sábado, 12 de mayo de 2012
















Conciertos musicales y políticos



José Salguero Duarte

Lunes, 7 mayo 2012
 
            El sábado 5 de mayo, nada más ver las primeras luces  de ese nublado día de mayo en la comarca del Campo de Gibraltar. Conocedor servidor de usted, estimado lector, que la 2 de TVE retransmite su concierto semanal sobre las 08,30 horas. Pude contemplar como la joven pianista Alina Pinchas, era muy aplaudida tras haber finalizado la pieza para violín  y orquesta número 4 de W. A. Mozart. Interpretando sola inmediatamente después la Sonata número 2 de Eugene Iseye. Prosiguiendo a continuación la orquesta dirigida por Walter Weller tocando la Sinfonía número 9, también de Mozart.

            Los acordes iban y venían plácidamente, porque me encontraba totalmente relajado, tras la ducha con agua tibia que me había dado, dejando que el chorro me empapara desde la coronilla hasta los pies. Motivando esas circunstancias, que emitiera exclamaciones placenteras.

             Me encontraba tan pleno y henchido de energías positivas, como los lagartos recargando baterías bajo los rayos solares. Porque es lo que hice recientemente en mi viaje cultural y turístico a Ibiza, donde di riendas sueltas a mi bohemia. Pero debo aclarar al ser poco estético, que no vestí camisas de flores, ni he calzado como los guiris, sandalias con calcetines blancos. 

            Logré esa paz interior tan necesaria para la supervivencia en la jungla que me ha tocado vivir, gracias a que hice todo lo posible por estar alejado del mundanal ruido de dimes, diretes y chismorreos, así como, de cuantas noticias difundían los distintos medios de comunicación en todos los órdenes y niveles.

            Y al bañarme en diferentes calas ibicencas con menos ropa que Tarzán en la selva. Me estorbaba hasta el teléfono móvil, al que un día le voy a pegar un martillazo y van a llegar los cachos más allá de la órbita de nuestro planeta. Y si después me quieren localizar, lo tendrán que hacer con señales de humo como los indios, o como Colombo lo hacía persiguiendo a sus presas vistiendo su mugrosa gabardina.

             Estimado lector, es obvio que me he ido por los Cerros de Úbeda, siendo debido a que no lo puedo remediar, porque la cabra tira siempre al monte y los cabritos también. Pero debo advertirle, que el concierto musical que cité inicialmente continuaba retransmitiéndose, llamándome poderosamente la atención, que inmediatamente después de lo narrado del mismo, dos músicos baquetas en mano, aporreaban varias cacerolas de diferentes tamaños, haciendo un ruido muy a contratiempo de los sonidos percibidos hasta ese momento.

            Por lo tanto, si dicen que “la música amansa las fieras", los acordes que captaba procedente de esos llamativos instrumentos de percusión, hicieron en mí un efecto contrario que lo citado en el refrán anterior. Ya que esos últimos sonidos perturbaron la exquisitez en la que me encontraba, obligándome a que de  inmediato, me pusiera a crear esta tribuna de opinión, teniendo que cargar  mi estilográfica con tinta roja, al estar más seca que las arcas municipales de bastantes ayuntamientos.

             La favorita de mis estilográficas, cuando se percató que se tenía que poner a trabajar, tenía más mala cara cuando la cogí del estuche donde se encontraba, que Urdangarín camino de los juzgados de Palma, o que el Rey de España cuando pidió perdón, al salir del hospital una vez operado de la fractura de caderas, tras caerse de madrugada cuando cazaba elefantes en Botsuana (África).

             Siendo esto último del Rey entre las noticias negativas que aún chirrean, del suceder de ciertos miembros de la Casa Real española, por ser un verdadero disparate, el mal ejemplo que transmiten a la población, tras los calamitosos presuntos y no presuntos procederes tanto en sus ámbitos privados, profesionales u oficiales. Siendo regueros de comentarios de todo tipo, los que se hacen al respecto contra ellos, habiéndoselos ganados a pulso por desméritos propios.

            Por su parte, el Gobierno estatal del Partido Popular de Mariano Rajoy, prosigue con su política de ajustes y recortes, metiéndole la mano aquí y allá, estando aún más palpable por día la hambruna y la miseria existente por cualquier rincón de esta decadente España Cañí, que ha perdido toda clase de credibilidad dentro y fuera  de nuestras fronteras.

            Pero, como España es diferente a los demás países, el pueblo no reivindica como debiera lo que por  derecho constitucional y humano le corresponde. Aunque, sí lo hace y estalla aireadamente tirando hasta cohetes, cuando el Real Madrid o el Barça ganan un partido o la liga. Porque tanto el fútbol como los folletines de las revistas y programas televisivos llamados rosas o del corazón, es la cultura que más potencian los unos y los otros que se benefician de esos tinglados y circos mediáticos, para tener entretenidas a las masas, mientras ciertos gobernantes actúan a sus anchas hasta sin luz ni taquígrafos.

            Consecuentemente, una mayoría del pueblo español, no se percata de la venda que le tienen puesta, para que no perciba lo que ocurre más allá de sus narices, como por ejemplo, que el fútbol no crea empleos. Pero llegará el día que no habrá más espacio para su ceguera, y  tendrá que ponerle los cascabeles a la política española, haciendo sonar sus diferentes cacerolas  democráticas contra las injusticias, desigualdades y desmadres del poder fáctico, sus palmeros y demás tentáculos.