PP y PSOE imponen, como Franco, el
nuevo monarca
“Hay que estar muy alerta, porque el lavado de imagen
a favor del futuro monarca y del resto de su familia real está funcionando con
toda celeridad”
José Salguero Duarte
Es
evidente, que tras las elecciones europeas del pasado 25 de mayo, han
acontecido hechos muy transcendentales para el futuro de esta Nación de
naciones y regiones. A raíz de que, una significativa parte de la ciudadanía,
en esas elecciones europeístas, diera un golpe democrático en las urnas,
cimbreando a los dos pilares fundamentes (PP y PSOE), que son los que sustentan
políticamente al imperante sistema político corrupto español de 1978.
Recibiendo ambas formaciones del bipartidismo, un varapalo democrático
descomunal, perdiendo una millonada de votos, al expresar una significativa
parte de la ciudadanía que está harta de tantas corruptelas, mentiras,
privilegios, despropósitos, desigualdades y arbitrariedades impuestas por las
castas políticas dominantes y sus sabandijas contra el pueblo.
Por ello, al haberle hecho un
‘descosido’ al sistema, especialmente la formación política ‘Podemos’,
moviéndoles las poltronas a numerosos clanes políticos. Las reacciones de las
castas imperantes contra el líder de ‘Podemos’, Pablo Iglesias, no se hicieron
esperar, con toda clase de descalificaciones, a través de los diferentes medios
propagandísticos del régimen, por parte de encorbatados políticos, junta letras
y demás voceras amacerados en los pesebres de los inquisidores poderes
establecidos, Individuos, a los que aconsejo, que se relajen porque a más de
uno le puede dar un ‘yuyu’, cuando vierten radical y sañosamente sus inquinas
en ruedas de prensa, tertulias políticas televisadas… contra la formación ‘Podemos’, la que desea la justa distribución
de la riqueza, así como más democracia, libertad, justicia e igualdad… Siendo
uno de los últimos casos de corruptelas que ha salpicado al PP, la condena de
siete concejales del ayuntamiento de Santiago, a nueve años de inhabilitación
para ejercer cargo público, al haber cometido un delito de prevaricación.
Siendo ya nueve las plazas vacantes en Santiago de Compostela, al ser esa la
cantidad de ediles del Partido Popular los que presentaron su dimisión.
La situación institucional y política
española es tan grave en los últimos años, hasta el punto, que el pasado 2 de
junio, se hizo público que el Rey impuesto por el dictador Francisco Franco,
había comunicado al presidente del Gobierno español que abdicaba. Pillando esa
decisión del Monarca a la población totalmente desprevenida. Especulándose
cuáles han sido los motivos, para que el Rey tomara esa postura repentinamente.
No descartándose que, el Borbón haya movido fichas, a raíz de los últimos
resultados en las urnas, para colocarnos por la puerta de atrás a su hijo como
nuevo monarca, antes de que se agrave aún más el descrédito alarmante que sufre
la monarquía por desmérito propio, después de la pillada del Rey cazando
elefantes, el affaire con la princesa Corinna y otros graves asuntos, como es lo
que le está por llegar judicialmente a la infanta Cristina y a su esposo Iñaki
Urdangarín, con motivo de los presuntos delitos cometidos en el caso Nóos…
Por ello y más, Juan Carlos I,
presuntamente ha acelerado su abdicación, con el presunto objetivo de que con
carácter de extrema urgencia, su hijo Felipe sea nombrado su sucesor por la
gracia de Dios, de Franco, de él, del PP de Rajoy, del PSOE de Rubalcaba y
Felipe González, y demás formaciones políticas y empresariales… juancarlistas o
monárquicas. Los que presuntamente serán los que atenten contra la democracia y
libertad del Estado español. Porque tras la abdicación del rey Juan Carlos I,
deberían permitir que los españoles, decidan democráticamente qué clase de
Estado es el que se desea actualmente para España. Porque, no hay que olvidar
que, la soberanía nacional reside en el pueblo. Y del pueblo debe emanar, como
dice la constitución, todos los poderes públicos.
Consecuentemente, hay que estar muy
alerta, porque el lavado de imagen a favor del futuro monarca y del resto de su
familia real está funcionando con toda celeridad. Habiéndoles preparados el
régimen actos de todo tipo, para que los miembros de la
Casa Real en sus comparecencias públicas,
reciban de sus palmeros toda clase de parabienes, a pesar de las artimañas que
han maquinado, para que el pueblo no tenga opción para decidir. Estando claro
que, el PP de Rajoy así como el PSOE del socialista republicano
Alfredo Pérez Rubalcaba, son las principales formaciones causantes de tal
presunto atropello, imponiéndonos un nuevo Jefe del Estado sin ser elegido
democráticamente en las urnas, sino gracias a la mayoría que ostentan ambas
formaciones en el parlamento. Habiendo dejado Rubalcaba, antes de abandonar la Secretaria General
del PSOE, las cosas bien atadas para que el Príncipe suceda hereditariamente la Jefatura del Estado. De
igual forma que hiciera el dictador Francisco Franco con Juan Carlos I.