Los toros en España - pintura sobre lienzo de 146 x 114 cms.
de José Salguero Duarte
Algeciras, 22 de agosto de 2012
Y al
haberse anunciado ya la celebración de las próximas elecciones autonómicas
vascas. Al ser los políticos sin distinción alguna, unos mendigos del voto.
Intenta Bildu aprovecharse electoralmente, atacando a los toros, de igual
manera que ocurriera en Cataluña hace unos años.
Pero, sin
embargo, esos energúmenos pedigüeños catalanistas, no sólo del voto sino de
financiación económica a papá Estado español. Desvergonzada y miserablemente
blindaron la suelta de los toros embolaos o correbous, alegando ser una tradición ancestral de numerosos de sus
pueblos.
Las voces,
estimado lector, en contra de la postura
catalana fueron numerosas, quedando en aguas de borrajas, como presuntamente ocurrirá también con los
que protesten contra esta postura vasca, al tener transferidas el Estado
español las competencias taurinas a las diferentes comunidades autónomas.
No
obstante, el líder del PP vasco Basagoiti ha declarado a Europa Press que esta
postura de Bildu “es el colmo del cinismo al prohibirse los toros y no condenar
que se asesine a un guardia civil".
Yo le digo con mi nombre y dos apellidos a Basagoiti, a pesar de estar
de acuerdo con lo que ha dicho, que lo suyo y lo de los demás políticos a favor
de la Fiesta ,
puede ser una cantada al aire, porque llegado el momento, son capaces de pactar
con el diablo con tal de proseguir ocupando las poltronas. Y por comer son
capaces de comerse sus mucosidades políticas, importándoles tres boñigas y
cuatro pepinos lo que le ocurra a la Fiesta. Porque en seis meses que lleva el PP
gobernando a España, han seccionado la Cultura a su mínima expresión recortándola por
todos los flancos.
Por ello,
los que realmente han de contrarrestar ciertas miserias políticas contra la Fiesta , han de ser todos
los profesionales que configuran la tauromaquia, debiendo ir “todos a una como
los de Fuenteovejuna”, porque son los que más se juegan, si la peste
política que comenzó en Cataluña se
expande por el resto de las demás comunidades.
Porque
nosotros, los aficionados independientes, sobre todos los que amamos la Fiesta y la fomentamos
altruistamente e incluso costándonos dinero, bastante tenemos con poner nuestro
más sincero empeño, en primer lugar por defender la supervivencia del toro
bravo. Y por ende, evitar el ocaso de
esta cultura y arte tan nuestra.
Pero si se
ha llegado a esta penosa situación, es porque más frases añejas no caben. Así
que menos pegotes ya que la
Fiesta debe adaptarse a los tiempos actuales, porque ir a
contracorriente de la sociedad ha sido contraproducente. Debiendo existir luz y
claridad en la misma, porque tanto ocultismo está acabando con ella. Porque en
Barcelona al estar agonizante, llegaron los políticos y le pegaron la puntilla.
A pesar que el maestro José Tomás se jugó la vida, cuando a la Fiesta le latían sus
últimos suspiros y lamentos. Al ser consciente que la querían enterrar lo mismo
que hicieron ignominiosamente en la madrugada del 18 al 19 de agosto de 1936,
con mi admirado el gran poeta Federico García Lorca.
Por
consiguiente, sí al toro integro y no tantas milongas, porque más mentiras no
caben, al estar entre otras deficiencias muchos de los cosos obsoletos, viejos
y tercermundistas. Siendo muy complicado, con todas las modernidades existentes
en otros sectores artísticos, culturales, et., sentar a una persona a las siete
de la tarde en pleno mes de agosto, en
un trozo de cemento sucio y mugriento, más caliente que el cráter de un volcán
o en invierno más helado que un iceberg del Polo Norte.
Felicidades excelentísimos maestros José Tomás, Julián López ‘El Juli’ y a unos cuantos pocos más, por la labor que están haciendo en defensa de
Finalizaré
esta tribuna de opinión, con el expresivo y concreto poema titulado: Coso sin
barreras, que escribí cuando los políticos catalanes votaron no a la Fiesta en su parlamento:
Coso sin barreras
Cabeza del negro toro,
que presides el encierro,
con pitones astifinos,
dando cornadas al centro,
a la derecha e izquierda.
Calor asfixiante en el hemiciclo,
revolotean las sanguijuelas.