Morante y Manzanares
desparramaron sus sencias toreras en el albero de la
especial plaza de Algeciras
Toros para las
figuras; bravos, nobles y dulces con la miel; de la ganadería de Núñez del Cuvillo
El toro de nombre
Pegajoso de Cuvillo hizo bueno en ‘Las
Palomas’ el dicho: “No hay quinto malo”
José Salguero Duarte
Sábado, 23 de junio 2012
INCIDENCIAS. Presidida por
Francisco Ortiz, siendo asesorado taurinamente por Carlos Álvarez, se celebró en la tarde de ayer la segunda corrida del abono
algecireño, con alrededor de tres cuarto
de público en los tendidos. Hacía un calor atmosférico asfixiante en el segundo
día oficial del verano. Realizó las
funciones de asesor veterinario Lourdes Bordallo. El responsable jefe del
Servicio Médico de la plaza es el médico cirujano Pablo Sáez de Tejada. Las
funciones de Delegado de la
Autoridad recayó en Rafael Carrero Ayala. Jefe de Corrales Pedro Ojeda. Las mulillas
de los hermanos Alonso arrastraron las reses al desolladero. La banda de música
de Algeciras amenizó el espectáculo. Siendo el mayoral de la ganadería Juan
Diego León.
GANADERÍA. Se lidiaron reses con
divisa blanca, verde y roja en el orden de lidia que se indica a continuación,
según lo realizado por las cuadrillas de los respectivos espadas, por la
mañana en los corrales de la plaza.
--------Primero el colorao número
139 de nombre Correviento de 470 kilogramos de peso.
--------Segundo el negro Majoleto
marcado con el número 200 de 490 kilogramos de peso.
--------Tercero el colorao de
nombre Fusilero marcado con el número 236 de 465 kilogramos.
--------Cuarto el colorao de
nombre Galiano marcado con el número 33 de 485 kilogramos.
--------Quinto el colorao de
nombre Pegajoso marcado con el número 73 de 510 kilogramos.
--------Sexto el negro de nombre
Arrojado marcado con el número 204 de
480 kilogramos.
Resultaron
bravos, nobles, bien presentados y dulces como la miel de la ganadería de Núñez
del Cuvillo, dando un buen juego en líneas generales. Destacando los tres
lidiados en último lugar, entre ellos, el indultado por ‘El Fandi’, que puede
ser el mejor toro de la feria. Los tres primeros muy justitos de fuerza rozando
alguno de ellos la invalidez.
ESPADAS:
Morante de la Puebla :
Que vestía de verde y oro abrió plaza con el
colorao número 139, al que sólo pudo darle un par de buenos lances
aromáticos, al embestir descoordinada flojeando, rodando por el albero a la
salida del caballo siendo protestado. Con la muleta le enjaretó media docena de
pases aislados a media altura pero el toro no servía al ser un inválido.
Estocada al segundo intento. División de opiniones.
A
su segundo lidiado en cuarto lugar, el
colorao marcado con el número 33, le
enjaretó media docena de verónicas y a pie juntos rematando con media de
pellizco. Fue picado y Morante lo probó con varios artísticos lances rematando
con media añeja en el centro del anillo. La faena de muleta la comenzó con
ayudados por alto para después componer varias tantas de tanta genialidad
artística, hasta el punto, que un aficionado sentado junto a mí se rasgó la camisa de la emoción que sentía
con tanta torería del de La
Puebla , porque Morante se sintió y nos hizo paladear su exquisitez
toreando con remates, trincherillas, trincherazos, naturales, muletazos y pases
de pecho tan aflamencados como los cantes de Camarón y los sones de la guitarra
de Paco de Lucía. Falló con los aceros perdiendo las orejas. Gran ovación que
recogió en el tercio.
David Fandila ‘El
Fandi’: Que vestía de burdeos y oro
recibió a su primero lidiado en segundo lugar con dos largas cambiadas
caldeando el ambiente, prosiguiendo lanceándolo a la verónica siendo jaleado.
En banderillas estuvo enorme recibiendo una gran ovación del respetable. La
faena de muleta la comenzó a media altura y al tercer muletazo el toro se
rompió por la mitad el pitón derecho sin llegar a desprendérsele, estuvo el
torero muy voluntarioso, pero el toro era flojísimo. Finiquitándolo de una
estocada hasta la cruceta. Gran ovación saludando desde el tercio.
A
su segundo lidiado en quinto lugar
número 73, Pegajoso, lo toreó con el capote con son marcando el compás siendo
aplaudido. Le recetaron un puyazo y en banderillas formó un lío gordo
recibiendo en el centro del anillo una gran ovación del respetable. La faena de
muleta la comenzó de rodillas en tablas del tendido uno, para inmediatamente
después distanciarse muchísimo del toro citándolo, acudiendo el de Cuvillo muy
bravamente, volvió a repetirlo y ahí
comenzó a crear su obra maestra con pases de todas las marcas y estilos. No
cansándose el toro de embestir en la larguísima faena de ambos, ‘El fandi’
toreando y el toro poniendo la esencia y pilar de la Fiesta. Terminó sus
últimas tandas más cerca aún de los tendidos de sol y allí en los desplantes de
rodillas de espaldas, se cuadró para la suerte suprema y parte del público
solicitó el indulto del toro, que fue concedido por el presidente. Alcanzando
la gloria al salir al final del festejo ‘El Fandi’ a hombros por la Puerta de Feria.
José María Manzanares:
Que vestía de azul y oro, a su primero
el colorao número 236 lidiado en tercer lugar, le bajó las manos con el capote
con mucha majestuosidad siendo aplaudido. Hizo el toro en el caballo una brava
pelea. Con la muleta lo toreó suave a media altura sacándole pases de uno en
uno, pero el toro no transmitía al estar muy justo de fuerza. Estocada, palmas.
Cerró
plaza con el negro marcado con el número 204, no existiendo acople con el
capote. Con la muleta comenzó con paciencia metiéndolo en la casta de su
poderosa muleta haciendo sonar de los instrumentos de la banda, el pasodoble de
Algeciras ‘Novia del Sol. Y ahí el gran maestro universal de Alicante,
desparramó en el albero sus especiales
aromas de torería, inventándose una notable faena para los paladares
exquisitos. Oreja.
Pensamientos finales
Hoy
debo resaltar a estos cuatro genios de la tauromaquia: ‘Morante’, ‘El Fandi’, ‘Manzanares’
y Núñez del Cuvillo. Al haber impregnado
cada uno de ellos el albero de la plaza de Algeciras, con las genialidades
artísticas y profesionales que les caracteriza. Demostrando los cuatro, que la Fiesta no es una ciencia
exacta.
Por
lo cual, aparecieron las genuinas musas artísticas de ‘Morante’ y ‘Manzanares’,
así como, la profesionalidad y torería de David Fandila ‘El Fandi’, al que le
brota a borbotones su humanidad innata, lo mismo que el agua clara a los leones de La Alhambra.
Causas
causantes, unas y las otras, para que el viernes veintidós de junio de dos mil doce, me marchara de la
plaza de Algeciras, con unas sensaciones similares, como las que percibo al
alba de una mañana de primavera, oliendo a hierba mojada, mientras observo a lo
lejos el rocío, del majestuoso vuelo hacia la libertad de las mariposas.