Ratas de los reinos
animal y humano
“De nuevo aparecen ratas en los quirófanos
del Hospital de
©José Salguero Duarte
Domingo, 27 de julio de 2014.
Hace unos días, me
encontraba viendo en TVE2, un reportaje sobre los distintos animales habituales
en los vertederos de basuras, siendo uno de ellos las ratas. Animal que me provoca cierto repelús, como consecuencia de la mala leyenda que
arrastran, al ser las culpables de la propagación de muchas enfermedades
directas o indirectas (rabia, hepatitis, cólera, salmonelosis…). Contagiando a
los seres humanos a través de las heces, orín, alimentos, pulgas… Habiendo sido
señaladas de causar, entre otras, la Peste Negra que sufrió Europa en el siglo XIV y la Gran Plaga de Londres
en el siglo XVII.
Ratas las hay pululando por tierra, mar o aire de cualquier
rincón del planeta. Siendo los humanos los que las hemos transportados de un
lugar a otro. Son muy prolíferas en sus fases reproductoras, soliendo tener
hasta 12 crías en cada uno de los 5 partos que tienen al año. Y son resistentes
al veneno, hasta el punto de que, en una casa rústica que poseía en un pueblo
castellano. Cuando me percaté de que, en el cuarto donde guardaba la leña,
había muchos rastros de ellas. Les puse raticida, desapareciendo las pastillas
al día siguiente. Por lo que, durante un tiempo realicé una campaña para
exterminarlas. Pero a pesar de que cambié la marca del rodenticidas en varias
ocasiones, se hicieron inmunes al veneno. Y en vez de matarlas, engordaron
alcanzando algunas un tamaño similar al de los conejos.
Me obsesioné tanto con aquella plaga de ratas, hasta el punto
de que, en el silencio de las noches las escuchaba roer. Teniendo que
espantarlas haciendo ruidos. Porque aquellos roedores devoraban lo habido y por
haber de carroña o de cualquier recurso alimentario para ellas. Teniendo
siempre la precaución de cerrar las puertas, especialmente las de la buhardilla
y las del granero al tejado, porque se colaban por cualquier sitio. Siéndome
llamativo que, en cierta ocasión, observé a una enorme rata pasando de una casa
a otra, a través del cableado eléctrico o telefónico.
Las ratas pueden traer de cabeza a gran parte de la
humanidad, porque no hay quien pueda con ellas. Y según una noticia del Daily Mirror de hace un par de meses. “En
Birmingham, Londres, Winchester y Salisbury descubrieron algunos ciudadanos que
había ratas en sus casas del tamaño de los gatos. Habiendo aumentado de tamaño
al comer grandes cantidades de comida basura en los desperdicios arrojados, y
por ser inmunes a los venenos”. Según declaró
al Mirror, el exterminador de ratas de Merseyside, Sean Whelan, “el
problema es que son como los humanos, cuanto más grandes son, más comen. Hay
que hacer algo, porque podrían multiplicarse si no se les detiene”, afirmó.
No sé si, Whelan, quería detenerlas leyéndoles sus derechos
a través del televisivo inspector Colombo o del torpe y desorientado inspector
Gadget, de la serie de dibujos animados. Porque a ciertas ratas, salvo rara
excepción, no las detiene nadie. Pero sí podrían reducir su procreación. Pero
supondría un alto coste económico, que muchos gobiernos no están dispuestos a
desembolsar.
Ratas del tamaño de los conejos y gatos, es evidente que,
las hay por las zonas abandonadas, suburbios, cloacas, alcantarillas y hasta
por las calles a plena luz del día o de la noche. Y por habitar habitan grandes
camadas de largos rabos, mantillas, peinetas, batas de alta costura y con
pelajes relucientes hasta en la
Cámara de los Lores, de los Comunes y en el Palacio de
Buckingham ingles. En los subsuelos, búnkeres, despachos y demás dependencias
interiores o al aire libre del Vaticano italiano, del Kremlin ruso, de la Casa Blanca americana,
del Palacio del Elíseo francés, en Bruselas en la sede de la Organización de
Naciones Unidas, en el Bundestag alemán y, especialmente, en las sedes donde se
reúnen y alojan periódicamente los miembros del gobierno mundial en la
‘sombra’.
España, no es una excepción, estando infectada de ratas de
Norte a Sur y de Este a Oeste. Y haberlas las hay a manadas, piaras y
recuas en el alcantarillado… de los
palacios de La Moncloa ,
El Pardo y Real, Congreso de los Diputados, Senado, Tribunal de Cuentas, Banco
de España, Parlamentos autonómicos, ayuntamientos y sedes de las distintas
formaciones, entre ellas las del PP y la del PSOE de Madrid etc. Agrupándose
esas presuntas excelsas ratas por castas.
Anidando en cualquier boquete que se les tercie. Infectando todo lo que
encuentren a su paso las matriarcas, patriarcas, hembras, varones, ratitas y
rateros.
Pero nosotros, el pueblo, podemos acabar con las ratas y
con los rato (macho de las ratas) sin tocar ni las campanas de las bolsas. Así
que, a por todas las ratas y sus ascendientes y descendientes con tesón sin
desfallecer, porque de lo contrario acabaran con nosotros. Como ha ocurrido por
segunda vez hace unos días, una vez concluida
la desinsectación y desratización llevada a cabo en los quirófanos del
Hospital de La Línea
de la Concepción.
Provocando la nueva presencia de ratas en el centro
hospitalario a los dos días de haberse reanudado las intervenciones
quirúrgicas, que de nuevo se cierren los quirófanos, teniendo que ser
trasladados los pacientes desde el jueves al Hospital Punta Europa de
Algeciras.