desorden de cosas de la Cultura algecireña Carlos Prieto, artífice de esta feria del libro, el pasado 22 de abril en la sección Cartas al director de El Faro, apuntaba que: “Un escritor algecireño que triunfa fuera de nuestra ciudad nos visita a dar una conferencia y al término al ser preguntado por la situación de la Cultura algecireña contestó: “Está perdida, yo hace tiempo dejé de preocuparme de ella”.

Don Carlos, si Roma no paga a sus traidores, la política oficial algecireña sí. Creyendo sea esa la causa para que determinados escribas locales, para conseguir sus objetivos pierdan hasta su libertad personal y literaria, convirtiéndose en mercenarios de la pluma. Y al escribir desde sus estómagos atiborrados de gachas y con el culo prieto me provocan asco y náuseas vomitivas.

Porque, conozco a un Sancho Panza de la escritura, que sin gustarle el balompié pero sí el baloncesto, se prestaría a hacer el saque de honor en un partido de fútbol y, escribiera hasta libros de Tauromaquia sin ser aficionado. Aunque, si quiere aprender de qué va el arte de Cúchares y no el de la cuchara que ya domina con maestría, que visite la web taurina www.desdelcallejon.com de la que es su director y gerente Juan Téllez.

Por lo tanto don Carlos, no espere que esos escritores, poetas, historiadores, pintores, cronistas, periodistas… critiquen, puntualicen y opinen objetivamente sobre la caótica situación que se encuentra Algeciras en todos los órdenes. Y menos de la Delegación de Cultura, de la concejala Inmaculada Nieto, porque no le publicarían y ni les dejarían que se acercaran a la hipócrita mesa política, para recoger las migajas que el poder deja caer, para cebar a los que están echados a sus pies, a los que en su día dediqué en mi poemario Cuando respira el mar, el poema titulado Mulo terco que dice:
“El mulo terco del pensar,/ que llevo incrustado en mi cuerpo,/ no me deja ver la claridad del alba,/ de tanta paja y alfalfa”.