Magdalena Álvarez
(PSOE) y Willy Meyer (IU) dimiten
“Magdalena no debe temer nada por su futuro, porque
poseerá o le facilitará su partido abrigos para que no se moje ni pase frío
alguno. Pero, además, se va presuntamente con 10.000 euros mensuales y una
pensión vitalicia”
José Salguero Duarte
La abdicación del rey Juan Carlos I, anunciada el
pasado 2 de junio, llevándose a cabo oficialmente el miércoles 18 siguiente.
Fue muy sorprendente por lo inesperado, así como la urgente coronación de su
sucesor Felipe VI, el jueves 19 siguiente. No cuadrándome tanta celeridad,
entendiendo que, presuntamente el abdicado tomó esa decisión, porque algo se
cocinó días anteriores en ciertos chiringuitos a espaldas del pueblo, por y
para la continuidad de esta dinastía borbónica impuesta, hace unas cuatro
décadas, por el dictador Franco. Teniéndose que marchar Juan Carlos I de la Jefatura del Estado por
la puerta de atrás y de puntilla sin hacer ruidos, con objeto de no aumentar,
aún más, el desprestigio de la
Corona y de su dinastía, a raíz de ciertos escándalos en los
que están inmersos ciertos de sus miembros.
Y como lo que más le preocuparía a
Juan Carlos I, era que su hijo Felipe fuera coronado Rey de España. Lo
consiguió en menos de 20 días, sin que el pueblo haya hablado, como requería
tan grave asunto, al meternos sin vaselina el abdicado y el bipartidismo del PP
y PSOE, un gol en el tiempo de descuento
y en fuera de juego. Y tanto el abdicado monarca como los afines a su dinastía,
pensarán que, “pelillos a la mar” y lo
que venga posteriormente, que lo solventen el nuevo Rey, el PP o el PSOE.
No sorprendiéndome, además que, ni una
semana después de la coronación de Felipe VI. El juez Castro, instructor del
caso Nóos, haya dado por finiquitado el sumario de esa presunta trama ratera. Mantenido su
señoría la imputación por dos presuntos delitos fiscales y uno de blanqueo de
capitales a la infanta Cristina, así como a su esposo y cuñado del nuevo Rey de
España, Iñaki Urdangarín, por muchos más presuntos delitos cometidos.
Habiéndose presuntamente enriquecidos, por ser quienes son y lo que han
representado y representan en este régimen corrupto.
Si hubo celeridad en la abdicación y
coronación de Felipe VI. Más, aún, la ha habido en el fiscal anticorrupción del
caso Nóos, Pedro Horrach, porque ha recurrido la imputación de la infanta
Cristina, en menos de 24 horas de cerrar el juez Castro el sumario. Siendo
esclarecedor cómo está cierta justicia en España, porque si la Fiscalía debe defender
los intereses del Estado. En este caso, se posiciona presuntamente a favor de
la presunta delincuente, la infanta Cristina, arremetiendo duramente contra el
juez instructor. Dudando mucho que, la imputada sea sentada en el banquillo y
condenada, ya que en España “la justicia no es igual para todos”.
No extrañándome tampoco que, ya se
haya aprobado el aforamiento del yayo monarca abdicado, para que sea juzgado
por un tribunal especial y no por uno ordinario. Por ello, si continúa su
curso, el Borbón Juan Carlos I, se tendrá que defender de la presunta denuncia
que le han interpuesto. Y de las que le están por caer por otras presuntas
fechorías que haya podido cometer a lo largo de su reinado, habiendo amasado
una enorme fortuna...
Mientras transcurre todo lo anterior
relativo a la monarquía y a la dinastía borbónica, en un ambiente contaminado y
poco transparente propio de regimenes totalitarios. Los medios propagandísticos
del sistema, sustentados con dinero público de todos los españoles, se hallan
inmersos en realzar la imagen del nuevo Monarca y de su dinastía. Silenciando,
en lo posible, que presuntos ‘choros’
enrolados en las filas del PP, PSOE y UGT… inmersos en los casos de corruptelas
Gurtell, Pokemon o ERE… prosiguen siendo puestos a disposición judicial. No
dimitiendo casi ninguno de ellos, porque a pesar de que digan algunos políticos
que “el aforamiento no es un privilegio”, se aferran a la política y a sus
poltronas como las garrapatas a los perros, para continuar bajo el manto del
aforamiento, por lo que les pueda ocurrir.
Siendo significativo que, el
eurodiputado de IU, Willy Meyer haya presentado su dimisión ‘voluntariamente’,
al haberse sabido que él y otros muchos políticos españoles… tienen
contratado un plan de pensiones en un paraíso
fiscal, siendo subvencionado parte del mismo presuntamente con dinero público
de fondos europeos. Habiendo dimitiendo también, la exministra del PSOE,
Magdalena Álvarez, del cargo de Vicepresidenta del Banco Europeo de
Inversiones, al estar imputada en el caso de los ERE, por presuntos delitos de
prevaricación y malversación de caudales públicos, mientras ejercía en la Junta de Andalucía como
consejera de Economía y Hacienda. Señora, la que no debe temer nada por su
futuro, porque poseerá o le facilitará su partido por los ‘buenos servicios
prestados a sus siglas y a España’, abrigos para que en esta lluviosa y
tormentosa entrada del verano y, en los gélidos inviernos que le hayan de
llegar, no se moje ni pase frío alguno. Pero, además, se va presuntamente con
10.000 euros mensuales y una pensión vitalicia.