jueves, 20 de septiembre de 2012

La carta del Rey, la muerte de Carrillo, la espantada de Esperanza Aguirre, el separatismo catalán....

 

Llorones y mamones

 

 

En Argentina hay un dicho: “Todo el  mundo llora y ama”. 
En España  hay otro que dice: “El que no llora no mama”

 

 

 
 
 
 
 
 
 
José Salguero Duarte
Jueves, 20 de septiembre 2012

 

            Madrid, uno de los bastiones más importantes, que conserva con toda su artillería pesada el nacionalismo español del Partido Popular. Se tambaleó el lunes pasado, tras presentar la dimisión, Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad Madrid. Poniendo a su partido, especialmente en la capital española, contra las cuerdas, en estos momentos tan complicados y convulsos para su líder el mentiroso, retrógrada e incompetente político Mariano Rajoy. 

            La espantada de Esperanza, no creo haya sido por motivos personales ni por su enfermedad, etc., sino por temas políticos profundos, como es el constante desacuerdo y discrepancia, que ha mantenido significativamente a lo largo de los últimos años, con determinados líderes de la Ejecutiva Nacional del PP, entre ellos, con Mariano Rajoy y con el actual ministro de Justicia Ruiz Gallardón. Siendo los pulsos recientes más sonados, la posición adoptada por Esperanza, sobre la excarcelación del etarra Bolinaga.          

            Así como, las controversias que mantiene con el Gobierno de su partido, acerca de la caótica situación del estado autonómico español, y con la política de los recortes...

Esperanza, sea  lo que fuere en los cargos que ha ostentado, ha sido para mí una política con  carisma, teniendo muy bien puestos los alamares, pantalones, vestidos o calcetines. Y si ha dejado a la comunidad madrileña entrampada hasta las cejas. El grisáceo y oscuro Mariano con sus mentiras políticas, ha hecho lo propio con el pueblo español, llevándolo a la más ruin de las miserias. Y lo que debería hacer por su bien y por el de España, es marcharse como lo ha hecho Esperanza Aguirre, porque de lo contrario, los primeros que se lo zamparán serán las hambrientas corrientes políticas de su partido, porque ya no representa ni a la mayoría de su militancia.     

            Por lo tanto, Esperanza le ha hecho un gran roto al PP, quedando en Madrid dos segundones, tanto presidiendo el Ayuntamiento con la señora Ana Botella, como el que le sustituya a ella  en  unos días en la presidencia de la comunidad madrileña. Demostrándose, que ser presidente de ambas instituciones o del Gobierno español, puede ser cualquiera, ya que en el PP también tienen políticos de la talla de Bibiana Aído y de Magdalena Álvarez.

            Pero si el culebrón político de Esperanza Aguirre acaba de empezar cara a la opinión pública. El clima actual predominante en la población no atmosférico sino económico, político y social emerge negativamente por día con más virulencia que nunca, en las sensibilidades de las personas de bien, de este Estado de estados o nación de naciones en el que nos ha tocado vivir, por la gracia de las esporas de los espermatozoides políticos de nuestros dirigentes.

            Por lo que, actualmente, en esta España de reinados, ducados y celtas cortos con o sin boquillas, por moverse se están moviendo a favor en la corriente que impere, hasta los adormecidos sindicatos de las clases trabajadoras, una vez que el Movimiento 15M con sus asambleas espontáneas del pasado año, los despertara de sus letargos, denunciando el 15M con slogan y frases como la tan significativa: “No hay pan para tantos chorizos".

            Por ello, tanto las fuerzas políticas, sindicales, empresariales y demás comparsas sin distinción alguna de la España oficial. Son las causas causantes en la proporcionalidad que  a cada una de ellos les correspondan, de que el pueblo esté hastiado de tantos parásitos, soplagaitas y chupópteros existentes en este Estado federal encubierto, al que han llevado  presuntamente a tal grado de libertinaje  turbio, como  el agua de las cloacas. 

            Consecuentemente, lo de la manifestación del pueblo español por las calles de Madrid el pasado domingo, en contra de la política de recortes llevado a cabo por el Gobierno del PP. Y la masiva manifestación del pueblo catalán en Barcelona pidiendo la independencia, no me ha cogido de sorpresa, porque Artur Más ha movido fichas como anticipo a la reunión que mantendrá en la Moncloa con Mariano Rajoy, ya que lo que está en juego más eminente para Cataluña es el asunto económico, debido a que el Pacto Fiscal firmado con España finaliza el próximo año. Y como la pela es la pela tanto en Cataluña, Andalucía, Valencia, Galicia, etc. Si en Argentina hay un dicho que dice: “Todo el mundo llora y ama", aquí en España, hay otro dicho popular que dice: “El que no llora no mama".     

            Por ello, los llorones y mamones políticos, lloran y maman de mil formas y motivos, hasta el punto, que para colores los del arco iris, ya que en nada se asemejan sus lloros y mamonadas en el poder o cuando permanecen en la oposición.

 

BRISAS

Cierta  brisa y no favorable para la Monarquía española, ha provocado la  carta que el Rey publicó hace  escasas horas,  dando lecciones  ejemplarizadoras,  ante la triste y decadente situación que se encuentra España, diciendo  entre o tras  cosas: "…solo superaremos las  dificultades  actuales actuando unidos, caminando juntos, aunando nuestras voces, remando  a la vez… No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para  debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia".

OLEAJES

El  fallecimiento  del histórico líder  comunista,  Santiago Carrillo , en  la  tarde  del  martes, provocó  oleadas y riadas  de comentarios  favorables  hacia  su persona, por el papel reconciliador jugado  en la transición política española.

 TEMPORALES

Provocó, no solo  en  la  zona  costera  sino  continental de  España, la manifestación  secesionista  catalana. Así  como, ciertas palabras o párrafos pronunciados por  el  Monarca  español en  su  carta. Porque  hay que predicar con el ejemplo. Y su  yerno, Iñaki Urdangarín, no  es presuntamente un ejemplo  a seguir.