sábado, 17 de abril de 2010

¡Qué pena me da Algeciras!



¡Qué pena me da Algeciras!




José Salguero Duarte
Tribuna jueves 15-04-2010
El Faro Información
Algeciras

http://salgueroduarte.artelista.com/

La actual Andalucía, no es la que deseaba el pueblo andaluz, cuando se echó a la calle pidiendo libertades en diciembre de 1977. Por lo tanto creo, que los socialistas españolistas de la Junta de Andalucía, llevan traicionando políticamente a Andalucía treinta años, siendo lo más reciente el cobro de la deuda histórica en terrenos.

Pero como “no hay mal que por bien no venga”, si esas parcelas sirvieran al menos para constituir viviendas sociales a bajo costo para personas necesitadas y para jóvenes. O para construir decenas de centros penitenciarios, para meter a la sombra largas temporadas a los choros trincones de la política, me quedaría más que satisfecho.

En cuanto a Algeciras, creo que debería ser una ciudad con vías de accesos, de acuerdo con la gran categoría que dicen que tiene. Porque si se llega a Algeciras por carretera procedente de Málaga. Y si algún vehículo quiere acceder al centro de la localidad o a la Ciudad Portuaria, deberá circular por el peligrosísimo túnel existente.

Lugar, donde es frecuente que se produzcan accidentes de tráfico, al ser muy estrecho con dos curvas pronunciadas. Habiendo tenido que ser remodelados sus laterales recientemente por el lamentable aspecto que presentaban.

Ese túnel, me da la impresión que sus diseñadores no se calentaron los sesos, porque a pesar de la millonada que se gastaron en su construcción, se quedó obsoleto tras ser inaugurado, debido a la chapuza que hicieron, al no ser acorde con el volumen de tráfico que debería soportar durante todo el año.

Pero, si se llega a Algeciras procedente de la zona sur por la carretera de Tarifa, se percatarán que ese acceso a la ciudad, es también propio a décadas pasadas tercermundistas. Ya que confluye la circunvalación con varias vías secundarias, siendo los atascos sobre todo en épocas estivales morrocotudos, aparte de la peligrosidad que conlleva el paso de la carretera nacional, por una barriada como es la de Los Pastores.

Y si llegan en tren ni les cuento qué odisea desde Ronda hasta aquí. Ya que Algeciras, con arreglo a la importancia que debería tener de acuerdo al lugar estratégico que ocupa, como nexo de unión de dos continentes. Es evidente que sigue abandonada, desde mucho antes de que el tirano Almanzor la arrasara montado en una burra.

Supongo, por tanto cuál es la política llevada a cabo por nuestros gobernantes autonómicos y especialmente los locales, porque peor no se pueden hacer las cosas. Ya que a esta ciudad de mis entretelas y pasiones la tienen achicharradita. Con el agravante de que la millonada de euros que genera la Ciudad Portuaria, apenas se invierte mínimamente aquí, a pesar de que la Ciudad Portuaria le arrebató a Algeciras su litoral.

Algeciras, es una ciudad sin alma y sin señas de identidad dejando mucho que desear, al carecer además de lo más esencial de cualquier pueblo o ciudad europea (cines, teatros, bibliotecas, salas de exposiciones y demás lugares de recreo y de ocio).

Pero esta situación, no es por culpa solamente de las ineptitudes, de ciertas autoridades políticas municipales de este y anteriores gobiernos tanto del PA, PP, PSOE e IU. Sino por el pasotismo del pasivo pueblo algecireño, que se deja hasta meter la mano en los bolsillos pagándose más impuestos, que en cualquier ciudad similar española, sin que ofrezcan a la ciudadanía una mínima prestación en equipamientos.

Agravándose, aún más la situación, por la escasa calidad de vida existente. Y es así bajo mi modesto ver, sentir y padecer, por los continuos atentados medioambientales que sufrimos procedentes del polo químico industrial, produciéndose frecuentemente vertidos atmosféricos y chapapoteros en las playas de la bahía.

Con independencia, de que pronto los diques portuarios y puertos deportivos, que se están construyendo en las diferentes orillas en cementarán la bahía. Y es por lo que la mar en la playa de El Rinconcillo llega ya hasta las casas.