David Galván triunfó en la plaza de
Torremolinos
“Fue el máximo triunfador en todos los sentidos del
festejo
y salió por la Puerta Grande junto a Bautista”
José Salguero Duarte
Torremolinos, domingo 4 de agosto 2013
y es
de la Isla de
San Fernando.
Tiene
arte y señorío,
por
eso venimos a verte,
porque
nos quita el sentío”.
Y los sentíos los volvimos a perder
esta tarde en Torremolinos, porque no se pude tener mejor aptitud que la que
tuvo este matador de toros de San Fernando. Haciéndonos que paladeáramos ese
regusto de magia y torería que desparramó por el ruedo. Sintiéndonos contento y
feliz por su gran triunfo.
Motivando dicho acontecimiento, que
se nos hiciera mucho más ameno el regreso a casa, a pesar del gran atasco en el
que nos encontrábamos inmerso, con motivo del colapso de las carreteras de
acceso a Algeciras, como consecuencia de la Operación Paso del
Estrecho.
Menos
mal, también, que veníamos escuchando a Juan Ramón Romero en su magnifico
Carrusel Taurino. Y nos aislamos del mundanal ruido de frenadas, adelantamiento
inadecuados…
Era la primera vez que presenciaba
un festejo en este coso. Por ello, nada más entrar en el coso me desmontaré en
señal de respeto. Siendo las impresiones tanto de los aledaños como interiores
del coso más que positivas, porque está muy bien conservado, disfrutándose de
espaciosidad tanto para los profesionales en el callejón, como para los
aficionados en los aparcamientos, tendidos y demás dependencias de la plaza.
Así que, felicitaciones a los regidores.
En cuanto a Francisco Carmona, que
presidió el festejo. Desconozco quién es el lumbreras de la política de la
localidad, que colocó a este señor en la presidencia, porque con ciertas
decisiones que tomó esta tarde perjudicó seriamente a la Fiesta. Llevándose
dos grandes broncas, porque estaba a la deriva, hasta el punto, que se negó a
cambiar el tercio de varas a pesar de la insistencia de Bautista por la
manifiesta falta de fuerza del astado. Y otra mucho más sonora aún, cuando le
negó la segunda oreja en el primero de la tarde a David Galván, tras un faenón
para entendidos del toreo.
Este presidente, en ciertos momentos
de la corrida, permaneció ausente haciendo caso omiso de cuanto ocurría en el
ruedo, porque se encontraba con la cabeza hacia abajo leyendo posiblemente, no
una novela de Estefanía sino presuntamente el reglamento taurino, o cuando
contestaba a su teléfono móvil. Provocando esa actitud que desde el tendido se
escuchara un grito que decía “¡Deja el móvil ya!”.
Un poquito de por favor, señores
políticos de Torremolinos y de otras partes de España cañí. Porque la Fiesta está en un momento
delicado. Y no se debe perjudicar desde la política o desde presidencia del
festejo, no sólo, a los espadas que se juegan la vida, sino al futuro de la
misma.
Pero si la Fiesta está como está, es
por culpa, principalmente, de muchos profesionales que la configuran. Aunque la
política española nacional con las gaviotas del PP también atraviesa por
desméritos propios sus peores momentos de este periodo llamado democrático.
Y al ir de la mano, la Fiesta y España, en su día
Ortega y Gasset dijo: "La historia del toreo está ligada a la de España,
tanto que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la
segunda".
Arturo
Saldivar.- Estuvo con el capote con
finura y torería. Realizando las faenas de muleta con quietud, temple y cuajo
profesional y taurino. Cortó una oreja a su primero, perdiéndola en el quinto
al fallar con los aceros. Dejando destellos en algunos muletazos de pureza.
David Galván.- A
pesar de tocarle los dos más flojos de la tarde, que rodaron por el albero por
falta de fuerzas. Con el capote
estuvo genial en ambos a la verónica ganándole terrenos. A su segundo lo
recibió con un afarolado de rodillas, enjaretándole a continuación una larga
cambiada, formando otro lío con el capote con esa forma de mover las muñecas
metiendo los riñones y componiendo la figura. Con la muleta compuso dos obras
maestra propias de estar cuajado con mucho oficio. Sabiendo en todo momento estar
y andar por el ruedo, creando arte del bueno para que los tendidos rugieran,
una tarde más, con gritos de ¡Torero! , ¡Torero! El segundo fue un manso al que
le cuajó una faena épica en un palmo de terrenos en tablas.
Estuvo
cumbre y está llamado para grandes hazañas en el circuito de las figuras. No
teniendo duda alguna, el que suscribe, que su día llegará porque ha nacido para
ser figura del toreo. Y en ese empeño, forjándole el futuro, se encuentran sus
apoderados.