La
doctrina Parot y sus consecuencias
“Esta España borbónica y
constitucional, tiene presuntamente algo o mucho de las series televisivas de
Al Capone o de la cinéfila bandolera de Curro Jiménez. Porque capos y
bandoleros, haberlos los hubo en España en otras épocas, pero presuntamente
siguen habiéndolos en la política”
José
Salguero Duarte
Lunes, 28
de octubre 2013
La doctrina
Parot surge, a raíz de que ante un recurso presentado por el etarra Henri
Parot, solicitando acumular en una todas las condenas que le fueron impuestas.
El Tribunal Supremo en 2006 consideró que, la reducción de un día de condena
por dos de trabajos realizados o por estudiar, serían descontados del total de
los años condenados y no por los 30 años máximo que puede estar un malhechor en
la cárcel.
Es evidente, que en un estado democrático, las leyes se
deben aplicar por criterios jurídicos, debiendo tener carácter retroactivo
cuando favorezca al reo. Por ello, los defensores de los etarras que fueron
condenados con sentencias firmes a través del Código Penal de 1973, muy
anterior a esa doctrina Parot; recurrieron la aplicación de dicha doctrina a
sus defendidos con efecto retroactivo. Siendo Inés del Río, la primera en
acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, para solicitar su puesta en
libertad en 2008, al considerar que al aplicarle la doctrina Parot, se le
alargaba ilegalmente el tiempo de permanencia en la cárcel.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo en
2012, dictó sentencia a favor de la etarra, siendo recurrida esa resolución por
los servicios jurídicos del Estado español. Pero, el pasado lunes, 21 de
octubre, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ratificó en sentencia firme
por unanimidad de sus magistrados, la puesta en libertad de la etarra de forma
inminente. Debiendo ser indemnizada, además, con 30.000 euros por los daños
morales sufridos, aparte de las costas del proceso, por haber permanecido
encarcelada ilegalmente desde el año 2008, vulnerándose los artículos 5º y 7º
relativos a la libertad etc.,etc. Motivándose que fuera excarcelada, Inés del
Río, el pasado martes 22 de octubre.
Esto es, brevemente, lo que creo que ha ocurrido, al
aplicarle a ella y a más de un centenar de etarras y a otros presos la doctrina
Parot. Los que solicitaran su libertad, y el Gobierno los excarcelará
escalonadamente, para evitar más alarma social de la que existe.
Llegado hasta aquí en mi exposición, aclaro que, es
totalmente injusto, que un salvaje que ha cometido una veintena de asesinatos
de la índole que fuere, pague penalmente
igual que uno que haya asesinado
a una sola persona. Por lo tanto, un gran revuelo ha provocado en la sociedad
española este asunto, quejándose amargamente las asociaciones y víctimas del
terrorismo, por la celeridad que ha tenido el Gobierno para poner en libertad a
la susodicha etarra. Lanzándose acusaciones y echando balones fuera las dos
formaciones políticas mayoritarias españolas.
Desconociendo, quién o quiénes son los culpables de esta
situación. Y quiénes los competentes sin recibir presión de otros poderes o de
los de sí mismo, para poner en valor o resolver acerca de lo justo e injusto en
determinadas materias. Porque esta España borbónica y constitucional, tiene
presuntamente algo o mucho de las series televisivas de Al Capone o de la
cinéfila bandolera de Curro Jiménez. Porque capos y bandoleros, haberlos los
hubo en España en otras épocas, pero presuntamente siguen habiéndolos en la
política, aplicando por las bravas o
balsámicamente doctrinas… dependiendo circunstancias o conveniencias
políticas...
No extrañándome que, ciertos políticos fueran condenados
por realizar terrorismo de estado, ni que aún estén por despejarse a quiénes
correspondían las X del 23F y de los casos GAL y del reciente Faisán… No
entiendo la población, tampoco, cómo un expresidente del Gobierno español,
cuando gobernaba llamara a los etarras “Movimiento de liberación vasco” y otras
veces asesinos.
Siendo
vergonzosa y esperpéntica, también, la actitud del actual presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, al ser preguntado el martes pasado por la sentencia
del tribunal de Estrasburgo, haciendo mutis al respecto; contestando, sin
embargo, “llueve muchísimo”. No siendo una respuesta metafórica, porque
climatológicamente jareaba. Pero él y otros como él, casi nunca se mojan ni
salen salpicados, porque son protegidos con paraguas y hasta bajo palio, a
pesar de la que le está cayendo encima a la población española, por culpa de
políticas aplicadas por ellos...
Por lo tanto, ni lo uno ni lo otro, sino lo justo con
arreglo a que “la Justicia
es igual para todos” en cualquier tiempo y lugar. Por ello, siempre estaré al
lado de las victimas directas e indirectas de las barbaries cometidas en este
periodo democrático español. Porque, en definitiva, todos en el grado de
proporcionalidad que a cada uno nos corresponda, hemos sido y somos víctimas
del terrorismo etarra, de la delincuencia callejera y de la de guante blanco
política, bancaria… que sufrimos; calándonos con mayor o menor profundidad sus
presuntas terroríficas fechorías.