lunes, 9 de diciembre de 2013

Manuel Díaz ‘El Cordobés’, Tendido Cero, Toros para todos y la nueva puya






Manuel Díaz 'El Cordobés'
 
 

“Se dice que el toro es el más honrado de cuanto intervienen en los espectáculos taurinos. Pero no se debe olvidar nadie del caballo de picar, que es el que creo,
que tiene más vergüenza, al llevar los ojos tapados”
 
 
 
 
 







José Salguero Duarte
Domingo, 8 de diciembre 2013


Cuando mis compromisos me lo permiten, los sábados y los domingos, procuro cómoda y relajadamente ver los diferentes programas taurinos, tanto “Tendido Cero” de la 2 de TVE como “Toros para todos” de Canal Sur. Fuentes televisivas públicas españolas y andaluza de las más importantes, que sacian a los aficionados y profesionales del toreo de las distintas ramas, acerca de lo que se cuece en el mundo taurino a nivel nacional e internacional.

Por ello, “como al César lo que es del César”. Vaya –desde los sinceros adentros de los pilares de mis sones, a través de este muñón de palabras escritas con la roja tinta de mi estilográfica– un respetuoso sombrerazo para los profesionales periodistas de dichos programas.

Sobre el programa de “Tendido Cero” emitido el pasado sábado, 30 de noviembre, donde se trataron, entre otros temas taurinos, la creación de la nueva puya. Mis impresiones sobre la misma, son más que positivas. Por ello, bienvenida sea, si es que a los doctos y profesionales correspondientes de la tauromaquia les convence la misma y aprueban. Pero que no se confundan si la rechazan, porque la Fiesta se ha de adaptar a los tiempos actuales.

Por lo tanto, todo lo que sea mitigar el castigo que recibe el animal durante la lidia, será como agua de mayo para la consistencia y estabilidad de los espectáculos taurinos. De lo contrario, al tener la Fiesta más de media ‘estocá’ metida, proseguirá su andadura a trancas y barrancas agonizando. Y salvo, la penicilina de un nuevo Fleming, que la cure de la grave enfermedad exterminadora que padece, tiene los días contados.

Consecuentemente, más desproporcionalidad en la balanza no vale. Como tampoco favorece a la Fiesta el recurrir a tópicos de antaño, porque “tiempos pasados no mueven molinos”. Y ahora los que tienen que hacer girar sincronizadamente las aspas de la tauromaquia hacia el presente e inmediato futuro, son todos los profesionales que viven y se enriquecen de ella través del toro bravo. Del que se dice que es el más honrado de cuanto intervienen en los espectáculos taurinos. Pero no se debe olvidar nadie del caballo de picar, que es el que creo, que tiene más vergüenza, al llevar los ojos tapados.

En fin… llevar los ojos tapados o mirar para otra parte, lo hace presuntamente también cierta prensa taurina en ocasiones. Siendo evidente para mí, que actualmente está más vigente que nunca, lo que afirmó Ortega y Gasset sobre España y la Fiesta, al decir algo así: “La historia del toreo está ligada a España, tanto que sin conocer la primera, resulta imposible comprender la segunda”.

Debo cambiar el tercio… para ir finalizando lo que estoy lidiando acerca de otro tema que me llegó a calar, del referido programa de “Tendido Cero”. Que fue la excelente entrevista que le hizo Federico Arnás a Manuel Díaz ‘El Cordobés’. En la que supo ponerle ‘la muleta’ tocándole al diestro los hilos sensitivos sin molestarle lo más mínimo. Motivando que se explayara Manuel por derecho y sin abaje acerca de su pasado, presente y futuro en el mundo del toro.

En cuanto, a lo que afirmó el diestro: “Soy del que me voy a ir del torero y voy a ser un incomprendido. No se me va a entender”. Creo, Manuel, que te debe preocupar eso lo justo y mínimo, porque has sido un pilar importante de la Fiesta en estas dos últimas décadas. Y lo seguirás siendo porque, entre otras cosas, aparte de tu carisma y torería ortodoxa y de la otra, llevas mucha gente a las taquillas. Y, si además, cobras tus emolumentos cada tarde que te vistes de luces, haciendo lo que te gusta, que es torear. Te puedes dar por contento, porque a algunos tras jugarse la barriga, ni le dan ni para cubrir gastos. Consecuentemente, feliz tú y felices los tuyos y los que disfrutan cuando desparramas tu torería.

Así que, eso es lo que hay, aunque después de verte torear cada temporada media docena de tardes desde que comenzaste. Debo comprender y comprendo tus diversas expresividades artísticas toreras, porque procedes y eres del pueblo llano. Y toreas según, cómo, cuándo y dónde para los puristas y para el público que te demanda ese toreo bullicioso y festero de jotas y guirigáis calzando chanclas y calcetines blancos de lana, en pleno mes de agosto con 40 grados a la sombra. Agradando a todos, pero especialmente, haces felices a estos últimos, hasta el punto, que se olvidan del paro, de la hambruna, de las miserias, de los impuestos y de los mangazos políticos que pegan ciertos impresentables de guante blanco, de esta corrupta España de charangas y panderetas.