lunes, 23 de agosto de 2010

Pitón de la ganadería Virgen María se ganó la gloria, pero el presidente dictó su condena a muerte en el coso de Marbella el domingo 22 agosto 2010





Marc Serrano y José Carlos Venegas a hombros en Marbella







Pitón de la ganadería Virgen María se ganó la gloria, pero el presidente dictó su condena a muerte en el coso de Marbella






José Salguero Duarte

Marbella 22 agosto 2010

http://salgueroduarte.artelista.com/



Con menos de media entrada se celebró el mano a mano anunciado, entre los matadores Marc Serrano y José Carlos Venegas, haciendo de sobresaliente el matador de toros Juan Repullo. Lidiándose reses de distintas ganaderías, el primero de los hermanos García Jiménez, los cuatro siguientes de Virgen María y un sexto de Fernay Oliver, bien presentados dando un buen juego en líneas generales, destacando el segundo y sobre todo el quinto de Virgen María, que era un tío bravo y encastado con peso en la roma, y con un pitón derecho muy astifino.

Excelente ejemplar que cumplió más que sobradamente en los distintos tercios con mucha raza, bravura, casta y fijeza, embistiendo incansablemente por ambos pitones muy bien, siendo un toro de puerta grande, de esos ejemplares que todo torero con el oficio muy bien aprendido, le gustaría que le tocara en suerte en la Real Maestranza de Caballería o en Las Ventas de Madrid.






El presidente


Flaco favor le hizo a la Fiesta y a la conservación y pureza de las reses bravas, ya que incomprensiblemente el presiente, demostró no estar a la altura de las circunstancias, al no haber concedido el indulto al quinto de la tarde de nombre Pitón de la ganadería Virgen María.

Este presidente es el que en una crónica anterior felicité por la seriedad que impone desde la presidencia, cumpliendo y haciendo cumplir el reglamento lo más ajustadamente. Pero hoy posiblemente dictó y no presidió razonada y coherentemente en ciertos lances de la lidia, entre ellos al no tener la sensibilidad de cambiar el tercio de banderillas en el referido toro, a pesar de llevar tres banderillas clavadas en los lomos habiéndosele caído una en los dos pares que le clavaron. Cuando el toro, además, por su bravura y gran encaste estuvo a punto de cornear a un banderillero a la salida de un par, no atreviéndose a poner otro, siendo sustituido por un compañero banderillero. Toro que se hizo el amo del ruedo, poniendo en aprietos a los banderilleros haciéndolos entrar varias veces.

Este presidente me ha hecho ver por primera vez presenciar en una plaza de toros, que no ha sido serio en su vestimenta, porque se presentó vistiendo una chamarreta y descorbatado, posiblemente porque hacía mucho calor en Marbella, pero más calor pasaron al jugarse la vida en el ruedo los toreros, los banderilleros y los picadores y, sin embargo, llevaban puestas sus corbatas.

Este presidente si quiere que lo respeten, tiene que respetar a los profesionales por muy modestos que sean, ya que no correspondía levantándose correctamente cuando le saludaban, haciendo ademán de hacerlo quedándose a mitad del trayecto, como si estuviera estreñido o pillado de los cuartos traseros de algunas de sus extremidades. Y no es que desee, que lo haga lo mismo que el caudillo Franco, cuando saludaba a la muchedumbre fascista desde el balcón del Palacio del Pardo, no, porque esos tiempos afortunadamente deben estar finiquitados en España, pero un poquito de por favor señor presidente porque usted debe dar ejemplo.

Este presidente posiblemente no ha velado por la integridad de cierto banderillero. El que bajo mi modesto entender por su actitud en el ruedo, demostraba no estar en condiciones ni física y ni profesionalmente de haber hecho el paseíllo.

Este presidente, es el que incomprensiblemente no le concedió ni la vuelta al ruedo al referido toro, para no dar su brazo a torcer, a pesar de que el torero invitó al mayoral a que la diera con él, después de que el presidente mandara incomprensiblemente al toro al desolladero.

Este presidente debe conocer y saber todos los artículos y no sólo los sancionadores el reglamento taurino de la Comunidad Autónoma Andaluza, ya que este presidente en esta corrida ha privado a los espectadores de conocer los resultados de los reconocimientos previos de las reses, tantos las aprobadas como las rechazadas, brillando por su ausencia en los accesos de la plaza, la información previa prevista en el artículo 37,6 del reglamento.

Este presidente hoy no supo como aficionado interpretar el reglamento, porque si el público no pidió mayoritariamente el indulto del toro, debió comprender que la mayoría de los espectadores eran extranjeros o guiris. Pero los pocos aficionados que si nos encontrábamos en la plaza si lo solicitamos, a igual que el torero estando de acuerdo el mayoral, ya que el toro cumplió más que sobradamente en todos los tercios de la lidia, especialmente en la suerte de varas donde le dieron dos largos puyazos, metiendo bien los riñones y los pitones en el peto. Otra cosa es que el picador lo agarra bien o no.

Este presidente, se convirtió en un triste protagonista, ya que exclusivamente por su culpa, el toro no volvió a la ganadería, al haberse ganado la gloria más que suficientemente de seguir viviendo y poder padrear, por lo mucho y bueno que llevaba de bravo…

Este presidente, para finalizar, debería ser sancionado unos cuantos domingos sin poder presidir festejos en Marbella, ya que con su negativa actitud no concediéndole el indulto al toro al dictar su condena a muerte, ha privado que la plaza de toros de Marbella sonara por méritos propios en el planeta taurino.


Espadas





Marc Serrano, lidió al primero tercero y quinto, demostrando se un torero con el oficio muy aprendido, tiene valor y gran técnica con un buen aroma en sus verónicas y naturales. Compone muy bien la figura y llega a los tendidos. En su primero saludó desde el tercio, en su segundo el presidente no le concedió la oreja pedida mayoritariamente por el público, dando una vuelta al ruedo. En el quinto de nombre Pintón marcado con el número 57, estuvo muy sobrado a pesar de que el morlaco le pidió el carnet a los profesionales que se pusieron delante de él, pero el francés le plató cara con firmeza, pidiendo calma a su cuadrilla tanto en la suerte de varas como en banderillas, no sin antes haberlo toreado a la verónica con empaque. Con la muleta comenzó doblándose con el toro prosiguiendo de rodillas llegando a los tendidos. Todo cuanto ocurrió con este toro desde la salida de chiqueros privó el poder comer pipas en los tendidos, porque era muy serio lo que acontecía en el ruedo. Le hizo una faena larga por ambos pitones con pases de todas las marca, haciendo ademán que era un toro de indulto, pero el presidente le hizo caso omiso y le mandó dos recados en señal de avisos, de devolver al toro por la puerta de los fracasos a los corrales, en vez de por la puerta de la gloria. El francés lo tuvo que cuadrar acabando con él de una estocada, siéndole concedidas las dos orejas, que paseó triunfalmente junto al mayoral de la ganadería en la vuelta al ruedo. Saliendo a hombros de la plaza.



José Carlos Venegas, nuevo también en esta plaza como matador de toros, lidió el segundo y cuarto de Virgen María y, un sexto de Fernay Oliver, obteniendo leve petición saludando desde el tercio, así cómo oreja y oreja en los otros, saliendo a hombros de la plaza junto a su compañero de cartel. Torero que quiere abrirse camino en el escalafón de matadores de toros, tiene buen son tanto con el capote como con la muleta, demostrándolo con los tres que le tocaron en surte.