Ferrera y ‘El Tato’ en la clausura de
las jornadas de Algeciras
José Salguero Duarte
Viernes, 7 de junio 2013
Tanto
el matador Antonio Ferrera como su apoderado el también matador Raúl
Gracia ‘El Tato’, fueron los
protagonistas de la última mesa redonda con el título: ‘Una conversación de torero a
torero’, de las XXVIII Jornadas de Tauromaquias Ciudad de Algeciras. Siendo
moderados por el periodista Emilio Trigo, quien agradeció la asistencia a los
profesionales y aficionados… presentes, así como a los espadas intervinientes.
Inmediatamente
después, hizo el periodista un pequeño recorrido por la vida profesional de
ambos matadores. Para a continuación comenzar a preguntarle intercaladamente
sobre las carreras profesionales y las relaciones profesionales.
Raúl Gracia ‘El Tato’, dijo entre otras
cosas: “Es un auténtico placer volver a Algeciras, donde tengo amigos a los que
los veo por muchos sitios. En cuanto a Antonio Ferrera, lo conozco desde que
era pequeño. Y ahora tiene una forma de sentir el toreo, que ha sido lo que me
llevó a llamarle para su apoderamiento desde mi independencia de monopolios,
porque así es más auténtico el apoderamiento. En esta faceta he aprendido del
toreo mucho más que cuando estaba en activo toreando. Y mi labor con él, es
quizás, limar algunos detalles y compartir los momentos duros que se pasan. La
mentalidad que tienen que tener todos los toreros cada tarde, es tirar la
moneda al aire, lo demás es darse coba. Antonio es fácil de apoderar y está en
un momento personal y profesional muy dulce…”. En cuanto a las satisfacciones
toreando los encastes duros dijo: “Para mí ha sido una suerte y lujo haber
matado las corridas de Victorino, porque las satisfacciones que te dan esos
toros son de unos matices diferentes a los demás…”.
Antonio Ferrera, comenzó diciendo: “Es
una satisfacción y un orgullo estar en la tierra del maestro Miguel Mateo
‘Miguelín’, al que admiraba desde pequeño y era un espejo para mí”. En cuanto a
su carrera profesional dijo: “Con diez años ya estaba toreando novillos en
Portugal con diez mil personas en los tendidos. Llevo 16 años de alternativa. Recientemente hubo un momento de transición. Y mis grandes triunfos han sido el tenerme
que enfrentar a mí mismo y a partir de ahí ver las cosas que me han hecho ser
mejor y los otros momentos complicados. La sensación de ser esponja de todo lo
que me rodea con profesionales positivos, eso hace que te sientas bien. A los
toreros nos cuesta mucho expresar nuestros sentimientos, pero cuando nos
vestimos de toreros lo expresamos en la plaza. Mis sueños es tener siempre la
sensación de que en el camino recorrido haya dejado una estela y con el paso de
los años me sienta contento...”.
En
cuanto a los diferentes encastes a los que se ha enfrentado comentó: “Me debo
adaptar a las exigencias de cada ganadería. El toro de Victorino tiene una personalidad seria y seca por su manera
de estar en la plaza, siendo una ganadería muy exigente. Y si consigues dominar
para después crear, te brota del alma una expresividad muy especial. Lo que
verdaderamente me valió cuando toreé en solitario la corrida de Victorino en
Badajoz, es que cuando te propones un reto te sale lo más profundo de ti por
conseguirlo, porque sólo lo han hecho pocos y eres consciente a lo que te
enfrentas. Por ello, es fundamental conocer las ganaderías y conocer los
entresijos de ellas. Porque el estudiar el toreo es fundamental para que se te habrán
muchos caminos…”.