"Me uno y felicito a los jóvenes que en diferentes ciudades españolas, se encuentran concentrados, reivindicando pacíficamente, una democracia real en España"
José Salguero Duarte
Jueves 19 mayo
El próximo domingo, 22 de mayo de 2011, se celebra en España elecciones municipales y autonómicas. Habiendo llegado el momento por fin de que el pueblo deshoje sus margaritas. Y hable democráticamente en las urnas, para elegir a los gestores autonómicos y municipales que han de gestionar en los próximos cuatro años, los dineros públicos y demás asuntos.
En Andalucía, como bien saben, se celebran tanto las elecciones municipales como las autonómicas conjuntamente. Esperando y deseando que a partir del próximo domingo, termine este ciclo tan desastroso y calamitoso para los intereses generales del pueblo andaluz.
Porque, determinados gobiernos municipales y autonómicos, en estas tres décadas de democracia libertina, junto a sus palmeros de la oposición, han arrasado presuntamente lo habido y por haber dejándonos totalmente hipotecados. Causa causante de que no crezca en Andalucía ni el barbecho.
Y eso pienso que es así, porque, es evidente que no es trigo limpio político todo lo que reluce. Ya que, tras el triste periodo dictatorial de asesino dictador Francisco Franco. Algunos muchos “demócratas", que se engancharon al estandarte de la democracia y de la libertad. Cuando se abrió la veda democrática, la han convertido en un total libertinaje, poniendo en grave peligro el Estado español de Derecho, al brillar por su total ausencia, valores fundamentales como la moral, la ética, la vergüenza, la honradez y el respeto hacia la dignidad humana.
Causas, quiero pensar, que motivara en su día al parlamentario andaluz y ex alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, para que denunciara públicamente si no recuerdo mal entre otras cosas lo siguiente: “En política hay un montón de chorizos, más que en las cárceles".
Creo, que Pacheco estuvo acertado sobre el montón de chorizos que hay en política. Y, si usted estimado lector quiere comprobarlo. Tan sólo tiene que echar un vistazo por las interioridades políticas más cercanas. Y, se percatará, que más de uno por meter la pata o la mano, es posible que le haya tocado la lotería y hasta haya sido recompensado con otro cargo más importante. Ya que es una práctica habitual en determinadas formaciones políticas, premiar los grisáceos servicios prestados, en vez de sancionarlos.
Por lo tanto, al no regenerarse la política española con sabia nueva cambiándose leyes y normas para que se respete la democracia y la libertad. Soy consciente, que gane quien gane las elecciones, el pueblo llano y pagano seguirá con las mismas o más penumbras, ya que el estado del bienestar tan ansiado, lo han conseguido los políticos sólo y exclusivamente para ellos y para los suyos.
Consecuentemente, poco puedo esperar en los próximos cuatro años, porque con bastante frecuencia se escucha decir sobre los políticos “todos son iguales". Y algo de razón creo debe tener el poblacho que piensa así. Porque los que se presentan a estas elecciones, son candidatos impuestos en listas cerradas por las diferentes siglas políticas. Sin dar opción a que el pueblo elija a su representantes en listas abiertas.
Pero, al tenerse que acatar por imperativo legal, las imposiciones legales dictatoriales de este sistema democrático. Seria conveniente, que todas las clases políticas trabajen por y para el bien común.
Pero, va a ser que no, porque trabajar, trabajan algunos por y para el pueblo menos, que los Reyes Magos españoles, que lo hacen una vez al año y montados en camellos.
Estimado lector, no obstante, hay que ir a votar si o si, pero desconozco si ya tiene decidido a qué formación política votará. Servidor de ustedes, a pesar de tener las ideas tan claras como las aguas de los manantiales, hasta el último momento no sé a quién le voy a conceder mi confianza, a través de un voto útil por el bien de la comunidad en general.
Pero, lo que sí tengo clarísimo, es a quién no voy a votar, porque lo que deseo es botar lo más lejos posible de los poderes, a determinadas alimañas y a sus siglas políticas. Ya que más daño a España y especialmente a Andalucía no se le puede hacer, porque ocupamos el último lugar en muchísimos aspectos. Por culpa, principalmente de la ineptitud, incultura y escasa esencia y catadura política, moral y ética de muchos cargos públicos andaluces, a lo largo de este periodo tan decadente español.
Por último, me uno y felicito a los jóvenes que en diferentes ciudades españolas, se encuentran concentrados, reivindicando pacíficamente, una democracia real en España.
