domingo, 21 de noviembre de 2010

Juan Danta, presidente de la asociación El Ancla. "Si salí del alcoholismo, cualquiera puede también". (Entrevista de Pepe Salguero Duarte)


Juan Danta
Presidente Alcohólicos Rehabilitados del Campo de Gibraltar “El Ancla”


“Si yo salí del alcoholismo, cualquiera puede también”




José Salguero Duarte
Diario Área
Domingo 07-11-2010
http://salgueroduarte.artelista.com/



Conozco la excelente labor que realiza Juan desde la asociación que preside. Y con motivo de celebrarse el día 15 de noviembre el Día sin alcohol, le entrevisté, detallando con valentía su propia experiencia, así como la ayuda que presta a muchas personas con problemas de alcoholismo.


–-¿Desde cuándo preside la asociación?
-Desde el año 2004 debido a que dimitió el anterior presidente. Ya pertenecía a la misma desde el 2002 y llegué porque el alcohol podía más que yo. Creía que podía controlar y dejar de beber cuando quisiera pero me era imposible.

–-¿El alcoholismo es una enfermedad crónica?
-Esta adicción a lo largo de los años se traduce en una enfermedad crónica, porque el alcoholismo no tiene cura. El alcohol es una enfermedad que podemos paralizar en el momento que dejemos de beber. Esta enfermedad permanece dormida y debemos adiestrar nuestra mente para que no dependa del alcohol, porque en el momento que tomemos una mínima copa la enfermedad brota de nuevo.

–-¿Cuándo se concienció que era alcohólico?

–Cuando estamos metido en el mundo del alcohol los problemas se acumulan. Reconocer que somos alcohólicos nos cuesta mucho. En un tiempo me decía que tenía que beber menos, pero al final volvía a beber lo mismo y más, agravándose los problemas en casa. Y a raíz de una conversación que tuvimos mi mujer y yo me dijo: "La familia o el alcohol", decidí por la familia y dejé el alcohol.

–-No es fácil pero el que quiere lo consigue como usted lo consiguió, ¿es así?
–Me costó mucho trabajo dejar de beber porque la falta de alcohol en mi cuerpo me creó un síndrome de abstinencia y me subía por las paredes. Aguanté y aguanté pero tuve un delirium y me tuvieron que llevar al hospital. Me recuperé y a raíz de eso dejé de beber.

–-¿Cuántos años lleva sin probar ni una gota de alcohol?
–Llevo diez años sin beber ni una gota de alcohol. En Navidad brindo con agua o con un refresco. He estado en bodas, comuniones, barbacoas y no me ha hecho falta el alcohol. Pero en el momento que el alcohol me gane una batalla me pierdo. Lamentablemente en todos los actos sociales y familiares está el alcohol por medio.

–-¿Supongo que tendría muchísimos amigos de bares y tascas?
–Supones bien porque tenía muchísimos amigos de esos, pero sin embargo, a unas tres personas que me aconsejaban que me cuidara, les tenía casi odio, porque no comprendía el por qué me lo decían, al creerme yo que estaba bien. Pero con el paso del tiempo esos tres eran mis verdaderos amigos, porque me decían la verdad.

–-¿Satisfacción y orgullo en su familia ante su excelente actitud?
–Ahora entro en casa y existe una convivencia dentro de la normalidad, antes era un infierno y si llegaba como llegaba todo el mundo se quitaba de en medio. He ganado en calidad de vida y en la economía familiar también se ha notado, porque siempre se gastaba uno en alcohol lo que tenía y más.

–-¿Es verdaderamente alarmante fomentar el alcoholismo a través de las botellonas?
–Las botellonas en la calle están dejando las puertas abierta al alcohol y a otras drogas. Se debe concienciar a la juventud y a la sociedad en general de las consecuencias que acarrea el alcohol: Comas etílicos, la cirrosis, los diferentes cánceres, impotencia sexual en los hombres, frigidez en las mujeres, depresiones, delirium, suicidios, despidos en los trabajos, rechazo social, celos, mala higiene, agresiones, violencias, divorcios, ruina económica, dolor y sufrimiento en la familia…

–-¿Cuántas personas acuden a la asociación?
–Tenemos registrada un total de 52 personas asociadas, después hasta unas 20 solemos venir a participar en las terapias los martes y los jueves a partir de las siete de la tarde. No es un número exacto porque esto es un centro abierto y cada cual tien que atender sus ocupaciones. Esta asociación es comarcal y vienen personas de las distintas poblaciones.

–-¿Cuál es la cuota que han de abonar?
-Pagamos una cuota al mes de 7 euros para gastos de mantenimiento de la asociación.

–-¿Las personas que necesiten ayuda, ¿dónde deben acudir y cuáles son los teléfonos de contactos?
-La sede de “El Ancla” está en el Centro Cívico de la Reconquista de Algeciras y los teléfonos de contactos son 956633881 y móvil 618154492. Estamos las 24 horas dispuestos a informar y a atender a cualquier persona que quiera venir por aquí. Tenemos un psicólogo para las personas que lo necesiten.



–-¿Existen centros especializados?
–Aconsejamos que acudan a los Servicios Especiales del Centro de Tratamiento Ambulatorio sito en la barriada El Saladillo en la calle Miguel Hernández 17, teléfono 956660531, donde diferentes especialistas de la medicina atienden a los que sufren esta y otras adicciones.

–-¿Todo lo que se comenta en las terapias queda dentro de la asociación?
–Lo que aquí se hable aquí se queda totalmente confidencial. Aquí en la asociación no aconsejamos sino orientamos a todas las personas que tienen problemas con el alcohol. Componemos y somos una sola unidad y venimos a ayudarnos y a rehabilitarnos mutuamente. Todos los problemas que tenga una persona tienen solución menos uno que es la muerte.

–-¿Hay que estar vigilante permanentemente para combatir el alcoholismo?
–Esto es una lucha diaria. Hay personas de la asociación que se han recuperado y siguen viniendo a las terapias. Pero sin embargo otras volvieron a recaer y la vergüenza les impide venir. Las personas que asisten a las terapias y no pierden el contacto con nosotros incluso telefónicamente se mantienen sin beber. Pero cuando comienzan a vivir de nuevo y se abandonan no rompiendo los hábitos y costumbres recaen.

–-¿Muchas personas no vienen a las terapias, ¿por el qué dirán?
–Hay personas que por su status social le da vergüenza que
me vean venir a esta asociación. ¡A mí cómo me va a dar vergüenza de que me vean venir a una asociación para recuperarme de una enfermedad que tengo! Sin embargo, antes que estaba perdido no me daba vergüenza y nadie me decía nada cuando bebía. Una persona con traje y corbata tomando cualquier clase de bebida alcohólica, es lo más normal en esta sociedad.

–-¿Se habla del alcoholismo en el hombre pero, ¿cómo está el tema referente a la mujer?
–Quiero hacer un llamamiento a las muchas mujeres que tengan problemas con el alcohol y no lo quieren reconocer. Para decirles que estamos abiertos también hacia ellas y que no les de vergüenza afrontar su enfermedad.

–-¿La forma de beber de las mujeres y de los hombres son muy diferentes?
–Si, porque mientras el hombre bebe abiertamente en lugares públicos. Una gran parte de las mujeres con problemas de alcoholismo beben en casa. Y aunque intenten esconderlo mucha gente lo sabe.

–-¿Intentan esconder el problema más que los hombres?
–A un hombre alcohólico le cuesta dar el primer paso para rehabilitarse. Reconocer que el alcohol es un problema para él. ¿Cuánto más le cuesta a una mujer? Detrás de un hombre alcohólico siempre hay un familiar que le ayude a dejar la adicción. Pero detrás de una mujer alcohólica pocas veces tiene el respaldo y la ayuda de su pareja o de sus familiares.

–-¿Sintomatología de una persona con problemas de alcohol?
–Son muchas entre ellas llegar tarde a casa después del trabajo. Descuido en la higiene personal. Despreocupación de las obligaciones del hogar. Desentendimiento en la educación de los hijos. Agresividad ante cualquier reproche que se les haga. Bajo rendimiento laboral. Faltar injustificadamente al trabajo. Endeudarse o pedir préstamos. Expresar que el alcohol no es su problema…

–-¿El 15 de noviembre se celebra el Día sin Alcohol, ¿qué tiene programado realizar?
–En la calle Ancha de Algeciras y en la Alameda de San Roque pondremos puntos informativos sobre el alcoholismo. Este año va dedicada la campaña al alcohol en el ámbito familiar.

–-¿Usted se siente más libre y mejor persona en todos los sentidos desde que dejó de beber?
–Pues si, ahora no me escondo de nadie y voy muy orgulloso por la calle. Los amigos que tenía de bares cuando paso por al lado de ellos no dicen ni hola. Ellos se lo pierden porque yo he ganado en salud, respeto, orgullo y personalidad.

–-¿Hay que enfrentarse abiertamente al alcoholismo?
–Muchas veces no somos capaces de enfrentarnos a ello. Por lo tanto no debemos dejar nuestro problema con el alcohol metido en un cajón. El diálogo es muy importante, y cualquiera de los que estamos aquí hemos pasado por esas circunstancias. Pero a través de nuestras experiencias podemos ayudar a otros con el mismo problema.

–-El espacio se ha agotado, ¿quiere decir algo para finalizar?
–Muchas gracias José por acordarte una vez más de nosotros. Y por último quiero decir a las personas que tengan problemas con el alcohol, que si yo salí del alcoholismo, cualquiera que se lo proponga puede salir también.