La España oficial y la España real actual
José Salguero Duarte
Lunes, 5 de agosto 2013
La construcción de toda edificación se debe iniciar desde los cimientos. Pero, sin embargo, la actual España democrática, presuntamente fue construida constitucionalmente en 1978 desde el techo del monarca Juan Carlos I, a pesar de ser impuesto por el dictador Franco. Cuando lo ideal hubiera sido que España, se constituyera democráticamente desde los cimientos de la soberanía del pueblo, que es desde donde debe emanar los poderes públicos.
Consecuentemente, los redactores del constitucionalismo español, tuvieron que tragar lo inaceptable en favor de que se alcanzara la democracia en España. Creyendo, entre otras cosas, que la vigente Constitución es machista y discrimina a la mujer favoreciendo al varón. Y si la Justicia debería ser igual para todos, presuntamente no lo es, porque ciertos miembros de los poderes públicos, al disfrutar del privilegio de ser aforados, no necesitan personarse en los juzgados para declarar…
Tras la jugada maestra realizada a través de la mano negra de la política española para aliñar esta Constitución. Urge una profunda reforma de los pilares que sustentan a la España bananera de charangas y panderetas. Porque el presunto trasiego corrupto no es admisible en una democracia. Debiendo la ciudadanía poner a esas partículas corruptas de la España oficial en el orden moral, cívico y ético adecuado. Porque el casi todo vale, ya no se le puede permitir a ciertos miembros de la España oficial. Porque la España real (pueblo), está pagando injustamente todos los desmadres y despilfarros que comete la España oficial.
Y al sustentar con todas las consecuencias la España real, con sus impuestos y productividad a la España oficial. Debería existir un total equilibrio correlativo económico, político y social entre ambas. De lo contrario, el choque será cruento si eclosiona esto, al haber provocado presuntamente la España oficial, que los jinetes de la Apocalipsis estén arrasando a la España real.
Motivando tal disparate y desproporcionalidad, que las diferencias existentes entre la España oficial y la España real sean tan abismales, hasta el punto, que mientras la España oficial disfruta de toda clase de coberturas, lujos y privilegios; la España real agoniza de hambre... Por ello, sin conocerse profundamente los entresijos de la actual España oficial, es imposible comprender el por qué de tanta miseria y pobreza existente en la España real.
De la España oficial, tenemos como primer estandarte o insigne oficial y caballero a SM el Rey, el que reina en España pero no gobierna, siendo su figura inviolable e inimputable por cualquier hecho que cometa. Agradeciéndole, no obstante, a SM, que pidiera perdón cuando lo de la caza de elefantes en Botswana. Pero a la España real, que no dispone de lo más esencial para subsistir, desearía que todos, hasta él, fuéramos iguales hasta ante la Ley...
Por ello, en la España oficial, es presuntamente evidente, que gozan de muchos privilegios él y el resto de los miembros de la Casa Real, hasta el punto, que por ser quienes son y lo que representan en la España oficial. A la infanta Cristina, en la entidad bancaria de la Caixa donde la tienen colocada. Supongo, que para alejarla y apartarla presuntamente de todo el affaire corrupto del caso Nóos y de los e-mail de su marido el "empalmado duque de Palma", Iñaki Urdangarín… La trasladan a una sucursal de Ginebra con sus hijos, hasta que se calme la tormenta que les azota…
Creyendo, además, por el bien de la democracia, de la igualdad y del bien común, que los graves errores y los choriceos, saqueos y mangoneos… que comentan los políticos de la España oficial, lo deben pagar con arreglo a las leyes vigentes. Porque en determinados presuntos casos no les ocurre absolutamente nada, a pesar de que, entre ellos, se suelen acusar con el "tú más". Y en vez de ser penalizarlos, presuntamente los arropan y recompensan con cargos importantes, para agradecerles los servicios prestados, y para que cierren el pico, ya que "por la boca muere el pez".
De la España real, sin embargo, uno de los últimos casos significativos, puede ser la ciudadana gaditana, doña Inmaculada Michinina, la que al hacer uso de la palabra recientemente en un pleno del Ayuntamiento de Cádiz, solicitando una licencia para un puesto ambulante, con objeto de poder vender sus manualidades, para darle de comer a sus hijos. Dijo, más claro que el agua de un manantial de la serranía gaditana, lo siguiente: "Somos familias en paro y estáis exprimiendo nuestras dignidades. Vosotros nos demostráis en cada pleno que pasáis de nosotros. Os hemos dado ese puesto para que trabajéis para el pueblo. Pero no os enteráis, porque estáis en un pedestal ganado muy buenos sueldos. ¡Déjennos tener dignidad!, por favor, ¡Déjennos, tener dignidad!".