El bipartidismo, PP y
PSOE,
causante de nuestros males
causante de nuestros males
“A mis señorías que
son las suya, se les hace el culo caldo y la boca miel de la burra de mi
compadre el ‘Tío Pericón’ de la Cañada de los Tomates de Algeciras. Con toda la
parafernalia celebrada con motivo de la conmemoración del 36 aniversario de la
Constitución española de 1978”
José Salguero Duarte
Domingo, 7 de diciembre 2014
Hace un
sol espléndido en la mañana del viernes, 5 de noviembre. Y no quisiera que más
de un energúmeno me amargue mi transitar por el día del inicio del puente
festivo de la Constitución e Inmaculada. Deseándoles a las personas
trabajadoras y contribuyentes, que gocen y disfruten de estos días de descanso
y vacaciones, al tenérselo más que merecido. Pero no así, a gran parte de la
casta política española, porque es el componente viral maligno de todas las
dolencias que sufre España. Teniéndonos enfrentado, los unos contra los otros.
Mientras ellos, si les convienen, son capaces de pactar hasta con el diablo,
con tal de proseguir con su hegemonía inquisidora. Diciendo un día blanco y al
otro negro, dependiendo si están en la oposición o en el poder.
No extrañándome,
por tanto, que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tenga
intención de pactar con el PSOE, en caso
de perder las elecciones generales del año próximo. Demostrándose, una vez más
que, este bipartidismo presuntamente corrosivo, despiadado y corrupto español,
es la causa causante del mal político y de las desgracias democráticas que
acarreamos desde la dictadura de Franco y hasta nuestros días.
Consecuentemente,
si significativa fueron las imágenes emitidas por diferentes cadenas de
televisión, de la visita realizada por la ciudadanía, al Congreso de los
Diputados, en la jornada de puertas abiertas. Más reveladoras e indicadora fue
el sentir popular en las declaraciones
efectuadas por muchos de los visitantes, al ser preguntados por los políticos,
cuando se encontraban entre los escaños de sus excelencias los diputados.
Existiendo un clamor contra la corrupción expandida presuntamente por casi
todos los niveles políticos del Estado español, desde la Casa Real y hasta el
ente menos insignificante. Pero, menos mal que, la Justicia está haciendo su
labor y van cayendo uno tras otro. No teniendo ningún penar, porque el presunto
chorizo, el expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, entrara
en prisión hace unos días. Así que, ahora, que se joda y que le vayan dando
vaselina perfumada.
Me es
casi totalmente imposible obviar a la gentuza repugnante de la casta política que
se lo ha estado llevando o lleva en A o en B, sin tener el mínimo
remordimiento. Aunque, más de uno no dormirá ya tranquilo. Porque al bajar la
marea de su abundancia ratera… Está aflorando el lodo que tenían oculto, desde
hace décadas, en sus cloacas porqueras y cochineras.
Tampoco quiero pasar sin citar al
presunto impresentable consejero de
Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, por sus nuevas y polémicas
declaraciones realizadas sobre la crisis del ébola y, sobre la auxiliar de enfermería
contagiada por ese mortal y maligno virus. Siendo destituido, por fin, por sus
mentores del PP, porque es mucho el presunto daño doloso que ha causado con sus
declaraciones. Así que, a éste, que le vayan dando también ‘los homenajes’ que
se merece.
Estimado lector, a mis señorías que son
las suya, se les hace el culo caldo y la boca miel de la burra de mi compadre
el ‘Tío Pericón’ de la Cañada de los Tomates de Algeciras. Con toda la
parafernalia celebrada con motivo de la conmemoración del 36 aniversario de la
Constitución española de 1978.
Ley de
leyes o Carta Magna, que está más cuestionada que nunca, por encontrarse
obsoleta, caducada y trasnochada en los tiempos actuales. Necesitando una
profunda reforma ya que, entre otras cosas, es machista discriminándose a la
mujer a favor del hombre, en un tema tan fundamental como es la sucesión de la Corona española.
Realeza que no tiene ninguna razón de ser en un estado democrático de derechos
y libertades. Porque, creo y entiendo que, todos los poderes deben emanar del
pueblo y no impuestos arbitrariamente, como presuntamente ocurrió con la
reciente subida al trono del actual Monarca.
Constitución
española, en la que no se sustentan muchos de sus artículos y apartados. Porque
si sirvieron provisionalmente en la transición política. Actualmente, no tienen
ninguna razón de ser, como es el mantenimiento del actual modelo territorial
español. Debiéndose hacer frente ya, de una vez por todas, a esa cuestión tan
fundamental. Porque más mentiras no caben ya que, el actual federalismo
encubierto con el sistema autonómico, debe clarificarse por el bien del futuro
de los pueblos que cohabitan en este estado de estados o, Nación de naciones y
regiones llamado España. Debiéndose, además, eliminar el Senado (Cámara territorial),
las mancomunidades de municipios, diputaciones provinciales y cuantos
estamentos sean parasitarios. Así como rebajar el número de cargos públicos,
porque ‘cuanto más gatos más ratones’.