(El maestro José Tomás, la última vez que toreó en Algeciras,
saliendo a hombros por la Puerta de Feria,
en una foto archivo de José Salguero Duarte)
---Éxtasis apoteósico
del maestro José Tomás en Nimes---
Por: José Salguero Duarte
Jueves, 20 de septiembre 2012
En el mundo taurino universal, prosigue sonando con enorme fuerza, la inmensa gesta en solitario realizada, por la leyenda viviente del toreo, el maestro de maestros, José Tomás, en su encerrona en el coliseo de Nimes el pasado domingo 16 de septiembre, a la no taurina 11,30 de la mañana, con seis bravos toros de diferentes ganaderías: Victorino del Río, Jandilla, El Pilar, Parladé y Garcigrande. Cortando 11 orejas, 1 rabo e indultando a un toro.
Los tendidos estaban hasta la bandera de público, presenciando el festejo personas llegadas de diferentes partes no sólo de España y Francia, sino del resto del mundo. Así como, aficionados catalanes y vascos, para ver torear al maestro en el exilio taurino de la Fiesta, por culpa de las sinrazones de ciertos extremismos nacionalistas, que han prohibido la celebración de los festejos taurinos en Cataluña, haciendo lo mismo recientemente en el País Vasco.
Ese proceder tan antidemocrático, de prohibir por prohibir, me recuerda cuando la censura de Franco, nos hacía ir a ver películas a Francia. Y cuando muchos años antes, ciento de miles de españoles tuvieron que salir de España, por culpa de los tiranos, que se levantaron en armas contra los de su propia sangre, en la incivil guerra española del treinta y seis. O cuando los amantes de las libertades, cultura y artes, en esta libertina democracia vamos a visitar la tumba de Antonio Machado, sita en Colliour al otro lado de Los Pirineos, para rendirle honores al maestro de la poesía, donde pude percibir hace unos meses cuando estuve, vibraciones propias de diferentes mundos sin fronteras.
(José Salguero Duarte, en la tumba del maestro Antonio Machado)
Por tales circunstancias, la República Francesa, es obvio que es para mí la cuna, madre y señora de las libertades, de la paz y de la fraternidad. Sin embargo, la querida España de la cantante Cecilia o la de la Puerta de Alcalá de Ana Belén, prosigue por unos derroteros sin esperanzas de equidad y equilibrio acorde a los tiempos actuales.
No extrañándome, que siga percibiendo el olor a pólvora, a carne quemada y a ruidos de sables y metralletas. Helándoseme el alma al escribir este relato político-taurino, al venirme a la memoria los tristes hechos ocurridos, en los convulsos tiempos políticos de Miguel Hernández, Lorca, Picasso o Machado. Dejando escrito su latir y pensar, el maestro universal sevillano, de lo que percibía de aquella España, la que se asemeja muy mucho a la actual, con tantos chorizos y rateros saqueadores de guante blanco:
“Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón”.
Si ese helar, estimado lector, congeló las sensibilidades de muchos españoles. Otro helar muy distinto, cultural y artístico con sabor a romero y a cante grande, le dejó el maestro José Tomás, en el corazón y por todo el cuerpo, a los que presenciaron el festejo de Nimes. Cuando toreaba el maestro con su valor frío y seco, fajándose los toros muy cerca de la barriga sin trampas, ni milongas, ni mentiras.
Su padre, en unas declaraciones que hizo en la mañana del lunes, a una cadena de radio nacional. Al ser preguntado si pasó miedo en la plaza, contestó: “Pasé mucho miedo en el sexto toro de la tarde. Al pegarse ese arrimón, ahí está su grandeza para la gente. Ha sido la mejor tarde de su vida”.
(El maestro toreando al natural en el coso
Las Palomas de Algeciras, foto archivo José Salguero Duarte)
Afirmaciones que comparto con el padre del maestro José Tomás, porque no sólo fue importante esa corrida de toros para la gloria de su hijo, sino también para la supervivencia e historia de la Fiesta y de la Tauromaquia. Al haber ofrecido un verdadero recital torero con pases de todas las marcas y estilos con su personalísimo sello: chicuelinas, verónicas, espaldinas, gaoneras, naturales, en redondo, de pecho, por delante, por detrás, a pies juntos, echando la pata pa lante, etc., etc. Siendo una locura casi total lo que se vivió, no sólo en el coliseo de Nimes, sino antes y después del festejo, al correr como un rayo su gran proeza por todas partes del universo.
Siendo evidente, que el toreo está actualmente tan unido al Sur de Francia, y más el de José Tomás, de la misma forma que el filósofo español, Ortega y Gasset, describió en su día la Fiesta en España, diciendo: “La historia del toreo está ligada a la de España, tanto, que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la segunda”.
Pienso, que ojala hubieran en España muchos políticos con las cualidades humanas y doctas profesionales de José Tomás. Para que pudieran desorejar a los becerros de oro de la política y de la banca con la misma clase, valor, temple y vergüenza política, como lo hace toreando el maestro de Galapagar con las fieras cornúpetas en los ruedos.
Debo, llegado hasta aquí, templar la tinta roja de mi estilográfica, antes de que me manden al corral los usías con tres avisos, porque es mucho lo que está en juego en estos momentos, no sólo para la Fiesta de los toros, sino para esta España de piratas y corsarios. Debiendo finalizar con mi siguiente poema titulado: Coso sin barrera, que dice:
Cabeza del negro toro,
que presides el encierro,
con pitones astifinos,
dando cornadas al centro,
a la derecha e izquierda.
Calor asfixiante en el hemiciclo,
revolotean las sanguijuelas.
Salud y república.