Más de una treintena de familiares y amigos acompañaron al artista en su nueva exposición de poemas, dibujos, postales...
María Teresa canta un fandango de Caracol al Chato Jiménez
De forma espontánea sin la presencia de la oficialidad, se formó un acto artístico recitándose poemas y se cantó fandangos y pasodobles
Juana Mari Moreno recitando poemas de Lorca
José Salguero Duarte
Sábado, 11 de agosto 212
Al mediodía del pasado viernes, en la Sala Café Piñero de la Fundación Municipal de Cultura ‘José Luis cano' de Algeciras, tuvo lugar por parte de las ediles de Cultura y Fiesta, Pintor y Cid, la inauguración de la exposición del artista algecireño, Emilio Herrera Suárez.
La misma consta de medio centenar de dibujos, postales, poemas y composiciones diversas sobre cartulina con polígrafos especiales de diferentes colores. Hay que significar, que la técnica empleada desde hace muchísimos años, es única y muy personal. Habiendo expuesto años atrás entre otros lugares en la Sociedad Casino de Algeciras.
Una vez que las ediles cumplieron su cometido en la inauguración de la exposición y se hicieron la foto oficial, abandonaron la sala para realizar otro cometido, se quedaron acompañando al artista una treintena de familiares y amigos, sirviéndose un catering.
Creándose un ambiente muy familiar entre todos los concurrentes, con ese pellizquito que brota cuando se está a gusto y en buena armonía. Como si se estuvieran muchas décadas atrás en el antiquísimo y desaparecido emblemático Café Piñero. Por ello espontáneamente Pepe Jiménez 'Chato Jiménez' se arrancó por fandangos de Marchena, replicándole María Teresa de la Obra con otros fandangazos por Manolo Caracol y de otros grandes del cante de todos los tiempos. Y por su parte la polifacética artista Juana Mari Moreno, cantó también a capela el pasodoble ‘Patio del Coral de Algeciras', cuya letra y música es creación precisamente de Emilio Herrera Suárez. Para a continuación recitar poemas de Lorca. Teniéndose que suspenderse el acto, ya que a las 14,00 horas los funcionarios tenían que cerrar las puertas de la fundación.
