Los tres matadores tuvieron que torear a las reses, al fuerte viento y a la mucha responsabilidad
El picador Antonio García Melero “El Cali”, que se retiraba de los ruedos recibió un emotivo homenaje
José Salguero Duarte
Sábado 14 agosto 2010
Facinas (Cádiz)
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Incidencias
En tarde calurosa con fuerte viento de Levante y organizada por el empresario Curro Escarcena, se celebró en Facinas (Cádiz) la corrida anunciada, en la que tomaba la alternativa el algecireño Adolfo Suárez. Siendo un hecho histórico para la localidad gaditana al ser el primer doctorado que se concede.
El picador Antonio García Melero “El Cali”, con motivo de su despedida de los ruedos, recibió una placa de manos del alcalde de la localidad Andrés Trujillo, primera autoridad quien presidiera a continuación el festejo siendo asesorado por Joaquín Silva.
Curro Escarcena (hijo) fue empalado durante la faena de muleta a su segundo, pasando a la enfermería, diagnosticándole los facultativos rotura de varias costillas. Volvió al ruedo realizando las tareas como director de lidia y al final del festejo salió a hombros junto a sus compañeros.
La función de Delegado de la Autoridad estuvo a cargo de Miguel Paramos Galván, quien junto a su compañero del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, Martín de los Ríos Alba, cumplieron excelentemente con su cometido.
Ganadería
Se lidiaron reses de Carlos Núñez bien presentadas dando un juego desigual, siendo el mejor el lidiado en segundo lugar un castaño de nombre Ratón.
Espadas
Adolfo Suárez, al tomar la alternativa se corrió el turno lidiando en primer lugar a Escoltado marcado con el número 26, al que recibió con el capote toreándolo a la verónica con sabor y temple, rematando muy toreramente. Lo puso al caballo y recibió el de Núñez un fuerte puyazo. Sergio Rubiales lidió muy bien en banderillas y tanto Jesús Sánchez como Juan Pedro Muriel estuvieron muy acertados con los palos. Posteriormente se celebró la ceremonia de su alternativa siendo apadrinado por Curro Escarcena (hijo), figurando como testigo Benjamin Gómez. Suárez, muy emocionado, a continuación le brindó la faena del toro de su alternativa a su padre, el que se encontraba en los tendidos junto a familiares y amigos. El algecireño comenzó a torear flexionando una de las piernas en varios templados pases que le enjaretó con suavidad sacándolo a los medios. Y ya allí tanto con la derecha como con la izquierda desparramó unos muletazos y naturales con mucha torería, bajo los sones del pasodoble de recordado maestro Miguel Mateo “Miguelin”, que sonaba maravillosamente bien de los instrumentos de la banda de música que amenizada el espectáculo. Perdió los máximos trofeos al fallar con los aceros, recibiendo una gran ovación en el centro del anillo.
Con su segundo y ultimo del festejo de nombre Correveras marcado con el número 112, lo toreó majestuosamente bien con el capote bajándole las manos siendo jaleado desde los tendidos. En banderillas lidió muy bien Juan Pedro Muriel. La faena de muleta la brindó Suárez al respetable y la comenzó de rodillas caldeando los tendidos. Prosiguió más firmes que un junco, a pesar de que el viento le perjudicaba al descubrirlo con frecuencia ante el toro, pero no se arrugó y lo toreó muy variadamente, con la alta escuela de toreo que atesora, aprendida desde niño en la Escuela Municipal de Tauromaquia de Algeciras, de la que es actualmente gerente el matador de toros Juan Repullo y el director técnico el maestro Diego Ramos “El Merlo”. Suárez, tras una gran estocada a Correveras, le fue concedida por el usía las dos orejas que paseó a hombros por el ruedo saliendo junto con su padrino y testigo por la Puerta Grande.
Curro Escarcena (hijo), a su primero lidiado en segundo lugar de nombre Ratón, lo lanceó muy decididamente ganándole terrenos antes los olés de los tendidos, siendo muy aplaudido al marcar el compás embarcado al de Núñez, rematando la faena con sabor a la esencia torera que se respira en las calles y plazas de su pueblo y el mío La Línea de la Concepción. En banderillas estuvo cumbre Víctor Nieto asomándose al balcón, donde solo tienen cabida los grandes y buenos banderilleros. La faena de muleta, tras la devolución de los trastos de la alternativa, la brindo al público y la comenzó a media altura flexionando una pierna en cada muletazo tanto por la derecha como por la izquierda. Ya en los medios realizó un gran toreo con temple, quietud y maneras extraordinarias. Sonaba la música y el linense continuaba tranquilo y sonriente componiendo una gran obra de toreo del bueno. Tras una gran estocada le concedieron dos orejas de mucho peso.
A su segundo lidiado en cuarto lugar de nombre Abrochado, lo recibió con una larga cambiada para proseguir a la verónica echando humo las palmas. Lo puso al caballo e Ignacio Duarte lo picó con gran oficio. Víctor Nieto lidió muy bien en banderillas enseñándole el toro a su matador y, el gran “Corruco de Algeciras” puso un gran par. La faena de muleta se la brindó a “El Cali” y durante la misma el linense estuvo voluntarioso y muy por encima de la cualidades de el de Carlos Núñez. Sufrió un encontronazo metiéndole el de Carlos Núñez los pitones por los pechos dejándolo sin respiración, pero continuó delante sin mirarse. Curro, recibió una gran ovación desde el tercio una vez que pasaporteó al desolladero a Abrochado. Pasando después a la enfermería para ser reconocido. Finalizado el festejo salió a hombros.
Benjamin Gómez, en tercer lugar de orden de lidia salió de los chiqueros su primero marcado con el numero 14 de nombre Escobero, al que intentó lancear con el capote pero el viento arreciaba más fuerte que nunca. “El Cali” lo picó extraordinariamente bien y la cuadrilla cumplió en banderillas. En la faena de muleta tras bríndasela al publico la comenzó suave a media altura. Posteriormente estuvo muy aseado por ambos pitones a pesar de la peligrosidad manifiesta existente, porque el viento lo dejaba descubierto un muletazo si y el otro también. Tras finiquitar al de Carlos Núñez recibió una gran ovación en el tercio.
En quinto lugar toreó al 25 Ratablanco con ganas pero no colaboró el toro. En el caballo le recetaron un buen puyazo y en banderillas cumplió la cuadrilla. La faena de muleta la comenzó muy toreramente doblándose con el toro ganándole terrenos. Posteriormente compuso bellos pasajes con muletazos y naturales muy toreros, en una larga faena agradando y exprimiendo al cornúpeta. Y tras estocada paseó las orejas por el albero, saliendo a hombros junto a sus compañeros.
