domingo, 16 de octubre de 2011

Es lo que hay


María Antonia Iglesias --Viñeta de José Salguero Duarte




José Salguero Duarte
Jueves, 13 octubre 2011
Diario Área


Cada jueves, me desnudo totalmente ante usted a través de mis artículos. Y de usted, estimado lector, depende una semana más; quedarse conmigo o pasar página mandándome al garete, al ojear mi fotografía y el título de mis tribunas de opinión.

Que sepa, que intento ofrecerle lo mejor de mis pensamientos al escribir mis columnas. Y usted tiene la exclusividad absoluta, de poderme regalar parte de su preciado tiempo. Siendo lógico y natural, que de ser así, pueda estar durante el trayecto, de acuerdo o en desacuerdo con todo o parte de lo que lee.

Mi objetivo no es otro, que expresar con absoluta libertad mi sentir y pensar, acerca de lo que nos rodea. Y es por lo que, procuro utilizar generalmente términos coloquiales, con un lenguaje para todos los públicos. Con la intención, de que lleguen mis mensajes lo más transparente posible.

Por consiguiente, si en este momento que las yemas de sus dedos acarician y sostienen al Diario Área. Si usted considera oportuno acompañarme, se lo agradezco. Si no es así también se lo agradezco. Porque, en definitiva, lo más importante es que a través de las páginas del decano de los periódicos del Campo de Gibraltar. Esté informado, de cuanto se cuece en todos los ámbitos; acerca de los círculos más cercanos o lejanos; dentro y fuera de la territorialidad campogibraltarerña, gaditana, andaluza y española.

Es evidente, que la objetividad en ciertos columnistas y tertulianos a nivel universal es muy relativa, subjetiva y abstracta. Porque, una misma noticia difundida por alguien afín a la derecha o a la izquierda política. El enfoque de la misma, dependiendo de qué se trate, puede ser totalmente contrario entre unos y otros. Por consiguiente, lo más aconsejable es confrontar la noticia en diferentes medios. Para así poder cada cual forjarse su propio parecer, opinión y criterio.

Porque, en cierta ocasión, un afamado político español. Con motivo de un proyecto que deseaba llevar a cabo. Al estar su asesor preocupado de que la noticia trascendiera, sin la intencionalidad que ellos se habían trazado. Le preguntó al oído: “Con la prensa, ¿qué hacemos?" Contestándole el político: “Échale arroz".

Arroz y algo más, creo, que les echarían y echan también los partidos políticos a sus afines escribanos. Porque si fuera sólo arroz se les quedaría el careto achinado. Y todo el aparato digestivo estreñido, sin poder hacer de vientre durante un largo periodo de tiempo. Necesitando lavativas por el ‘bú' para desatascarlos diariamente.

Y es por lo que, si de los cerdos me gustan hasta los andares. De algunos de estos a los que me refiero no, porque van andando por la calle muy similarmente, como lo hacía el niño del chiste de los garbanzos, del humorista Paco Gandia.

Causa, causante esta anterior, para que en estos momentos, que transito por esta perspectiva imaginaria. Como si de una ráfaga rojiza de un atardecer en las dunas de Tarifa se tratara. Se me ha venido a la mente la ilustre periodista doña María Antonia Iglesias. A la que sus entrañas la conserven en los altares de su doctrina.

Porque, es presuntamente lo contrario del periodismo objetivo. Y cuando hago zapping, si veo su ‘agradable' relucir en Telecinco, cambio rápidamente de canal. Porque, no me transmite energías positivas, sino todo lo contrario; haciéndome soñar en esas ocasiones con ella.

Ya que, su libertad objetiva brilla por su ausencia. Teniendo que felicitar a muchos de sus contertulios, entre ellos al director de Periodista Digital. Por darle en casi todos los programas caña de lomo de la buena. Como también se la dio Pedro Ruiz en la ‘Noria', poniéndola en su sitio. Ya que, -si por pan baila el perro-. No se puede ni imaginar, lo fanáticos que pueden llegar a ser ciertos junta letras, con tal de poseer notoriedad.

Por consiguiente, si haberlos los hay escritores fieles a los nobles principios morales, éticos y periodísticos. También los hay quienes se arriman al árbol oportuno para que les cobije. Porque, “cuando el sol aprieta, el mulo a la sombra queda".

Aunque, deben tener claro, que cuando a sus amos no les interese, que sigan siendo sus correveidiles. Los arrojan como los desechos a la basura. Porque, esa práctica fue y seguirá siendo así para ellos.

Pero, servidor de usted, al no encontrarme cautivo o reo de sigla alguna. Y mucho menos sometido a las imposiciones de cierto yugo. Cabalgo en esta selva social, literaria y artística libre de alforjas. Ya que de mi hambre mando yo y de mi libertad también.

Y como uno de los principales valores más sagrados para mí, es ante todo la libertad individual. Al considerarme un libre pensador por imperativo natural. No puedo comulgar con personajes como María Antonia Iglesias. Ni con otros muchos de su mismo proceder en una u otra acera política...

Y, es por lo que, siempre luché y lo seguiré haciendo, hasta contra corriente de los tentáculos del sistema político imperante. Me cueste lo que me cueste, aunque ciertos justicieros me acorralen o me sacrifiquen como hicieron con Larra, Lorca, Machado o Miguel Hernández.

Así que, para finalizar mi discurrir en esta soleada mañana de octubre en la bahía; al sur del Sur de Andalucía en El Estrecho de Gibraltar. Quiero hacerlo con un poema titulado: He visto; perteneciente a mi libro: Flores y guerras, que dice así:

He visto, en un espejo sin cristales,
a la melancolía reflejándose en el hoy,
cuando contemplaba en sus páginas,
frases rotas y sin sonrisas.

He visto, tras ver lo no visto,
a un río sin agua,
pero con un gran caudal de odio,
arrastrando los ramajes de las maldades.

He visto, el semblante del poeta mustio e incoloro,
al ser devorado sus versos,
letra a letras con tijeras.

He visto, sin no ver nada,
cuando esperaba ver algo;
cómo el ocaso absorbía mí aura.

He visto,
¡no puede ser!
Sigo viendo.
No veo nada.