jueves, 9 de septiembre de 2010

El profesor Neira, ¿de héroe a villano?





José Salguero Duarte

Jueves 9 septiembre 2010





La omisión del deber de socorro, está contemplada en el título IX del Código Penal, diciendo el artículo 195 lo siguiente: “El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado con la pena de multa de tres a doce meses. Y en la mismas penas incurriré el que impedido de prestar socorro no demande con urgencia auxilio ajeno”.

Me parece muy bien, que el ordenamiento jurídico español contemple lo anterior, pero, hay que tener mucho tacto en el momento de auxiliar en ciertas situaciones, sobre todo en las que varias personas se encuentren discutiendo acaloradamente o agrediéndose, porque según cómo se actúe, se podría provocar una reacción contraria a la deseada. Como le ocurrió la pasada semana a una señora, que intentó mediar en la riña entre dos jóvenes, siendo brutalmente agredida por ambos.

Lo anterior, es el punto de partida de esta tribuna libre de opinión, la que me apetecía escribirla meses después, de los hechos acaecidos en un hotel de Majadahonda el sábado 2 de agosto de 2008. Cuando Antonio Puerta, en la recepción del mismo, según las imágenes emitidas por las cámaras de seguridad del establecimiento, al parecer, no trataba adecuadamente a su compañera sentimental Violeta Santander.

Hechos que continuaron a las puertas del hotel, llamando la atención del profesor Jesús Neira, el que acompañado por su hijo se toparon con la desagradable situación. Y algo no sé en qué tonalidad y palabras le debió decir Neira a Puerta, para que fuera a por él y en el hall del hotel, desplegara toda su agresividad noqueándolo de un puñetazo cayendo al suelo.

Neira, fue socorrido inmediatamente después tanto por varios empleados, como por la propia Violeta Santander, la que aparte de interesarse por el estado de salud del profesor, recogió las pertenencias de Neira esparcidas por el suelo. Mientras el hijo de Neira en un gesto sensible y de agradecimiento le tocaba el cabello a ella.

Inmediatamente después, Violeta Santander, supongo que al estar controlada la situación dentro del hotel con el profesor totalmente atendido. Salió a la calle para unirse a su compañero sentimental Antonio Puerta, al que por supuesto no defiendo en absoluto por lo que acababa de hacer.
El profesor, acudió poco después al parecer a un centro hospitalario, siendo reconocido facultativamente. Actuando agentes de la autoridad de oficio deteniendo a Antonio Puerta, al que pusieron a disposición judicial. Y el juzgado de Instrucción de Majadahonda encargado del caso lo puso en libertad, con la obligación de presentarse en el juzgado cada quince días.

Los días posteriores de esos hechos, el asunto se complica para ambas partes, ya que tras un peregrinaje de Neira por los servicios de urgencias de varios hospitales, entró en coma el miércoles siguiente a su agresión, siendo ingresado en el hospital Puerta de Hierro de Madrid, donde permaneció debatiéndose entre la vida y la muerte.

La señora de Neira, al parecer, inmediatamente después de ser ingresado su marido, amplió la denuncia contra el agresor. Declarando a unos micrófonos de televisión que Puerta estaba en la calle. Y el abogado defensor de Neira, declaró el estudiar “qué tipo de responsabilidad pudo haber, por una posible negligencia médica”.

La justicia actúa y Antonio Puerta es detenido ingresando en prisión. Y Neira permanece en el hospital, donde afortunadamente se recupera casi totalmente, siendo dado de alta 256 días después de que ingresara en coma.

Este caso, trasciende desde el inicio a la opinión pública, hasta el punto que a Violeta Santander, desde cierto periodismo sensacionalista, presuntamente, se le lincha echándola a los pies de los caballos del pueblo español. Sufriendo Violeta Santander y su familia un calvario, en un juicio paralelo en programas televisivos como posiblemente le pudo ocurrir en La Noria, en donde todos los participantes incluida ella, es posible que hicieran caja llevándoselo calentito.

La política española, por su parte, no se queda atrás y al nutrirse de oportunistas impulsos electorales y no de inteligencia, se aprovecha del juego no muy limpio que se está haciendo sobre estos sucedidos, pero muy especialmente contra Violeta Santander.
Y, si en tiempos del dictador Francisco Franco, se crearon héroes y mitos como posiblemente pudo ser el caso de Eleuterio Sánchez “El Lute”. En estos tiempos democráticos y libertinos, hacen lo propio con el profesor Neira, utilizándolo políticamente al convertirlo en héroe nacional, siendo condecorado en la solapa con la Cruz al Mérito Civil por la ministra de Igualdad del PSOE Bibiana Aido.

La presidenta de la Comunidad de Madrid del PP, Esperanza Aguirre, lo nombra presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional de la Violencia de Género de Madrid. También le concede la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, además de recibir Neira otros premios como fue posiblemente el de los Derechos Humanos de 2008. Y Ana Botella teniente de alcalde y delegada de Medio Ambiente de Madrid, le entregó al parecer el premio “Héroe 50 plus”…

Dicen, que el tiempo pone a cada cual en su sitio. Y mientras Violeta Santander es señalada por el pueblo y vapuleada desde todos los flancos por sus apariciones en ciertos programas televisivos. El profesor Neira al ser considerado el paradigma del bien, también se pasea por televisiones dando lecciones de no sé qué, concediendo entrevistas y frecuentando tertulias políticas... Y no desaprovecha su popularidad para posiblemente hacer caja con la publicación de varios libros entre ellos el titulado: España sin democracia.

Neira va de escándalo en escándalo con declaraciones fuera de lugar. Hasta el punto que arremete sin ningún pudor contra las hijas del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, amén de declarar contra la justicia española lo siguiente: “Siento una gran indignación y me gustaría ser ciudadano de otro país, me da verdadero asco…”.

Pero ahí no queda el asunto de este personaje, porque en la tarde del pasado miércoles primero de septiembre, al conducir su vehiculo dando bandazos chocando levemente contra un camión. Es detenido al dar positivo triplicando la tasa de alcoholemia permitida. Alegando que “tan sólo bebió medio vaso de vino y una copa de licor. Y que esa reacción fue debida al mezclarlo con medicamentos”.

El lunes en el juicio que se realizó en los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid, le fue retirado el carné de conducir durante diez meses, siendo condenado además a una multa diaria de diez euros durante seis meses, y a realizar trabajos a favor de la comunidad por un delito contra la seguridad vial.

Y ante las numerosas voces no sólo políticas a nivel nacional pidiendo su dimisión de los cargos que ocupa. El señor Neira ni pide perdón y declara que no piensa dimitir, que lo cesen, soltando en declaraciones posteriores a varios medios de comunicación, los instintos básicos que presuntamente encerraba en sus tripas.

Deseando, servidor de ustedes, estimados lectores, si hay dignidad política en este país, le sean retiradas las condecoraciones y que sea cesado de los cargos que ostenta. Porque, Neira, debe predicar con el ejemplo por ser quien es por la gracia de esta España política y democrática de izquierda y de derecha, que lo subió a los altares de la heroicidad muy inoportunamente a la ligera.