Conciertos musicales y políticos
Lunes, 7 mayo 2012
El sábado 5 de mayo, nada más ver las primeras luces de ese nublado día de mayo en la comarca del Campo de Gibraltar. Conocedor servidor de usted, estimado lector, que la 2 de TVE retransmite su concierto semanal sobre las 08,30 horas. Pude contemplar como la joven pianista Alina Pinchas, era muy aplaudida tras haber finalizado la pieza para violín y orquesta número 4 de W. A. Mozart. Interpretando sola inmediatamente después
Los
acordes iban y venían plácidamente, porque me encontraba totalmente relajado,
tras la ducha con agua tibia que me había dado, dejando que el chorro me
empapara desde la coronilla hasta los pies. Motivando esas circunstancias, que
emitiera exclamaciones placenteras.
Logré
esa paz interior tan necesaria para la supervivencia en la jungla que me ha
tocado vivir, gracias a que hice todo lo posible por estar alejado del mundanal
ruido de dimes, diretes y chismorreos, así como, de cuantas noticias difundían
los distintos medios de comunicación en todos los órdenes y niveles.
Y
al bañarme en diferentes calas ibicencas con menos ropa que Tarzán en la selva.
Me estorbaba hasta el teléfono móvil, al que un día le voy a pegar un
martillazo y van a llegar los cachos más allá de la órbita de nuestro planeta.
Y si después me quieren localizar, lo tendrán que hacer con señales de humo
como los indios, o como Colombo lo hacía persiguiendo a sus presas vistiendo su
mugrosa gabardina.
Por
lo tanto, si dicen que “la música amansa las fieras", los acordes que
captaba procedente de esos llamativos instrumentos de percusión, hicieron en mí
un efecto contrario que lo citado en el refrán anterior. Ya que esos últimos
sonidos perturbaron la exquisitez en la que me encontraba, obligándome a que
de inmediato, me pusiera a crear esta
tribuna de opinión, teniendo que cargar
mi estilográfica con tinta roja, al estar más seca que las arcas
municipales de bastantes ayuntamientos.
Por
su parte, el Gobierno estatal del Partido Popular de Mariano Rajoy, prosigue
con su política de ajustes y recortes, metiéndole la mano aquí y allá, estando
aún más palpable por día la hambruna y la miseria existente por cualquier
rincón de esta decadente España Cañí, que ha perdido toda clase de credibilidad
dentro y fuera de nuestras fronteras.
Pero,
como España es diferente a los demás países, el pueblo no reivindica como
debiera lo que por derecho
constitucional y humano le corresponde. Aunque, sí lo hace y estalla
aireadamente tirando hasta cohetes, cuando el Real Madrid o el Barça ganan un
partido o la liga. Porque tanto el fútbol como los folletines de las revistas y
programas televisivos llamados rosas o del corazón, es la cultura que más
potencian los unos y los otros que se benefician de esos tinglados y circos
mediáticos, para tener entretenidas a las masas, mientras ciertos gobernantes
actúan a sus anchas hasta sin luz ni taquígrafos.
Consecuentemente,
una mayoría del pueblo español, no se percata de la venda que le tienen puesta,
para que no perciba lo que ocurre más allá de sus narices, como por ejemplo,
que el fútbol no crea empleos. Pero llegará el día que no habrá más espacio
para su ceguera, y tendrá que ponerle
los cascabeles a la política española, haciendo sonar sus diferentes
cacerolas democráticas contra las
injusticias, desigualdades y desmadres del poder fáctico, sus palmeros y demás
tentáculos.