viernes, 17 de junio de 2011

Carta al alcalde de Algeciras José Ignacio Landaluce


Campaña de desparasitación del Ayuntamiento de Algeciras




José Salguero Duarte
Jueves 16 junio 2011


En primer lugar felicitarle, porque por primera vez en la historia democrática española, ha sido elegido mayoritariamente por el pueblo algecireño, para dirigir los intereses comunes de la ciudadanía.

Y, de usted depende sólo y exclusivamente, como máximo responsable municipal, que esa fe que han depositado gran parte de los algecireños en usted, perdure a lo largo de los años. Para que su imagen sea acogida de la misma forma y entusiasmo, que le tienen los seguidores a San Pancracio.

De lo contrario, cosa que descarto hacia usted casi totalmente, es probable que le ocurra entre otras cosas, lo mismo que observé hace unos días en una calle algecireña. Cuando dos personas observaron a varios políticos fotografiados en un panfleto periodístico que estaba tirado y era pisoteado en el suelo por los transeúntes. Siendo recogido por uno de ellos, creyendo que era para depositarlo en una papelera. Sino para decir mientras lo estrujaba con todas sus fuerzas entre sus manos: “Sinvergüenzas".

Sr. Landaluce, la tarea no es fácil pero no imposible. Por lo tanto le deseo paciencia, que es la madre de todas las ciencias. Y estirpe de raíz sin temblarle el pulso todos los presuntos pólipos, gangrenas y cánceres malignos que puedan presuntamente existir. Ya que el pueblo demanda orden, transparencia, dignidad, legalidad, vergüenza y lealtad a los ejes fundamentales que sustentan nuestros pilares democráticos.

¡Es tan difícil!, ¿que los algecireños puedan por fin tener unos espejos políticos transparentes, donde poderse mirar como referencia? Porque, hasta hace unos días con ciertos miembros del PSOE e IU en el poder municipal algecireño, peor imagen no se puede presuntamente emitir.

Sr. Landaluce, la ciudadanía de bien desea muy poquitas cosas. En primer lugar que le hagan ustedes la vida más llevadera y feliz, porque hasta la fecha las muchas presuntas incongruencias políticas y cívicas demostradas por determinados miembros del equipo municipal saliente y, desde la subdelegación de la Junta de Andalucía en Algeciras, no es lo más apropiado para vivir en paz y armonía.

Se desea, pasear por las calles y plazas sin temor a ser atracados. Sin temor a pisar una baldosa y rompernos los dientes de un morrazo en el suelo, así como no tener que ir sorteando los excrementos de los perros, ni peligrar constantemente nuestra integridad física al cruzar un paso de peatones.

Para corregir lo anterior y mucho más que hay que poner en orden, urge que las ordenanzas municipales se lleven a cabo con rigor pero sin dictados.

El ciudadano, señor alcalde, quiere saber también de una vez por todas, qué es lo que se cuece en las interioridades o tripas más profundas del estado real de las cuentas públicas algecireñas. Porque, nuestros gobernantes, son sólo y exclusivamente unos administradores de los dineros públicos de los contribuyentes.

Por lo tanto, más ocultismos en la política andaluza y española no caben, ya que no es de extrañar que paguen justos por pecadores o trincones. Y se escuche decir erróneamente con bastante frecuencia: “No hay pan para tantos chorizos. Y todos son iguales".

Algeciras, como bien sabe señor, es nexo de unión con el continente africano. Y aunque se pagan los mismos o más impuestos que otros lugares de mayor o menor rango, es una ciudad hueca y vacía a pesar de haber sido crisol de muchas cosas por el privilegiando lugar que ocupa al sur de Al Andalus, España y Europa.

Un pueblo culto, señor Landaluce, es un pueblo libre. Y desgraciadamente la cultura en Algeciras brilla por su ausencia. Prueba de ello es que en Algeciras que es una ciudad de más de 120.000 habitantes, y que ejerce además como capital de la comarca del Campo de Gibraltar. Carece de lo más esencial como es de depuradoras de aguas fecales, cines, teatros, zonas verdes, carril bicis, bibliotecas públicas con edificios y personal especializado en la materia, lugares de ocio y disfrute tanto en espacios abiertos como cerrados para todas las clases y edades...

Por favor, den ejemplo y hagan que en Algeciras nos amamantemos de almíbar y no de vinagre político. Y si necesitan un voluntario para desparasitar por debajo de las alfombras y rincones de todas las dependencias municipales y mancomunadas, realizaré altruistamente el trabajo, sufragando los gastos de los insecticidas. Salud y suerte.