domingo, 15 de diciembre de 2013

Martínez Chapurra entrevistado por José Salguero Duarte


Enrique Martínez  “Chapurra”
(Matador de toros)
 


 “Mi pilar fundamental en todos estos años en mi carrera ha sido la ilusión y la afición”

“Mi padre luchó mucho y llegó a torear bastante de novillero”...


“Mi concepto del toreo es puro. Sé que esa clase de toreo es muy difícil hacerlo, porque torear bien no es lo mismo que pegar pases. Intento hacer mi toreo cada día perfeccionándolo, otra cosa es que podamos cada día con todos los toros”

“La ilusión de tomar la alternativa la cumplí en el año 2003,
fue una tarde bonita de triunfo”

“Tardes de inmensa alegría han sido muchas de novillero, lo malo que han sido en pueblos y no me han servido esos triunfos como si hubieran sido en Madrid, donde no me embistieron nunca los novillos en las actuaciones que tuve”

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Por: José Salguero Duarte Algeciras, 15 de diciembre 2013

Martínez "Chapurra", desparrama a las preguntas que le hice contestando con un temple, sensibilidad y humanidad propia de las personas de cante grande, con expresividades y sentimientos, lanceando desde sus primeros compases en el toreo con entereza y firmeza echando ilustremente la pata 'pa lante' sin arrojar la toalla, al estar convencido de que un día puede cambiar su moneda. Conmigo la cambió la primera vez que lo vi en un patio de cuadrillas, porque si la cara es el espejo del alma, la suya resumía nobleza humana y torera.

P.-¿Desde cuándo su afición a los toros?
R.- Mi afición a los toros me viene desde pequeño, en mi casa siempre se ha vivido el toro, por mi familia. Me crié al lado de la plaza de toros de Vistalegre (Madrid), mis juegos y mi niñez fue aquí, viendo entrenar a los toreros, hasta que la cerraron definitivamente. Mi infancia transcurrió entre Madrid y Andújar, el pueblo de mi padre, donde empecé a ir a mis primeros tentaderos. Después me apunté a la escuela taurina de Madrid y ahí empezó ya la cosa en serio de verdad.

P.-¿Había en su familia había un referente torero?
R.- En mi familia ha habido toreros, por lo menos lo han intentado con todas sus ganas, como fue mi tío Antonio y sobre todo mi padre, que luchó muchos años y llegó a torear bastante de novillero, tenían el mismo apodo que es el que yo llevo. También un hermano mío mayor que yo hizo sus pinitos, pero se desengañó muy pronto, lo que si es ahora es un gran aficionado.

P.-¿Comunicó a sus padres que se quería dedicar a esto?
R.- La verdad que yo en casa nunca dije que quería ser torero, fue poco a poco desde pequeño como lo fueron viendo, todo empezó como un juego de niño, siempre estaba viendo entrenar a los toreros en Vistalegre y en la Casa de Campo donde me llevaba mi padre, porque a él siempre le gustó ir a charlar con sus antiguos amigos toreros y poco a poco fue surgiendo todo. Mi madre era muy contraria a esto, pero al final tuvo que transigir porque veía que no me lo podía quitar de la cabeza.

P.- ¿Cuándo se puso por primera vez delante de una becerra y qué sensaciones le causó?
R.- La primera vez que me puse delante de un animal fue en la antigua plaza de Vistalegre. Creo que fue una becerrita que echaron no se a quién, quizás fuera una despedida de soltero o algo así, creo que le pegué algunos pases junto con mi hermano, pero también recuerdo que 'cobré pero bien' al pegarme unas pocas volteretas. Aquello fue lo que me encendió verdaderamente mi afición, pero al poco tiempo cerraron la plaza, una pena, ¡qué grandes recuerdos guardo de esa 'Chata', mis juegos y mi niñez fue allí!
P.- ¿Se acuerda del primer vestido de torear?
R.- El primer vestido de torear que me puse cuando empezaba me fue prestado por el novillero “Porritas" amigo de mi padre. Era verde y bordado en pasamanería blanca, estaba usadillo pero me quedaba bien y toreé algunas becerradas y luego ya me compré uno de segunda mano para cuando debuté sin caballos en Noblejas (Toledo) en el año 1994.

P.- ¿Cuántas temporadas estuvo y cómo le fue?
R.- De novillero con caballos estuve 9 años, desde el 1994 hasta el 2003, que tomé la alternativa. Fueron años muy duros, toreé muchas novilladas y las alternaba tanto sin caballos con las picadas que eran auténticas corridas de toros. Es más, creo que, maté algunas novilladas sin caballos mucho más fuertes que las picadas, pero era lo que había si quería estar preparado.

P.- La ilusión de joven en querer se torero las cumplió cuando tomó la alternativa. Pero después de haber pasado unos años ¿qué recuerda de la misma y qué vestido llevaba?
R.- La ilusión de todo muchacho de tomar la alternativa la cumplí en el 2003, fue una tarde bonita de triunfo. Es la ilusión de ser matador de toros, la que siempre tienes desde niño, cuando ya la tomas la ilusión es la de abrirte paso de matador de toros. El vestido de la alternativa fue un verde y oro, pero sin mentir a nadie, no fue un vestido de estreno ni nada de eso, fue el vestido que me había puesto tantas veces de novillero, que me lo tuve que poner el día de mi alternativa porque no había para otro, ni para poder hacerme ninguno nuevo.

P.- ¿Cómo le funcionan las cosas como matador de toros?
R.- De matador de toros he toreado y estoy toreando bastante menos que de novillero, está muy complicado abrirse paso ya de matador. Creo que habré toreado unas 15 corridas de toros, por eso estoy toreando mucho de sobresaliente a falta de toros, es la manera que tengo de seguir vivo en esto.

P.- ¿Cómo es su toreo?
R.- Mi concepto del toreo es puro, intento hacer el toreo que siempre he tenido de referencia con los toreros que me han gustado y he admirado. Sé que esa clase de toreo es muy difícil hacerlo, tenga usted en cuenta, que torear bien no es lo mismo que pegar pases. Intento hacerlo y perfeccionarlo con los entrenamientos, viendo muchos videos de los toreros que me gustan. Creo que en esto al final nos vamos y nos dejamos muchas cosas en el tintero y siempre pensamos que podíamos haber toreado mejor aún. Pero se intenta hacer el toreo bueno, otra cosa es que podamos todos los días y con todos los toros.

P.- ¿A qué toreros admira?
R.- Desde pequeño siempre he tenido una admiración especial en la figura de Juan Belmonte, me impresionan sus fotos siempre toreando con el pecho, desde arriba. Desde que leí el libro de Chaves Nogales me hice un belmontista. Luego siempre he tenido admiración por una serie de toreros, algunos los he visto en videos como Cagancho, Curro Puya, Manolo Escudero, Manolete, Antonio Bienvenida, Pepín Martín Vázquez, Pepe Luis Vázquez pero otra debilidad para mí ha sido Antonio Ordóñez. La primera vez que fui a la plaza de Las Ventas a ver una corrida de toros, me llevó mi padre a ver al maestro Antoñete que había reaparecido. Era ya un hombre mayor, pero cuando le vi me dije, esa es la forma de torear que me gusta, aunque otra cosas es hacerlo jajajaja. Otros toreros que me han gustado mucho son Curro Vázquez, Sánchez Puerto, Rafael de Paula, Curro Romero, Manolo Vázquez etc.

P.- Dígame una tarde de inmensa alegría y otra que quisiera borrar de su curriculum.
R.- Tardes de inmensa alegría han sido muchas de novillero, lo malo que han sido en muchos pueblos y no me han servido esos triunfos como si hubieran sido en Madrid, donde no me embistieron nunca los novillos en las actuaciones que tuve. Si muchas actuaciones que he tenido en pueblos hubieran sido en Madrid otro gallo me cantaría. Pero el destino es muy caprichoso. En cuanto, a tardes para borrar de mi curriculum, también las hubo de pasar mucho miedo en novilladas muy duras y malas, con encierros y toros corridos que provocan que todo sale de ruina. Como también algunas capeas que tenía que ir por la zona de Guadalajara con novillos casi toreados, en las que el toreo se ve muy difícil. Cuando terminaba pensaba y me preguntaba ¿todo esto de qué sirve? Aunque después reflexionaba y sacaba la parte positiva de todo eso, habiéndome servido para forjarme como torero. Consecuentemente, nada borro porque todo es experiencia.

P.- ¿Satisfecho en sus actuaciones como sobresaliente?
R.- Llevo unas cuantas temporadas actuando de sobresaliente, siendo la forma de mantenerme en torero y como torero creo que vivo. Es muy digno poder mantenerte en tu profesión ejerciéndola, y mientras no me aburra ni desfallezca recompensa tendré.

P.-Dicen que más cornadas da el hambre que el toro, ¿cómo se presentan las navidades?
R.- Bueno las navidades para turrón y cordero nos llega jajajaja. Como están las cosas, mientras haya para comer, uno es feliz y ver a los tuyos felices te alegra la vida. Pero un poco triste, porque el año pasado falleció mi padre el día 29 de diciembre, ya va hacer un año. Las pasadas navidades fueron muy duras y estas creo que van a ser muy nostálgicas al no estar él ya con nosotros, pero bueno… la vida sigue y la tenemos que vivir.
P.- La próxima temporada, ¿parte de cero?
R.- La próxima temporada parto de cero como todas las temporadas pasadas, tengo que vivir el día a día y ya irán saliendo cosas. Ahora lo que toca es hacer tentaderos, no dejar los entrenamientos en todo el año y disfrutar del toreo en lo que se haga y nos dejen.

P.- ¿Cuál ha sido su pilar o pilares fundamentales en todos estos años?
R.- Mi pilar fundamental en todos estos años y en mi carrera ha sido la ilusión y la afición, pero sobre todo, creer en mí y en mis condiciones. A lo mejor más de uno puede ser que se sorprenda si cambio la moneda, que eso puede pasar en cualquier momento. Aunque el único que muchas veces cree en ello soy yo, por eso sigo en mi lucha, porque tengo mucha fe de que todo debe llegar.

P.- ¿Qué sueños le quedan por cumplir en esta vida?
R.- Los sueños que me quedan por cumplir en esta vida son muchos tanto a nivel de torero como fuera del toro. Como torero no se han cumplido ni un 40% de lo que pienso que voy a cumplir, por eso no desfallezco en mi lucha. Algunos se han cumplido mirando en el pasado cuando era uno niño, pero espero que se cumplan muchísimos más.

P.- La madurez, la experiencia y la preparación es fundamental.
R.- A pesar de darme cuenta de todo lo trascurrido en estos años y lo difícil que es, también me doy cuenta que tengo muchos mas conocimientos como torero que años atrás. La experiencia me ha venido muy bien para forjarme como torero. La ilusión de niño es una ilusión distinta a la de ahora cuando eres un hombre, la otra es una ilusión utópica de sueños, pero la de ahora es real, sabes que si te ruedan las cosas en algún sitio de transcendencia tu nombre puede sonar, aunque sea complicado, pero por eso se mantiene la ilusión por ver cumplido tus sueños. Verte realizado toreando un toro bien.

P.- Para finalizar, diga lo que desee con absoluta libertad.
R.- Agradezco mucho a
www.desdelcallejón.com está entrevista y que se acuerde usted de toreros como yo, porque la fiesta también la componen muchos personajes, toreros, banderilleros… que tienen grandes cosas que aportar con sus conocimientos y vivencias a nuestra fiesta. Creo que se debería entrevistar a muchos que están en el anonimato. Un fuerte abrazo.