lunes, 16 de agosto de 2010

Manuel Jesús “El Cid” ofrece una cátedra de buen toreo en Marbella, saliendo a hombros con “El Cordobés” -Crónica y fotos José Salguero Duarte



Lección magistral y catedrática de buen toreo de “El Cid” en Marbella


Excelente encierro de Salvador Domecq




José Salguero Duarte

Domingo 15 agosto 2010

Marbella


http://salgueroduarte.artelista.com/




Con alrededor de tres cuarto de público en los tendidos, en tarde soleada propia a la bondad climática de esta zona mediterránea, con una brisa que se agradecía para refrescar el ambiente corporal, porque bullían gotas de sudores por las rebanadillas de las patillas que quemaban.

No era para menos, porque nos encontrábamos en el día cumbre del solsticio de verano, en el que se celebraba en muchas ciudades y pueblos andaluces y españoles la festividad de la Virgen de agosto, no faltando en muchos de ellos su clásico festejo taurino, como ocurrió en Marbella.

Plaza de Toros, en donde la empresa está haciendo las cosas bien por el fomento y mantenimiento de la Fiesta. Y, aunque el presidente del festejo, estuvo algo riguroso al no conceder algún que otro trofeo. Debo comprender y comprendo su actitud porque le da seriedad y prestigio al coso marbellí. De mantener esa línea, esta plaza de tanto renombre, no se volverá a convertir nunca en un mercadillo regalando orejas.

Otro aspecto que se debo resaltar, es la excelente labor de los empleados de plaza, así como la de la autoridad gubernativa, porque el callejón de la Plaza de Toros de Marbella no es la Verbena de la Paloma, como ocurre en muchísimos cosos de igual o superior categoría, en el que bastante gente que nada tiene que hacer allí, permanecen abarrotando los burladeros o fuera de ellos.



Incidencias



Ninguna incidencia negativa a resaltar, pero si la excelente actitud de los tres maestros que hicieron el paseíllo, cada uno con su concepto del toreo. “El Cid” dio una magistral lección de buen toreo, “El Cordobés” por su parte estuvo en su doble papel de torero ortodoxo y tremendista y, en cuanto a Jesulín de Ubrique demostró su oficio. Tanto “El Cid” como “El Cordobés” salieron a hombros por la Puerta Grande.



Ganadería



Se lidiaron reses de la ganadería de Salvador Domecq muy bien presentadas, con trapío y estampa brava, dando un buen juego a base de nobleza, fijeza, bravura y casta en líneas generales en todos los tercios. Siendo aplaudidos más de la mitad de los toros en el arrastre.



Espadas



Jesús Janeiro “Jesulín de Ubrique”

(1º) Abrió plaza con el negro mulato 47 de nombre Goloso, lanceándolo con temple y suave, rematando con media siendo aplaudido. Lo puso al caballo y le recetaron un buen puyazo dando una voltereta a la salida de la suerte de varas. En el tercio de banderillas, Juan Contreras, lidió muy bien. La faena de muleta se la brindó el de Ubrique al público. Y la comenzó agarrado en tablas sacándoselo al tercio con muletazos a media altura y un trincherazo muy torero. Posteriormente cimentó una faena con mucho oficio y dominio por ambos pitones especialmente por el derecho. Tras pinchazo y descabello, el público que aún estaba frío no se percató del esfuerzo del maestro, por lo que hubo leve petición de la oreja, saludando desde el tercio.



Manuel Díaz “El Cordobés”

(2º) A su primero lidiado en segundo lugar de nombre Trapisondo marcado con el numero 93, lo lanceó con el capote ganándole terrenos, para finalizar por chicuelitas y remate en el centro del albero, siendo muy aplaudido. “El Chano” en el tercio de banderillas levantó muy bien los brazos. “El Cordobés” brindó la faena de muleta al público y la comenzó de rodillas junto a las tablas del tendido ocho, calentando al respetable que le ovacionó. Ya en los medios en varias tandas tanto por la derecha como por la izquierda, sacó buenos naturales y derechazos largos y profundos sonando de los instrumentos musicales el pasodoble Amparito Roca. Posteriormente al quedársele corto poniéndolo en peligro en un muletazo, se encaró con el de Salvador y le brotó el toreo tremendista de rodillas y desplantes, llegando muy mucho a ese público que tanto le gusta esas actitudes de “El Cordobés”. Él es así y hay que respetarlo porque además es muy listo, porque sabe torear para toda clase de público, avalando mis palabras, los muchos años que lleva como figura del toreo. Tras estocada le concedió el usía una oreja pero no así la otra que le fue pedida mayoritariamente por el público, pero ahí está la potestad del presidente, de acuerdo a lo reglamentado, concederla o no.





Manuel Jesús “El Cid”

(3º) Salió de los chiqueros como un obús el castaño Cocinero marcado con el número dieciséis. Y “El Cid” lo paró con su poderoso capote a la verónica, con una exquisitez torera para los buenos paladares, rematando con dos medias retorciendo las muñecas hacia adentro gustándose y sintiéndose con mucho pellizco. Le enseñaron la puya y “El Cid” quiso cuidar a este Cocinero, porque se percató que ambos podían condimentar una buena faena. En banderillas “El Boni” lidió bien y “Alcalareño” estuvo torero con los palos. La faena de muleta se la brindó al ex jugador del Real Madrid Pedrag Mijatovic, comenzándola sin prisas pero sin pausas, componiendo progresivamente una obra maestra de torería de la buena para recordar. En el centro del anillo lo citaba de lejos y acudía Cocinero al toque con bravura, nobleza, fijeza y casta. Realizando el maestro una grañidísima faena que jamás olvidaré al citar, templar y mandar marcando los cánones de buen toreo y artístico. Uno y otro no se cansaron de cumplir muy bien con su cometido, pero llegó el momento de la suerte suprema, y “El Cid”, lo pasaporteó a mejor vida a la primera y hasta la cruceta, como se debe hacer con todos los toros y más con los bravos. Le fueron concedidas dos orejas muy importantes.




Jesús Janeiro “Jesulín de Ubrique”

(4ª) A su segundo lidiado en cuarto lugar un negro zaino marcado con el número veintitrés de nombre Veleto, lo lanceó siendo aplaudido. El picador se agarró mal con la puya y a punto estuvo de ser descabalgado. La faena de muleta fue de menos a más sacando tandas con domino y oficio. Tras una estocada al segundo intento le concedieron una oreja.





Manuel Díaz “El Cordobés”

(5º) En quinto lugar la cuadrilla le tenían reservado para él en los chiqueros a Drino marcado con el número diez. Lo intentó con el capote pero no colaboró. Lo puso al caballo y le recetaron una dosis de vara bien suministrada, cambiando “El Cordobés” el tercio. Con la muleta le avisaba Drino por el derecho y lo fue encelando para meterlo a la canasta. Y cuando lo convenció de que tenía que embestir bien y sin tonterías, le sacó buenas tandas de derechazos, haciendo lo propio por el pitón izquierdo toreándolo ortodoxamente. Sacó algo de genio el de Salvador no admitiendo florituras y ni tremendismo, por lo que “El Cordobés” tras una buena estocada, le concedieron una oreja con fuerte petición de la segunda que no concedió el presidente. Saliendo a hombros de la plaza finalizado el festejo.



Manuel Jesús “El Cid”

(6º) Cerró plaza con otro toro llamado Cocinero marcado casualmente también con el número seis. Al que lanceó pero a este Cocinero de salida le faltaba algo de picante. El varilarguero le pegó un puyazo haciendo el toro sonar los estribos. “Pirri” estuvo bien con los palos y “Alcalareño” que lidiaba en la suerte de banderillas, le robó un buen lance (no percatándose casi nadie), para después llevarlo a una mano a las tablas. La faena de muleta se la brindó “El Cid” al público y tras sacarlo con torería a los medios, le instrumentó una gran faena por ambos pitones (se llevó el lote en el sorteo). Lo aprovechó al máximo y aunque este se le quiso rajar, lo obligó cambiándole los terrenos para que cumpliera su cometido dignamente. Excelente toda la tarde el maestro “El Cid”, que perdió los trofeos al fallar con los aceros, saliendo a hombros de la plaza.


Juan Téllez y el excelente torero de plata Juan Contreras